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jueves, 24 de octubre de 2019

Imperiofilia.


     

        ( FOTO. Teatro Romano de Mérida)

El libro de J. Luis Villacañas, Imperiofilia y el populismo nacional-católico, es un ensayo de 235 páginas,  que tiene como objeto cortar y oponerse al libro de Roca Barea “imperiofobia”, que  el  considera un escándalo intelectual y un peligro social. El libro parece estar escrito de prisa, no quiere decir con ello que sea ligero de fundamentos. De prisa, porque  sale a borbotones toda la artillería  intelectual Villacañas la cual dejándola suelta sólo   necesita espacio para dejar en el papel  un  torrente de argumentos del pensador, filósofo, historiador, teólogo, intelectual humanista en suma. Creo que no necesita pensar mucho en esta controversia para publicar un texto de 300 páginas
    
      Sobre la controversia  hay  un post en el blog en el que ofrecemos bastante información a favor y en contra del libro de Roca Barea. El libro  en si desmonta punto por punto lo que considera exageraciones, mentiras y visiones interesadas y parciales de Roca Barea. Y tal vez, lo peor, es que no le da ni el más mínimo crédito intelectual, llegándolo a considerar un folletín visceral, facilón, que busca mover los sentimientos y emociones de gente bien intencionada pero tal vez poco informada.
     Villacañas cree que hay un movimiento contra Europa y que la autora y su libro es un granito más de la propaganda e influencia intelectual contra esa idea. El Brexit, este libro, la idea extendida de que Europa tiene culpa de lo nuestro, y el anhelo de que aún podemos ser un Imperio.  De aquellos polvos recordando cuando  se le vió el plumero a Aznar en la foto de las Azores, a estos lodos pasando por Steve Banon. En el fondo es traer al imaginario una idea perversa que quiere hacer ver que podemos  ser grandes fuera de Europa y  que tenemos vocación de Imperio. Y que en el fondo los mismos demonios de siempre, la Ilustración, El Renacimiento, La Reforma protestante, y ahora entregar nuestra alma a la Europa del humanismo es  nuestra perdición. Ellos sólo han pensado en destruirnos, parece decirnos Roca Barea, y ahora lo siguen haciendo.

     Sin entrar en relatar más sobre el libro en si, dejando atrás los argumentos que rebaten punto por punto la teoría de Roca Barea,  me gustó  mucho el prólogo y las conclusiones. En ellas se muestran las ideas  fuerza que mueven al autor  a enfrentarse al libro. Por ello   me permito pegar,  al vuelo,  algunas de las ideas que el autor deja en el mismo. Lo expuesto no es copia literal, sino resumen hecho por mí.
  ....Escribo este ensayo por ....es un libro dañino y peligroso. En realidad, se trata de un artefacto ideológico que ha iniciado el paso  a la ofensiva de un pensamiento reaccionario cuyos efectos estamos observando ahora con nitidez. .....En el  ya estaban señaladas las líneas de fuerza de la ofensiva reaccionaria que va a disputar la lucha por la hegemonía cultural española en los próximos años. Del sentido de esta batalla depende en cierto modo el futuro que podemos proyectar para este país en todos los terrenos. Solo hoy, desde luego, conocemos el conjunto de fuerzas que se han puesto en pie para alterar los fundamentos morales y políticos de nuestro mundo; solo ahora intuimos el dinero que se está movilizando en este sentido, y solo en la actualidad presentimos las aspiraciones fundamentales que se pretenden conseguir con actuaciones de todo tipo , desde manipulaciones de cuentas de Facebook hasta intervenciones programáticas como Imperiofobia. .....que ahora se revelan ante nuestros oos se viene incubando desde hace tiempo.
La segunda razón parece más personal, pero no lo es. Desde luego, Imperiofobia ataca de un modo insidioso y grotesco todo lo que he defendido en mi humilde obra. Por supuesto, aquí el énfasis se pone en que lo hace con métodos improductivos, estériles y engañosos, ilegítimos desde el punto de vista intelectual. ....su forma de proceder en este libro, Roca Barea, es lo que llamo populismo intelectual reaccionario. Su esencia reside en mezclarlo todo, confundirlo todo, y en ese maremagnum no ofrecer una razón atendible, sino solo un tu quoque infinito.
El protentismo y Europa son los enemigos de España. El populismo político ya tiene su enemigo exterior.Roca Barea no trata de comprender al enemigo, lo demoniza como populismo intelectual reaccionario.
