viernes, 26 de febrero de 2021

Premios en los Globos de Oro 2021

Premios en los Globos de Oro 2021. 

     The Crown, Gambito de Dama, Mank, El juicio de los siete de Chicago, Ozark.   Cine del que puedo dar fe, por haberlo visto, ha sido premiado  en algún apartado. 

 

Ocho joyas en los Globos de Oro 2021, publicidad de vodafone.

lunes, 22 de febrero de 2021

MARIZA - Quem Me Dera

 

Que mais tem de acontecer no mundo Para inverter o teu coração pra mim Que quantidade de lágrimas devo deixar cair Que Flor tem que nascer para ganhar o teu amor Por esse amor meu Deus Eu faço tudo Declamo os poemas mais lindos do universo A ver se te convenço Que a minha alma nasceu para ti Será preciso um milagre Para que o meu coração se alegre Juro não vou desistir Faça chuva faça sol Porque eu preciso de ti para seguir Quem me dera Abraçar-te no outono verão e primavera Quiçá viver além uma quimera Herdar a sorte e ganhar teu coração Será preciso uma tempestade Para perceberes que o meu amor é de verdade Te procuro nos outdoors da cidade, nas luzes dos faróis Nos meros mortais como nós O meu amor é puro é tão grande e resistente como embondeiro Por ti eu vou onde nunca iria Por ti eu sou o que nunca seria Eu preciso de um milagre Para que o meu coração se alegre Juro não vou desistir Faça chuva faça sol Porque eu preciso de ti para viver Quem me dera Abraçar-te no outono verão e primavera Quiçá viver além uma quimera Herdar a sorte e ganhar teu coração

sábado, 20 de febrero de 2021

Ser de izquierdas no es un eslogan

 


En los análisis sobre las recientes elecciones catalanas se resaltan cuestiones que son obvias y se marginan otras que son bastante menos evidentes. Se menciona la extraordinaria abstención o escasa participación y se justifica esta en el temor al virus y al mal tiempo. Sin embargo, no se destaca el significativo hecho de que, en los distritos ricos de Barcelona, donde ha ganado con creces la candidatura de la derecha nacionalista (Junts x Cat), la participación ha sido hasta 20 puntos más alta que en los barrios pobres, en los que el PSC y la izquierda no independentista ha triunfado con creces. Expresión de que la pandemia ha golpeado más en las capas populares y al mayor desapego de estas respecto de las instituciones catalanas, debido a lo desastroso que ha sido el gobierno de las derechas, coloquialmente llamadas ‘indepes’ en esa comunidad autónoma. Sin olvidar que los nacionalistas estaban, en principio, más movilizados al tener entre sus filas políticos presos y fugados. El tener encarcelados que salen durante el día a participar en actos de campaña no es precisamente un obstáculo para el éxito, sino todo lo contrario.

No obstante, el PSC ha obtenido, sin duda, un espléndido resultado al convertirse en el primer partido de Cataluña, y se ha demostrado que la ‘operación Illa’ ha sido un acierto. Pero, en mi opinión, lo más relevante es que el partido de los socialistas ha ganado con creces entre los amplios sectores de los trabajadores en el llamado, con licencia poética, ‘cinturón rojo’ de Barcelona, que en 2017 había votado a Ciudadanos. Ha acrecentado así su base social entre los trabajadores de todas clases y, probablemente, ha soltado lastre identitario, lo que explicaría el cordón sanitario que pretenden imponerle todos los ‘indepes’, operación que, de mantenerse hasta el final, atufaría a clasismo de la peor especie, aunque alguno de los conjurados se autocalifique de republicano y de izquierdas. Porque cuando Junqueras afirma que ERC no puede gobernar con el PSC porque son el "polo opuesto", ¿qué está queriendo decir?, ¿o es que en realidad ERC no es tan de izquierda como muchos se temen? 

Los ‘indepes’, por su parte, están muy ufanos con el resultado, pues dicen haber ganado las elecciones. Es verdad que sumando los escaños de JuntsxCat, ERC y la CUP alcanzan 74 diputados y, en la suma de votos  -contando los del PdCat, que no ha obtenido representación-, alcanzan el 50,7% de los sufragios. Sin embargo, no les gusta recordar que han perdido más de 600.000 votantes respecto a anteriores consultas, que en términos de censo apenas alcanzan el 27%, y que de las 20 ciudades más pobladas de Cataluña, incluyendo la capital, el PSC, la izquierda y los no independentistas han ganado en 15, en 3 JuntsxCat y en 2 ERC. Sin olvidar que en Barcelona vive el 29% de la población y en la provincia homónima el 74 % del total de Cataluña, y en ambas ha triunfado la izquierda y los no independentistas. ¿Alguien se cree que con estos resultados hay una "pulsión a separase de España" o avanzar hacia la independencia? Se equivocarían trágicamente si pensaran eso.  

