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miércoles, 21 de noviembre de 2018
viernes, 21 de septiembre de 2018
De vez em quando um livro. Emperadores y bárbaros. IX. La globalización y los germanos.
LA GLOBALIZACIÓN Y LOS GERMANOS
En el verano de 357 d.C., un gran ejército de germanos,
capitaneado por varios reyes alamanes, se reunió en la margen occidental del
Rin, la parte romana del río, cerca de la actual ciudad de Estrasburgo (narración de Amiano Marcelino).
El
relato de Amiano refleja elegantemente la falta de una MONARQUÍA UNIFICADA
entre el pueblo germánico de los alamanes, que dominan el sector meridional de la frontera romana
del Rin durante el Bajo Imperio. Eso nos demuestra que poco había cambiado con
respecto a lo que escribió tácito tres siglos antes. No obstante sería un error
pensar que no había cambiado nada en ese mundo.
LA TRANSFORMACION DE LA EUROPA GERMÁNICA.
Entre el
mapa de la Europa germánica que nos relata Tácito y el siglo IV hay
diferencias. El sudeste muestra un aspecto completamente distinto, con la
aparición de varios grupos de godos que dominan la zona de los Cárpatos y sus
alrededores. En el Oeste ya no existen tanta multiplicidad de pueblos que
relata Tácito, ahora hay cuatro granes poblaciones que dominan el paisaje en la
frontera romana del Rin y detrás de esa línea: alamanes y francos en el limes,
sajones y burgundios detrás de la línea fronteriza.
La transformación de la política.
De lo
que extraemos de lo narrado por Amiano Marcelino,
es que en los años 354-378 la CONFEDERACION ALAMÁNICA era el sistema político que regía la Identidad colectiva de este grupo
germánico. Si comparamos esto con las
manifestaciones de Tácito en el siglo
I (Germania, Historia, Anales) y la
situación actual vemos una evolución política. En la narración del siglo IV se
ve una organización más sólida de la del siglo I, en la cual se destaca que
había varios pueblos germánicos que no tenía rey ni príncipe y que eran
gobernados cuando las circunstancias los exigían por una oligarquía de
caudillos reunidos en consejo.
La vida
política de los alamanes en el siglo IV estaba llena de reyes y príncipes. En
esta época ALAMANIA estaba dividida en un serie de cantones o subregiones llamados
“gau”, cada una de las cuales era gobernada por
un rex o regalis. Este poder real
era al menos en parte hereditario, sino entre padres a hijos, dentro de un
clan. Había una serie de personajes importantes llamados optimates. No
obstante, entre los alamanes del siglo IV, la presencia de los reyes es más
importante de lo que fue a comienzos de la época imperial.
En segundo
lugar:
La
confederación del siglo IV, actuaba como un ente político mucho más sólido que
la del siglo I. Tanto en una época como en otra los alamanes nunca funcionaron
como una entidad centralizada con un un líder indiscutible. No hubo
en ningún momento un solo rey delos alamanes. Las confederaciones del siglo I
eran más endebles y duraban cuando estaban unidas por vínculos religiosos las
del siglo IV más grandes y más unidas por vínculos políticos, estas últimas
funcionaron cuando estuvieron dirigidas por un líder militar y político, pero
se hundieron cuando el caudillo fracasaba.
La gran
confederación que luchó contra los romanos en Estrasburgo continuó después de
la derrota, lo cual demuestra que tenía más asentamiento político que las del
siglo I. Para aquellos hombres la IDENTIDAD COLECTIVA podía a veces ser
un determinante de la conducta política
más poderoso que la lealtad al rey y de su cantón.
Como
muchas entidades confederales de la Antigüedad
tardía y de comienzos de la Edad Media, los alamanes poseían un
repertorio establecido de convenciones políticas y diplomáticas que definían a
los distintos reyes y los unía entre sí en jerarquías. La política de Roma en la
frontera del Rin se dedicaba en gran
manera a eliminar la sucesión de todos los personajes, caudillos, que surgieran
en el período para evitar la gran coalición.
No
sabemos, por las narraciones históricas, si entre otras entidades de la
frontera del Rin, como francos, sajones y burgundios, existía también el modelo
político con identidad para actuar como base de una acción colectiva
incluso tras un golpe sufrido tras una derrota. Solo hay información de que los
TERVINGOS, una confederación controlada
por los godos y que vivía en la frontera de los Cárpatos.