He luchado desde siempre por comprender Europa y sus tradiciones intelectuales, religiosas y morales. La meta de todos estos estudios siempre fue ofrecer elementos par reflexionar sobre la  propia historia hispana, no para dejar de ser lo que somos, sino con la idea de seleccionar los elementos que nos pemitan acercar las distancias que nos separaban, y nos separan, de nuestros socios, amigos y aliados europeos. La meta de esta comprensión de Lutero, de Kant, de Lessing, de Weber y tantos otros, no es desde luego PRODUCIR UNA ACULTURACIÓN HISPANA, NI QUEBRAR EL CONTACTO CON LAS REALIDADES HISPANA TRADICIONALMENTE ASENTADAS, SINO SENCILLAMENTE ABRIRLAS A OTROS ESTÍMULOS, ESTILOS Y ARGUMENTOS y así producir novedades que podrían ser funcionales al mundo que se preparar en el futuro. .....ayudar a suturar la fisura que separa a los pueblos del norte  y del sur de Europa, procurar una comprensión de su historia desde la nuestra como condición  de exigir un trato recíproco. .....Todavía le cabe un futuro al ser humano europeo una vez que se acabaron los tiempos del eurocentrismo imperial que concluyó con la Segunda Guerra Mundial. IMPERIOFOBIA PRETENDE TODO LO CONTRARIO.
Sitúa en un plano de hostilidad esencial contra España a todas las naciones europeas, en especial a las del Norte, e invita a despreciar toda comprensión de su historia y su cultura.
LANZA EL SEÑUELO DE QUE LA OPCION IMPERIAL SIGUE ABIERTA, pretende lanzar a unas naciones contra otras en una nueva carrera imperial que fracturaría para siempre Europa, como se ha visto con el Brexit. Al excluir la posibilidd de una construcción equilibrada de Europa, prepara a las naciones europeas para ser víctimas de los únicos imperios que, en su opinión, están vivos: los estados Unidos y Rusia. .....mi convicción es que es posible una evolución adecuada de la mentalidad europea capaz de definir el homo europeus del futuro, que esté en condiciones de hacerse cargo de la complejidad de la situación mundial y de ofrecer una forma de cuidado del mundo capaz de garantizar su supervivencia. Y para eso, debe ofrecerse un horizonte común en disposición de unificar el norte y el sur de Europa en un argumento, en un tipo humano diverso por sus tradiciones pero coherente en sus refracciones y con capacidad de comprenderse y entenderse.
Conclusiones:
¿CUAL DEBE SER LA RELACIÓN DEL SER HUMANO CON LA HISTORIA?.
1.- No la de Roca Barea que se mantiene en la trinchera de combates históricos  que ya no existen. O a recordar y encarnar aquello que tiene hoy un valor apologético de la propia actitud combativa. .
2.- Debe ser la sobria y saludable actitud republicana hacia la historia, y dice así:
La despedida es la respuesta medida del ESCÉPTICO a la mirada del pasado, el cual determina y domina toda  la realidad. EL ESCÉPTICO, cuya actitud fundamental es la despedida, tomará SOBRE SÍ EL PASADO, INCLUSO SI ES DOLOROSO. No caerá en ilusiones de que haya algo únicamente permanente, tampoco albergará sueños de eternidad e inmortalidad. Él es el hombre que lleva consigo, en toda sus existencia, la cuenta del pasado.
3.-De la cita se extraen varias ideas.
La primera.  Se escribe la Historia para despedirse del pasado. Las despedidas son desgarradores, intensas..... uno sólo se despide de lo que no ama. SE ESCRIBE LA HISTORIA PARA TENER LA IMAGEN DE LO QUE UNO SE DESPIDE. Si uno no recuerda de forma nítida la imagen de lo que se despide, no se mantendrá unido a ella......El historiador es aquél que no quiere despedirse de cualquier forma, quiere saber de que se despide, ver su rostro cara a cara. El escritor escéptico de la historia se lleva su rostro consigo y le acompañará toda la vida. Con sus defectos y recuerdos dolorosos. ....La prueba de su amor no  es que lo recuerde bellísimo, idealizado, impuro.