Las derechas, que se autocalifican con equivocación manifiesta "constitucionalistas", se han hundido en la miseria. El granero de Ciudadanos se ha vaciado hacia la abstención, hacia el PSC y, probablemente, hacia VOX. No se pueden ganar las elecciones en 2017 y no hacer nada de nada con más de un millón de sufragios cuando, además, se pregona a los cuatro vientos que se es un partido liberal de centro y gobernar de continuo con Vox. Ya que se califican de "centro", podían haber diversificado los riesgos: en Andalucía con unos, en Madrid con otros; pero no, siempre con el PP y con Vox. El problema del PP es de otro tenor y consiste en que no tiene un discurso y/o alternativa para Cataluña, porque tampoco tiene, de momento, una oferta para la España plural en la que vivimos. En Galicia, por lo menos, viene practicando un galleguismo conservador templado que les está dando buenos resultados. Es verdad que en Cataluña el terreno de la burguesía se encuentra más ocupado, pero no se pierde nada por intentarlo. Para mayor desgracia, en esta ocasión, le ha comido la merienda un Vox de ultraderecha con un discurso radical antinacionalista, del peor nacionalismo español, trufado de xenofobias y de descontentos varios, de aquellos que se sienten abandonados por unos o por otros. 

En realidad, cuando se entra un poco en las tripas de los colegios electorales se da uno cuenta de que han sido las elecciones en las que la pugna de clases se ha manifestado con mayor evidencia. Dejémonos de cuentos y de malabarismos semánticos. El nacionalismo ‘indepe’ representa a los sectores más ricos de la sociedad catalana que, como siempre ocurre en estos casos, arrastran a capas populares con señuelos variados. Sin embargo, la dirección del ‘movimiento nacional’ siempre está en manos de las burguesías grandes, medianas y pequeñas, más los añadidos de sectores agrarios de tradición carlista. No hay más que analizar los barrios de Barcelona, los pueblos del interior y las grandes ciudades, como ya hemos señalado. Pero entonces, ¿cómo es que los partidos ‘indepes’ sacan más diputados? Por la sencilla razón de que la ley electoral que rige en Cataluña es la española, que prima a las provincias menos pobladas y castiga a Barcelona, la más poblada y la menos nacionalista. De lo contrario, difícilmente ganarían una sola elección.  

Al final, los números son los números y, una vez terminado el recuento, la aritmética y/o la geometría se imponen. Por supuesto, son varias las opciones que se abren, pero esencialmente son dos, aparte de la repetición electoral, nunca descartable: o se gobierna en clave independentista, es decir, más de lo mismo, con el trío ERC, Junts y Cup, o se abre camino una solución a la izquierda -en el fondo lo que han indicado las urnas- con PSC, ERC y los Comunes (en este u otro orden). La hipótesis en la que insiste ERC de sumar los Comunes al trío ‘indepe’ no parece ni realista ni viable, y sería calamitoso para la izquierda catalana y el Gobierno de España. ¿Se imaginan a los Comunes de Podemos gobernando con la ‘derechona’ catalana, aislando al PSC, al tiempo que gobiernan con el PSOE en España? Como bien dice la señora Albiac, se trata de una opción inasumible, salvo en "modo suicidio". La fórmula del bloqueo independentista es más de lo mismo, lo que ha fracasado estos últimos años, regresar a la anormalidad de siempre, a una salida sin callejón. Cuando se avanzan como ejes centrales del programa el derecho de autodeterminación y la amnistía se está indicando que no se quiere pactar nada, pues ambas cosas no están en manos de ningún gobierno de España concederlas, pues son claramente inconstitucionales. Otra cosa serían los indultos o acuerdos sobre la mejora del autogobierno, de la financiación, etc. 