Tanto
en un caso y el otro, como en los supuestos de los nombres citados de francos,
sajones y burgundios, en el siglo IV nos
encontramos con que hay una formación política de grandes identidades
colectivas, unidas de una forma u otra que permiten continuar como tales incluso tras la derrota.
Monarquía Militar.
En esta
evolución política de los germanos nos encontramos que en el siglo IV el mando supremo está en
manos de una monarquía militar. Tácito en su narración de los germanos del
siglo I, nos cuenta que elegían a sus reyes por la nobleza y a sus capitanes
por el valor. En los estudios filológicos comparados se muestra como el acceso
al mando jerárquico superior, rey o lo que fuera, está basado en el historial
militar del guerrero que hacía que fuese una monarquía militar la que imperaba
en la altura que tratamos. Lo demuestran
los restos arqueológicos
encontrados en Ejsbol Mose, en
donde se encuentran tumbas con armas de todo tipo destruido e inutilizado de lo
que se deduce que la misma suerte tuvieron los hombres allí enterrados y que
habían sido caudillos guerreros vencidos por otros en la lucha por la
preminencia del mando monárquico. Está claro que para la aparición de una
monarquía militar fue necesario un período violento que resolviese lentamente las distintas
rivalidades entre los capitanes de
distintas partidas de guerreros y entre los líderes que pretendían
dominar.
Expansión y desarrollo.
El hecho
de que una parte de la población fuesen guerreros y estos, como demuestra el
cementerio militar de Ejsbol Mose, estuviesen bien equipados y se dedicasen en
exclusivo a la guerra, necesitaban que hubiese una gran producción de
alimentos y que la economía iba bien. El
equipamiento militar no era barato, y la alimentación de los guerreros de
grandes cantidades de carne asada y
alcohol exigía mucha producción. Se supone que había excedentes de alimentos y otras formas de
vida negociables producidos por la economía en la que vivían y los ryes tenían
que poder utilizar ese excedente o una parte significativa de ellos en su
propio provecho.
Esta
buena economía nos llama la atención ya que tenemos el concepto de escasez de
alimentos en el mundo bárbaro. El caso es que así era hasta el siglo I. La escasez de alimentos y
bienes negociables era la tónica de allá del Rin y del Danubio, la diferencia
con el mundo mediterráneo era enorme. No obstante el punto de partida para explicar este cambio
económico es la producción agrícola. Los restos arqueológicos aparecidos a
partir de la Segunda Guerra Mundial demuestran que el mundo germánico vivió su
propia revolución agrícola durante los
cuatrocientos años en que el Imperio Romano fue su vecino por el Oeste y por el Sur. Practicaban una
agricultura extensiva ya que se ocupaba una gran zona agrícola pues los
resultados eran escasos, pero eso les permitía suficiente alimento y lo más
importante era que trasladaban de una zona a otra la producción cuando veían
que la cosecha escaseaba, no teniendo que preocuparse por cuidar o intensificar
ni depender de zonas concretas. Se necesitaba una gran extensión de tierra para
mantener a una sola familia. Los restos muestran poblados de vida limitada en
los que no se invertía esfuerzo en su construcción, ya que la movilidad en
busca de fertilidad de otras tierras provocaba su uso temporal.
La revolución
agrícola en esta época consistió en
el descubrimiento del estiércol del
ganado para fertilizar, el incremento de zonas de agricultura intensiva et. Las
consecuencias de esta mayor producción de alimentos provocó que junto al
mantenimiento de una monarquía militar la población germánica creciese mucho.
Junto a
esto hubo un incremento en la producción de metal que sirvió para la expansión económica. Y los
vestigios arqueológicos muestran que había ya en el 300d.C. un centro de
producción de equipamiento militar
estandarizado a una escala razonable.
Hay una
elaboración de metales preciosos sorprendentes y la cerámica prolifero con el
uso de nueva tecnología como el uso del torno y el uso de hornos para cocer las
piezas. En algunas zonas del mundo de CERNJACHOV, dominado por los godos, al norte del mar negro, en el
siglo IV los platos fabricados al torno, prácticamente imposible de distinguir
de los producidos en las provincias romanas, se convirtieron en norma habitual.