ROCA BAREA ama las cosas de España, sólo si ella dibuja un rostro ideal, eternizado, sin mancha. No entra en su cabeza recordar un defecto, una equivocación un dolor. Por el contrario el escéptico  carga con todos los defectos porque sabe que su amor a la realidad los supera. Tiene un compromiso con lo real para mirar de esa manera el pasado. ...Los defectos  del pasado  siempre implican sufrimientos de seres humanos concretos y reales, y por respeto a ellos no quiere, el escéptico, ocultarlos ni confundirlos. NO ES MASOQUISMO, SE TRATA DE QUE LA EXPERIENCIA DE AQUELLOS DE LOS QUE NOS DESPEDIMOS TIENE SU VALOR Y SU DIGNIDAD PROPIOS. Ellos también  fueron  fines en sí mismos. NO PODEMOS RECORDARLOS  SOLO DE LA MANERA QUE NECESITAMOS NOSOTROS PARA NUESTRA EUFORIA. NO PODEMOS INSTRUMENTALIZARLOS DE FORMA GROSERA. El  historiador se despide del pasado como forma de tenerlo dentro, es un COMPROMISO DE RECORDAR PARA NO REPETIR.
Hacer historia es pues dibujar bien el pasado, mirar bien el presente y preparar el futuro. Se trata de que llevemos dentro un retrato parecido y no una ilusión.
La diferencia de tener una historia adecuada o no, es el conseguir que el pasado no  sea una condición amenazante  y fantasmal,  y liberarnos de todas las tendencias de verlo reencarnado en cualquiera. Esa toma de distancia nos da libertad.
UNA LIBERTAD PARA NUESTRA PROPIA EXPERIENCIA, eso es lo que pretende el que escribe la historia. Esta visión  precisa tener una expectativa concreta respecto de su futuro. Roca Barea tiene una única expectativa de futuro para España que es la repetición de un pasado imperial.
Odo Marquard, en su obra “despedida de los princípios” incita a un combate luminosos contra el fundamentalismo y una necesidad  de descargarnos de toda instancia absoluta. Pero tamibién de una idea de libertad absoluta o de una fidelidad absoluta. Esto sólo podemos hacerlo a través deuna historia escéptica.
Esta concepción de la relación  saludable entre pasado, presente y futuro debería haber llegado de algún modo a la conciencia de los historiadores y políticos  catalanes, que han sumido a su país  en una crisis sin precedentes que compromete su destino como nunca antes. Su visión falseada e idealizada del pasado ha producido la expectativa de una falsa idea de libertad como desvinculación absoluta de España y de su historia. Es lo mismo que en Roca Barea: UNA IDENTIFICACIÓN ABSOLUTA CON UNA PASADO CONSIDERADO ETERNO Y ESENCIAL. Esa representación responde al deseo , no a la verdad de la realidad.
La nación tardía. España es una nación tardía. Cataluña es una nación tardía. ( lo explica el autor este concepto en otro libro. ....viene a ser lo que el considera que  España nunca fue nación  realmente en su historia y se apura en los últimos años la ideología para constituirla nación histórica como lo fueron Francia o Portugal). Una nación tardía no tiene la seguridad de si misma, salvo si se eleva a absoluta. Ahora bien cuando la nación tardía española tiene que  mimetizarse para contrarrestar las inseguridades de la nación tardía catalana es cuando lo hace o se obligada a responder a sus distorsiones con otras exageraciones. En el ámbito de la Historia, como se ve, lo contrario de una falsedad es una falsedad contraria, no la verdad.
Esta obra de Roca Barea, ante el desafío   catalán y sus excesos y frustrada porque no hubiera una respuesta nacionalista española, ha querido calmar muchas inseguridades, genera muchas fidelidades absolutas y atiende a la conciencia desdichada de muchos de los que se veían peligrar como pueblo. El libro apela a los estratos acomodados de la sociedad española, los cuales han respondido con fervor y entusiasmo.
¿Que mensaje le lanza el libro a las élites de los estratos acomodados?:
                  Pues algo simple en si mismo y que apela a la movilización. Vuestra posición        social no es gratuita, vuestro bienestar es el el propio de una gran nación imperial, y ninguna élite de escritores funcionarios o pagados por la oligarquía catalana puede impugnar vuestro lugar histórico bien conquistado.
              Esto exhorta y da ánimos en una situación desesperada y angustiosa. Si, pero  yendo un poco más allá de esto lo que se percibe es ver en todos estos espíritus la inquietud de la debilidad y la falta de seguridad y autoestima de quién en en fondo ignora su propia historia y está inseguro acerca de su legitimidad.