Cataluña no se puede meter en otro laberinto sin salida a base de ensoñaciones imposibles, en medio de una pandemia que hace estragos sanitarios, económicos y sociales, y con los fondos europeos de recuperación a las puertas. La voluntad de los electores ha marcado claramente el que se gire a la izquierda y dejarse de belenes, porque en un grado un otro todas las derechas han salido mal paradas, aparte de Vox que no juega, salvo que acabemos haciendo todas las estupideces juntas. Es el momento de un gobierno de izquierdas en Cataluña que permita abordar los graves problemas económicos y sociales que tiene la sociedad catalana, al igual que la española en su conjunto, proteger de verdad a la gente que más lo necesita y que haga viable un acuerdo que empiece a resolver el problema político existente, con fórmulas federalistas que hagan funcionar mejor el conjunto del Estado español. Y eso es imposible hacerlo gobernando con la derecha catalana y aislando al PSC, y de hecho a los Comunes, que son los que gobiernan en España. Por eso, ERC tiene que optar de una vez. Calificarse de izquierda y republicana no significa nada si luego siempre se acaba en brazos de la derecha y se practican políticas conservadoras e insolidarias. Los engaños no pueden durar toda la vida, aunque por desgracia hay quien se deja embaucar toda la existencia.  

        Nicolás Sartorius

miércoles, 17 de febrero de 2021

Entroido 2021. Saudades da Limia.

  

Iste ano, as ruas de Xinzo estão baleiras, o ruido do entroido limiau fica no recordo, embora sempre há quem nos tira o recordo para que a semente entroideira não esmoreça. No ano que vem a troula sera sonada, pois os de Xinzo levam o entroido dentro, é de seu.

sábado, 6 de febrero de 2021

Las mejores películas del 2020.

  FONTE: lA VANGUARDIA.

                              1917


 
 
 

EL  FARO

 
 
SOLO NOS QUEDA BAILAR
 
 

EMA

LA CANDIDATA PERFECTA

UNDER THE SKIN

Nunca, casi nunca, a veces, siempre


Tenet

Mank

Soul

El lago del ganso salvaje

Martin Eden

La boda de Rosa

Las niñas

El padre

Saint Maud

El juicio de los 7 de Chicago

Little Joe

El año del descubrimiento


Corpus Christi


 


 


 


 





 


 


 


 


 


 


 




 

viernes, 5 de febrero de 2021

4 al 11 febrero 1945. Conferencia de Yalta. Preparando un nuevo orden mundial.

 On this day in 1945, Churchill, FDR and Stalin meet at Yalta in the Crimea to plan post-war Europe.

Imaxe

La Conferencia de Yalta, también llamada Conferencia de los «Tres Grandes», fue una reunión que mantuvieron el primer ministro británico Winston Churchill, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el líder soviético Iósif Stalin, hacia fines de la Segunda Guerra Mundial. La Conferencia de Yalta se realizó a orillas del mar Negro en el palacio imperial de Livadia, en la ciudad de Yalta, Crimea (Unión Soviética), entre el 4 y el 11 de febrero de 1945. El objetivo de la cumbre fue coordinar los planes de guerra de los aliados, en un momento en el que las operaciones contra las potencias del Eje habían entrado en una etapa decisiva. También se buscaba llegar a un acuerdo sobre el futuro político de una Europa prácticamente ya liberada de la dominación nazi.

Faladoiro . ( lugar no que se murmura)

 


¿Cuánto va a durar Pablo Casado a la cabeza del PP?

domingo, 31 de enero de 2021

Notas soltas : Alrededor de la pandemia, su gestión, las fakes news y la unidad en la tempestad. IV

 

    El 21 de diciembre 2020, escribiamos el III post sobre la pandemia. 

     En Noviembre hablabamos también en plea segunda ola , con el post II

     Siguiendo el hilo argumental del 15 de abril, escrito en pleno confinamiento estricto, y como continuación al mismo título en su parte II, 

  

   

     Hemos hablado y comentado poco en este blog sobre la pandemia. Este es el IV post. No he querido monopolizar el tema, sobre todo en el apartado informativo de datos y opiniones científicas, ya que no es el objetivo de este blog. He querido opinar en momentos puntuales, sobre todo desde una visión social y de comportamiento político y actitud de la sociedad, ante un fenómeno nuevo que exige entrega, cohesión social, generosidad, paciencia y trabajo. En el fondo se trata de salvar vidas y de salvar nuestra forma de vida. El tema, es de mucho calado, no es ninguna novedad decirlo.            