En el
siglo IV ya aparece también producción de vidrio, que antes era de producción
exclusivamente romana.
Algunos
pueblos germánicos utilizan el peinado para expresar su filiación política y
también sus status. El ejemplo más famosos es el llamado moño SUEVO primitivo.
Así
pues desde el siglo I estamos ante una explosión de desarrollo y de generación
de riqueza. No obstante el hecho no tan agradable era la mala distribución de
la riqueza.
Todo esto nos lleva a estar
contemplando una revolución social y política.
¿Cómo se desarrollara y a donde nos llevara? Seguiremos descubriéndolo.
lunes, 17 de septiembre de 2018
De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros VIII. El gran debate de las migraciones. MIGRACIONES Y DESARROLLO
MIGRACIONES Y DESARROLLO
Las viejas formas de concebir el primer milenio dieron lugar a un Gran Relato de cómo surgió una Europa más o menos reconocible a partir de un antiguo orden mundial de dominación mediterránea a lo largo mil años de invasiones y de limpieza étnica. Las nuevas informaciones disponibles y, entre otras cosas, las nuevas concepciones de la identidad colectiva y de las migraciones han acabado eficazmente con esa visión, y ya es hora de sustituirla por una nueva.
LA MIGRACIÓN Y EL DESARROLLO DEBEN SER
CONSIDERADOS CONJUNTAMENTE, y no mantenidos parte como fueran dos líneas de
explicación contrapuestas. Se trata de fenómenos interrelacionados, que sólo
juntos pueden explicar satisfactoriamente cómo pudo acabarse con el dominio de
los pueblos del Mediterráneo a manos de los bárbaros del norte y del este, y
cómo de los restos del naufragio del orden mundial de la Antigüedad surgió una
Europa reconocible.
Los factores económicos son uno
de los detonantes principales de la
migración. Se ha demostrado una y otra vez que las desigualdades que las
desigualdades de los niveles de desarrollo económico o de la disponibilidad de
recursos naturales entre dos zonas hacen que el flujo migratorio entre ellas sea más que probable,
siempre y cuando, eso sí, la población inmigrante valore también los bienes que
son más accesibles en el punto de llegada.
En los estudios sobre
migraciones ofrecen también nuevas formas de plantarse los efectos de los
movimientos migratorios, de cómo hacer un cálculo de si debeos considerarlos un
fenómeno más o menos importante en cada caso en concreto. Gracias al legado de
la hipótesis de la invasión, las discusiones de este tipo en el contexto del
primer milenio se complican con la cuestión de cuál fue el número de
emigrantes. ¿Estamos hablando de “migraciones en masa” o de un fenómeno menor,
más parecido a la transferencia de élite? Y según las cifras de las que
hablemos nos veremos obligados a reajustar al alza o a la baja los cálculos en
torno a la importancia de los flujos migratorios. Pero como las fuentes del
primer milenio no aportan nunca datos incuestionables en lo tocante a cifras,
no es de extrañar que los debates acaben a menudo en punto muerto. Por
consiguiente, tiene potencialmente bastante aplicación la definición relativa,
más que estadística, de migración en masa que adopta generalmente la
bibliografía sobre migración comparada. Pues en realidad ¿Qué es lo que
constituye una migración en masa? ¿Un
10%, un 20% de la población del punto de destino? ¿O que cantidad? En teoría una oleada de migración sería un número pequeño desde el punto
de vista del lugar de destino, pero muy grande desde la visión del país de
origen. En el caso de una transferencia
de élite puede constituir para la población de acogida un fenómeno demográfico
más importante. Poniendo fin a estas sutilezas los estudios sobre migración,
definen a la migración en masa como una afluencia de seres humanos,
independiente de cuál sea su número, que cambia la distribución espacial de la
población en cualquiera de los extremos, esto es, en el punto de partida o en
el de llegada, o en los dos, o que provoca un impacto en el sistema social o
político, de nuevo en cualquiera de los extremos, o en los dos a la vez.
jueves, 6 de septiembre de 2018
De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. VI. El gran Debate de las Migraciones.Migraciones e invasiones.
La hipótesis de la invasión está muerta y enterrada. El elemento de limpieza étnica cuenta con poco apoyo en las fuentes.