      Roca Barea no muestra con firmeza el carácter históricamente insano del independentismo catalán sino que se lanza a una burda imitación, hasta configurar su propio absoluto. En lugar de denunciar con sobriedad ese populismo intelectual catalán, se ha dedicado a producir  otro populismo antipático, supremacista, prepotente, desconsiderado, incapaz de tomar distancias respecto de lo que es España, lo que es Cataluña, y lo que es Europa. Si ella anhela la España imperial y es la que quiere mantener activa, entonces, ciertamente los aspectos antipáticos del nacionalismo catalán se tornan  simpáticos, porque vienen connotados como la única salida del débil ante el actor imperial renovado que impone su progreso, su homogeneidad , su civilización y no sé cuántas cosas abstractas más...
      Las visiones  como las de Roca Barea lo que buscan es diferenciar amigo y enemigo, lo que es contrario al espíritu democrático. EL CORAJE CÍVICO, y democrático, IMPLICA VALOR PARA RECONOCER NUESTRAS IMPERFECCIONES COMO COMUNIDAD POLÍTICA, Y AL MISMO TIEMPO, EL VALOR Y LA SOBRIEDAD PARA  NO SENTIRNOS DEPRIMIDOS POR ELLAS Y GENERAR ENTUSIASMOS POSTIZOS para ignorarlas, compensarlas y darles ánimos. Las actitudes tipo Roca Barea parecen temer la muerte como pueblo si deja de golpear con su martillo mitológico. Pero esta actitud es  estéril y nos aleja de los retos reales que tiene nuestro país como comunidad social y política.  En su falta de coraje testimonia la carencia más decisiva: el coraje de conocer.
   Este afán apologético del pasado imperial, proporcional a su falta de fe sincera en su propio país,no hace sino bloquear el coraje básico de Occidente, el coraje de afirmar el mundo moderno, el mundo de la objetividad, de la toma de distancia, de la sobriedad de mirada, de la fortaleza de ánimo sereno, de la responsabilidad; virtudes que hacen verdaderamente grandes a los pueblos y a los humanos, aquellas cuya carencia nos llevó a todas las derrotas históricas.
LA LEYENDA NEGRA.
Existió y dominó la conciencia de muchos países europeos desde los tiempos de Felipe II a la paz de Westfalia. Fue un arma de los enemigos de la Monarquía hispánica.
     Si, y qué.
  Cuando se está en guerra, se está en guerra, y una forma de hacer la guerra puede ser esta. Cuando  tu declaras la guerra, en este caso la Monarquía Hispánica, debes saber con que elementos cuentas y que recursos para la protección del pueblo y conseguir la victoria de tu causa. Uno de los elementos centrales para toda victoria es disponer de una CAUSA JUSTA. ( En la guerra moderna, véase USA, la propaganda y el lanzamiento de mensajes a la opinión pública es fundamental para exponer o fabricar una causa justa de tu decisión. Recordemos  las guerras contra Irak, etc. ). Los pueblos europeos atacados se defendieron con una forma de defensa que fue la leyenda negra. Por regla general fue la monarquía hispánica con ánimo expansionista la que declaro la mayoría de las guerras. Pues bien podemos decir que LA LEYENDA NEGRA ES LA EXPERIENCIA MODERNA DE QUE LA GUERRA TAMBIÉN SE GANA CON LOS INTELECTUALES Y LAS IDEAS. (  Y añado que es para entendernos lo que otras vezes hemos tratado que no es otra cosa que la lucha por el Relato. ).Quien decide la guerra no es la oligarquía del país sino el jefe de una casa extranjera desarraigada cuyo sentido de las cosas es completamente hermético al resto de la población. La enseñanza de la leyenda negra en este sentido es clave, y nos habla de la incompetencia y de la imposibilidad de los dirigentes de la Monarquía hispánica para implicar a las mejores inteligencias de este país en la defensa de unos intereses  demasiado exclusivos y privilegiados que muy pocos percibían como propios.
      En suma, he defendido QUE ESCRIBIR HISTORIA ESCÉPTICA ES COMO SENTIRSE LIBRE DEL PASADO, Y ESO ES LO MÁS PARECIDO A VOLVER A NACER. Eso implica conocer el pasado y tenerlo a la vista a la distancia adecuada.
      LA fijación con el pasado es síntoma de una energía no funcional, desaprovechada, forzada, que no quiere explicarse las razones de la pérdida. Está atada al pasado como si esa pérdida fuera irreparablemente injusta, impulsada por un enemigo tenebroso y omnipotente, el que forjó nuestra maldición  con la leyenda negra. Esa energía no está preparada para elaborar el genuino deseo del futuro. No es una energía al servicio de la liberación del pasado, la profunda fuerza moral que escribe la historia, sino aquella melancolía fijada a un pasado que prepara fatídicamente su repetición.