      Opiné el 15 de abril, en pleno confinamiento total que hicimos de dos meses. Experiencia única y novedosa para todos, nunca lo hubiera imaginado. Era un momento de vivencias y de una sociedad entregada a una causa. A la vez asistíamos a los bochornosos espectáculos rateros para prolongar el estado de alarma que el  Gobierno tenía que mendigar cada quince días. Espectáculo bochornoso que n me cuesta olvidar y pensar cómo se podía actuar así. 

       En Noviembre en plena segunda ola, di una ligera opinión sobre la cruda realidad que volvíamos a tener, después de las esperanzas de un verano casi normal. 

        En diciembre, dije lo que todos decíamos, van a venir unas navidades, pero bueno hay que arriesgar, no creo que sean demasiado grave. 

        LO SIENTO, ha sido demasiado grave. Hoy estamos a 1 de Febrero, inicios de año y en plena tercera ola. La cual  está en su pico más alto, ojalá, y que anda desatada como nadie hubiera esperado. Más allá de la llamada cepa inglesa, más contagiosa según dicen, o causas que nadie sabe, el caso es que la situación está fatal, estamos en un momento de impasse, con el ánimo de que las medidas que estamos tomando pongan un frenazo en la expansión.

      Las cifras, los datos, los porcentajes, no pueden ser peores. No se salva nadie. Ni el que decía que había tomado medidas muy buenas, el que se halagaba asimismo con su gestión, el que en la segunda ola tenía unos datos maravillosos, ni ese puede levantar la cabeza. Nadie puede levantar la cabeza. Y no vale la pena hacer política continuamente encumbrándose en las épocas de bonanza, porque no sirve de nada. No hay color político, no hay sociedad más organizada que otra. Portugal era un milagro en la primera ola, Alemania tenía un gran control, Inglaterra se permitía el lujo de no tomar medidas. Hoy son los peores. Y así podíamos poner ejemplos que lo único que nos dicen es que el virus domina la situación, volvimos todos a caer en la trampa y sólo con medidas muy fuertes podemos volver  a los datos positivos.  

      Sea como fuese, concluyamos que hoy estamos mal, muy mal. Ahora mismo la tendencia marca empeoramiento, o sea más casos de contagios a la luz y más UCIS llenas. La esperanza, es que de aquí a finales de febrero con dura disciplina en la convivencia y la relación social, tengamos dominado esto.

     ¿Lo conseguiremos? Creo que sí, no obstante tengo una duda: Ahora parece que estamos en fatiga pandémica, parece que queremos pero que a la vez no podemos y que nos falta la pulsión social precisa de abril y marzo. Dudas aparte veo en el ambiente social unas ganas, salvo excepciones, de entre todos romper la cadena y parar los contagios. Lo conseguiremos. 

      Acerca de como fué ,o siguió siendo,  el comportamiento de los agentes sociales, nada que añadir a lo dicho en los antecedentes a otros post. El comportamiento de los sanitarios, trabajadores, militares, hosteleros, ciudadanos en general es magnífico, como siempre dejemos atrás las excepciones. 

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      Sobre elcomportamiento de los actores políticos, los comentarios serían redundar en lo dicho también en anteriores post. Una decepción y una tristeza los comportamientos de parte de las opciones políticas. El Gobierno creo que se ha mantenido bien en su posición, templando el ambiente, dando normas y actuando como garante de la gobernanza. Es lo que veo. Me horrorizan ciertas opiniones de partidos que hacen oposición porque sí, con argumentos de poco fundamento con el objetivo de hacer ruido, sentirse presentes y desgastar al que gobierna. Ya dije que eso puede valer en una situación normal, en medio de una pandemia, me escandaliza y me da miedo. Hemos aprendido mucho, o nos hemos quitado el velo de la ingenuidad ya en el primer confinamiento cuando el gobierno  tenía que ir al parlamento cada quince días y pedir una prórroga de algo esencial como era el Estado de alarma para poder confinar a la ciudadanía. De aquel espectáculo, hablamos amplio en  mi primer post. 

      Seguimos pensando que la política podía ahorrarse algunos espectáculos y ocurrencias personalísimas que no tiene su sitio en esta situación. Menos mal que muchas quedan en el olvido y la máquina de la Sanidad Autonómica funciona en todas partes, en general bien, salvando como es lógico las circunstancias  naturales.