El abandono de la hipótesis de la invasión, sin embargo, no significa que no hubiera habido migraciones y que estén fuera del relato. Aún admitiendo que en los escritores del Mediterráneo estuvo presente el tópico de la emigración , sus fantasías culturales tendrían que estar sustentadas
en movimientos de población de cualquier tipo y testimonios arqueológicos sug8ieren tal vez la existencia de seres humanos yendo de un sitio a otro.
¿ Como explicamos todo esto, si no creemos en la migración masiva?. En consecuencia se utilizan dos alternativas al modelo baso en la hipótesis de las migraciones masivas.
1.- LA OLEADA DE AVANCE
2.- LA TRANSFERENCIA DE ELITE.
La oleada de avance, es aplicable a pequeñas unidades de emigrantes, Se ha aplicado especialmente a la difusión por Europa de los primeros agricultores durante el Neolítico y demuestra que las poblaciones de agricultores habrían podido dominar todos los puntos del paisaje. Según este modelo, los agricultores del Neolítico no llegaron en masa y no expulsaros a los cazadores-recolectores por medio de ninguna invasión. Ahora bien, la capacidad de producir alimentos en mayor cantidad que caracterizaba a los agricultores hizo que su población aumentara con tanta rapidez que, con el tiempo, sencillamente superaron a la de los cazadores-recolectores.
"La transferencia de élite" es el modelo de mayor envergadura y con mayores aplicaciones. La población intrusa, en este modelo, no es muy numerosa pero se adueña agresivamente de un territorio por medio de la conquista. A continuación expulsa a la élite, ya existe de la sociedad conquistada y ocupa su posición de dominio, mientras que deja intactas las estructuras sociales y económicas subyacentes que habían creado la antigua élite, ahora expulsada o destituida. El ejemplo clásico en la historia medieval es la CONQUISTA DE INGLATERRA POR LOS NORMANDOS. Gracias a la valiosa información del Libro de Winchester, sabemos que unos pocos miles de familias terratenientes normadas sustituyeron a sus predecesoras anglosajonas, ligeramente más numerosa. en la cima de la pirámide social de Inglaterra en el siglo XI. Este tipo de invasión es menos dramática que la contempla la invasión. El resultado es menos dramático que el concepto de invasión pues las estructuras sociales y económicas siguen en pie.
Estas dos teorías a la excesiva simplicidad y generalidad de la hipótesis de la invasión se ha plasmado en la creación de dos modelos que minimizan la importancia de las migraciones, ya sea restringiendo el número de los que pudieron participar en ellas, su grado de violencia, la importancia de sus efectos. Estas modelos son más compatibles que la hipótesis de la invasión con las teorías de la identidad colectiva que niega la posibilidad de que hubiera grandes grupos compactos de personas que se trasladaran intencionadamente de un sitio a otro formando un bloque cohesionado.
No obstante estos dos modelos ni solos ni combinados, pese a que combinen mejor con las identidades colectivas y vayan un paso adelante en explicar el fenómeno no podemos decir que constituyan UNA APROXIMACIÓN SATISFACTORIA a la cuestión de las migraciones en Europa.
Tendremos que seguir investigando y completando y dando respuestas.
De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. V. El gran Debate de las Migraciones. ¿El nuevo milenio?. La arqueología delante de la historia.
Los que han tomado la iniciativa a la hora de replantearse el pasado remoto de Europa desde una perspectiva no nacionalista han sido los ARQUEÓLOGOS.
Primero: la arqueología tradicional europea consistía en elaborar modelos de semejanzas y diferencias en hallazgos arqueológicos más o menos de la misma fecha a lo largo de un determinado paisaje, de modo que pudieran resaltarse subzonas definidas llamadas CULTURAS. Coincide la aparición de la arqueología como ciencia con el mayor apogeo del nacionalismo europeo. Se suponía que cada pueblo había tenido su propia cultura material y no material. El desarrollo de este enfoque, activo desde el XIX hasta el XX, llamado hoy día a menudo "historia de la cultura", se asocia especialmente con el estudioso alemán Gustav Kosinna. Kosinna no decía exactamente que cada pueblo tuviese su propia cultura, eso sólo podría hacerse en casos bien diferenciados y marcados entre las distintas zonas arqueológicas. No obstante el relato básico o norma de la época era que de la investigación arqueológica se desprendía que los restos se encontraban agrupados claramente el CULTURAS distintas, y que esas culturas eran restos de PUEBLOS.
