lunes, 16 de julio de 2018

De vez em quando um livro. EMPERADORES Y BÁRBAROS. II. .La Europa Bárbara

   

 LA EUROPA BÁRBARA



LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD ES LA HISTORIA DE LAS MIGRACIONES.
     El Sapiens después de haber evolucionado en un contexto favorable en el África continental, utilizó las habilidades de adaptación proporcionadas por su mayor potencia cerebral para colonizar casi todos  los ambientes terrestres del planeta. Esencialmente el mundo entero está poblado por descendientes de emigrantes y de individuos que en algún momento buscaron asilo.


      En 1994 en África doscientas cincuenta mil personas  huyen de Ruanda a Tanzania. Un poco más tarde un millón huyen de Ruanda a Zaire. La décima parte de estos refugiados perecerían víctimas de enfermedades. En los años ochenta 200.000 irlandeses, de los tres millones de habitantes del país, emigran para otras zonas de Europa  y América más dinámicas.
      La violencia política y las causas económicas se combinan para hacer de la emigración uno de los fenómenos más importantes del mundo moderno.
      Estados Unidos es la creación de la emigración, en el siglo XVI 250.000 españoles emigran a América, en el siglo XVII otros 250.000. En la Alta Edad Media en el siglo XII 200.000 campesinos de raza germánica se trasladaron al este del Elba para hacerse con tierras en Holstein, Brandemburgo occidental y marcas sajonas.



A comienzos del primer milenio, la Europa Imperial se extendía desde la cuenca mediterránea hasta el Danubio por el norte y hasta el Rhin por el Este. Más allá se encontraban los bárbaros de Europa. En esta fecha de la historia esta división está dominada más por el clima que por la raza. Cuando aún se están usando tecnologías agrícolas limitadas el clima condiciona la productividad de estas zonas, lo que hace de ellas un factor predominante en su valorización como zonas de conquista por parte de los romanos. Los terrenos del norte de suelos arcillosos exigían la utilización de pesados arados para mover la tierra. Al comienzo del primer milenio apenas eran  capaces de arañar la tierra, más tarde en la primera Edad Media y durante la Alta Edad  Media se utilizó el arado de acero  - carruca-   tirado hasta por ocho bueyes. Esta agricultura era de mera subsistencia desarrollada en pequeños islotes rodeados de un mar de bosques. 



     Los romanos no se preocuparon de esta zona de Europa, no les interesaba en la conquista, definieron a los habitantes de la Gran llanura europea en germanos y escitas.  La Europa occidental y centro-meridional, anteriormente celta, había sido devorada por el Imperio. Los testimonios arqueológicos indican que la fijación de los nuevos límites de la Europa Imperial no fue un mero accidente.

     LOS CELTAS:
Es decir los romanos en su conquista lo hicieron en pueblos ya con una cultura más desarrollada que la del otro lado del Danubio, LA CULTURA CELTA. Los romanos aportaron una nueva cultura, lengua y avances pero ya sobre una cultura celta occidental avanzada. La cultura céltica prerromana es célebre por su característico estilo artístico, expresado sobre todo a través de una avanzada metalurgia. Los asentamientos celtas compartían además de una sofisticación general manifestada en la cultura material: una cerámica avanzada tecnológicamente, poblados grandes y amurallados (oppida) y uso considerable de herramientas de hierro capaces de generar una agricultura productiva.
      LOS GERMANOS:
      En el otro lado de Europa, la cultura germana estaba menos desarrollada, y no seducía a Roma su conquista.  En la comparativa del mismo período los pueblos hablantes de lenguas germánicas son en general mucho menos ricos y menos desarrollados. Cerámica manual, tumbas de cremación con escaso ajuar, sin poblados amurallados, metalurgia sin desarrollo.  Y algo fundamental su a agricultura era improductiva, por tecnología y clima.
        Y aunque los romanos nunca tuvieron la previa decisión de tomar en principio todo el territorio celta, tuvieron siempre claro que la Europa germánica no merecía la pena, el esfuerzo de la conquista. Por poner un ejemplo, es famosa la derrota que las legiones de Varo  sufrieron en el año 7 d.c.  (Bosque de Teutoburgo) a manos de los germanos. La venganza posterior de las tropas romanas en su despliegue por el territorio bárbaro fue improductiva para los romanos. Gastaron más en mover sus tropas que los impuestos que consiguieron y la riqueza que aportaron a Roma. Por eso nunca trataron de realizar más conquistas, y a que el territorio por el territorio no les interesaba, ni tampoco meter en el Imperio el problema de una población pobre.
       Cuando utilizamos el término   GERMANOS, en realidad no hablamos de una Europa dominada por los germanos y no tenemos que suponer que toda la población de esta zona enorme fuera culturalmente homogénea en términos de sistemas, de creencias o de prácticas sociales, ni siquiera que hablara la misma lengua. Bajo ese término Roma quería expresar una multitud de culturas, razas y pueblos sin identidad más allá del territorio Imperial.  En el siglo I Tácito y Ptolomeo ofrecen una lista casi desconcertante de nombres de pueblos existentes en lo que llamamos el mundo germánico. Había, en consecuencia, tantas unidades políticas que consideradas individualmente debieron ser pequeñísimas.

         ESCITAS:  Escitia  era un  término genérico, a modo de cajón de sastre, usado por los romanos para designar a los habitantes de las regiones orientales de  la Llanura Septentrional europea, que se extenderá desde el río Vístula, estribaciones de los Cárpatos, hasta el Volga y el Caúcaso. Los griegos lo representaban como un desierto helado. Eran la representación de los otros, los contrarios a la civilización y se les atribuían todo tipo de comportamientos incivilizados. En realidad era una zona muy variada en la que vivían muchos tipos de habitas y en la que habían zonas productivas agrícolas,
     En esta zona desempeñan un papel fundamental los pueblos nómadas. Estos pueblos desempeñaran un papel fundamental en el desarrollo de la Europa del primer milenio de forma indirecta. La climatología de sequías y lluvias hace que existan pueblos sedentarios agrícolas pero también nómadas que alternan su vida en función de las variables climatológicas en cada zona.
       En resumen, la Europa bárbara a comienzos de nuestro período puede dividirse principalmente en tres zonas a muy grandes: La situada hacia el OESTE, origen celta, con agricultura productiva, al este la Europa germánica y eslava poco desarrollada y más al Este de esta una zona aún menos desarrollada.

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