EL GRAN RELATO se basa en la concepción de la historia de la cultura de Kosinna. Concebir las culturas arqueológicas como pueblos comportaba una fuerte tendencia a explicar los grandes cambios arqueológicos en términos de MIGRACIONES. Donde había un cambio había un nuevo pueblo que había eliminado al existente a partir de una invasión y había suplantado una cultura por otra, así de sencillo. LAS MIGRACIONES SE EXPLICABAN EN FORMA DE SUSTITUCION MASIVA DE UN GRUPO DE POBLACIÓN POR OTRO. Lo que a su vez daba explicación a los cambios observados por los arqueólogos. O sea todo junto explicaba que la historia de Europa era una sucesión de episodios masivo de LIMPIEZA ÉTNICA. La historia se explicaba a través de la hipótesis de la invasión.
Pero, la ciencia avanza y a medida que los hallazgos encontrados han sido sometidos a un análisis más detallado esos límites tan claros entre culturas diferentes han empezado a borrarse a la vez que se han descubierto, en supuestas identidades homogéneas, variantes locales que socavaban tal premisa. Eso rompe el principio de CULTURA=PUEBLO.
El replanteamiento de la naturaleza de las culturas permite a los arqueólogos demostrar que incluso los grandes cambios en el ámbito de la cultura material pueden tener otras causas al margen de las invasiones. Igual que los modelos de semejanzas arqueológicas observables pueden deberse a múltiples razones, como el comercio, la interacción social, las creencias religiosas compartidas o cualquier otra cosa. Los cambios no tienen porque reflejar la llegada de un nuevo grupo social. Eso si en casos pude demostrar que la llegada de un nuevo grupo social provocó el cambio. .
Así pues, a partir de los años sesenta los arqueólogos han ido abandonando la la hipótesis de la invasión y buscando otras explicaciones. Esto ha reducido el alcance del GRAN RELATO. En vez de hablar de grupos sucesivos de invasores, podemos decir que el pasado de Europa está poblado actualmente de seres humanos que fueron adquiriendo nuevos conocimientos y que, con el tiempo, fueron desarrollando nuevas estructuras económicas, sociales y políticas. incluso algunas corrientes arqueológicas desechan casi por completo las migraciones como agentes de cualquier cambio significativo.
En 1961 el Alemán Reinh Wenskus ( la creación de tribus y su constitución), sostuvo que las unidades políticas creadas por los germanos durante el primer milenio d.C. no fueron por tanto grupos cerrados con una historia ininterrumpida, sino entidades que podían crearse y destruirse, aumentar o disminuir según las circunstancias históricas.
LA TEORÍA DE LA BOLA DE NIEVE:
Todo lo expuesto nos llega a concluir que la teoría de la bola de billar del Gran Relato, ha sido sustituida por la teoría de la bola de nieve. En vez de pensar en grandes grupos compactos de hombres, mujeres y niños moviéndose voluntariamente a través del territorio, muchos piensan ahora en términos de bolas de nieve demográficas: agrupamientos pequeños, compuestos tal vez en gran parte por guerreros, que , debido a los logros alcanzados, habrían atraído a gran cantidad de nuevos integrantes según iban desplazándose.
Así pues la historia europea de grandes pueblos moviéndose y conquistando está siendo sustituida por agrupamientos móviles de pequeño tamaño que iban congregando seguidores según iban cambiando de lugar. El proceso histórico fundamental ya no es el movimiento de pueblos en sí mismo, sino la acumulación de nuevos elementos llevada a cabo posteriormente.
Se han cambiado las tornas. Antes la arqueología servía para sustentar las ideas del Gran Relato, estaba al servicio de la narración. Ahora es al revés, la narración viene según los datos que da la arqueología, que va delante de la historia.
¿ Pero estamos ahora en lo cierto? ¿ No nos estaremos pasando relegando las migraciones a un papel tan secundario , tan de comparsa en la historia del primer milenio?. Iremos poco a poco viéndolo a lo largo de la lectura del libro.
miércoles, 18 de julio de 2018
Dwe vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. IV. El Gran debate de las migraciones. Crisis de identidad
El grande debate de las migraciones.
Crisis de identidad.
En el gran debate sobre las identidades
colectivas, antes y después del gran relato, un punto de partida fundamental es
la interpretación completamente nueva, surgida en la época de postguerra, de cómo los seres
humanos se juntan para formar unidades
sociales más grandes.
sociales más grandes.
El Gran Relato partía, en primer lugar, de que entre los pueblos bárbaros migrantes en este primer milenio, había unas
identidades colectivas del llamado modelo bola de billar y daba por supuesto que los seres humanos siempre aparecían en grupos
compactos de hombres, mujeres y niños, que estaban esencialmente cerrados a los
extraños. En este mundo autónomo se
reproducían a través de la endogamia.
En segundo lugar, en lo que esencialmente
es la misma teoría de la identidad colectiva desarrollada a largo plazo, se
daba por supuesto que existía una continuidad directa y tangible entre los
grupos inmigrantes del primer milenio y
las naciones homónimas de la Europa moderna. Así los polacos eran descendientes
directos del pueblo eslavo de los polianos, los ingleses de los anglosajones, los españoles de los visigodos etc.
Según la teoría las identidades naciones del XIX eran antiguas e inalterables y
su antigüedad les confería una legitimidad que prevalecía sobre las
pretensiones de cualquier otra forma de organización política. Sin duda fortalecía, este pensamiento, el
sentimiento de independencia de los grandes imperios europeos de la época.
Es un continuo que se irá repitiendo en la
narración de la historia para todos los acontecimientos. Contamos la historia
como nos gustaría que fuese y no como realmente ha sido. Buscamos
justificaciones inventadas partiendo de un
fin principal, normalmente, el fortalecimiento de crear al Estado-Nación
de hoy de los antecedentes y mitos que justificarían su elección y designio histórico.
Para los nazis, las naciones habían
existido siempre. Eran la forma básica
de organizar las grandes comunidades. Por supuesto la nación de los germanos había controlado en otro tiempo gran parte de Europa, con la dimensión añadida de la supuesta superioridad
racional germánica. Todo ello acabo creando campos de exterminio como ya sabemos.
En resumen, a día de
hoy, más allá de las diferentes
interpretaciones, podemos asegurar que Europa no ha estado poblada desde el
primer milenio (d.c.) por grandes bloques
de población conscientes de unos vínculos nacionales distintivos que
configuraran de un modo habitual su vida
y sus actividades. Las identidades nacionales
que empezaron a imponerse en el
XIX, no supone, como algunos dicen, que fue la exposición de algo que estaba siempre ahí; la reaparición de algo que estaba escondido. La nación había existido como raza propia siempre. Sin los medios de
comunicaciones de masas del XVIII y el XIX, habría sido imposible reunir en
comunidades nacionales unas poblaciones
numéricamente tan grandes y
geográficamente dispersas.Las condiciones de medios, transporte, deslocación etc. influye como es lógico en la creación de identidades colectivas, que harían muy distintas las del siglo I de las identidades colectivas creadas en el XIX.
La identidad, según los últimos estudios
antropológicos, tiene que ver más con la percepción que cada uno tiene de
pertenecer a esa identidad, más que de elementos mesurables. La percepción de
la identidad que el individuo tiene en su mente y la forma en que el individuo
es percibido por los demás. Así personas
que tienen la misma cultura y rasgos diferenciales, incluida la lengua, pueden considerarse que pertenecen a identidades sociales
diferentes. En cambio individuos con
distintas culturales pueden tener la percepción de que pertenecen a un mismo
grupo.
Barth considera que la “identidad colectiva debe entenderse como un
constructo situacional evanescente, no como un hecho permanente sólido”.
Antes de la Segunda Guerra Mundial la
Identidad colectiva era vista como algo inalterable y un dato definitorio de la
vida de un individuo Los estudios arqueológicos
de Leach han demostrado que la identidad de grupo de un individuo puede cambiar
y que de hecho cambia y que un individuo
puede tener más de una identidad colectiva. Hoy los ciudadanos de la UE, por
ejemplo. Los ciudadanos con doble pasaporte etc. Son un ejemplo del cambio que
sufre el concepto de identidades colectivas.
Una vez que hemos sacado el velo del “Gran
Relato”, podemos intentar ver con la luz de la objetividad, el estudio arqueológico
y sin la pasión de la justificación
nacionalista de la raza, los movimientos
migratorios y la mezcla de identidades colectivas en la creación de Europa.
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