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miércoles, 6 de octubre de 2021

Kasper Juul. Soy tu Spin Doctor. Iván Redondo.

 

Borgen: Una obra maestra sobre los entresijos de la política | Series para  gourmets

Kasper Juul. Soy tu Spin Doctor

Después de una larga ausencia podemos contar con la opinión de Kasper en el blog. Bienvenido de nuevo. Y como manda la actualidad, estas son algunas de las preguntas casi obligadas que te tenemos que hacer. 

     Aprovechando  la ocasión tenemos tres temas que si fuera posible pudiesemos tocar, aunque sea con algo de retraso en algunos. Cuál es tu opinión sobre la salida de Iván Redondo  del Gobierno y su entrevista con Évole; como ves la convención del PP; y que te sugiere el tema de los Pandora Papers. 

  De momento tocaremos hoy sólo el caso de Redondo, y posteriormente los demás temas. 

 ¿ Cuál es tu opinión sobre la salida de Iván Redondo  del Gobierno y su entrevista con Évole?

   Kasper: Encantado de poder estar aquí de nuevo, un placer. 

        Sobre Iván Redondo, comentaré que ya hice mención a él en otra intervenció en el blog a respecto de la figura del consejero o como aquí denominamos "spin doctor", de los dirigentes  políticos. Función que los dos realizamos por igual, yo en mi caso en Dinamarca y el aquí en España. 

      Pues bien, por adelantado vaya que  para quié conozca mi trayectoria en Borgen, verá que  mi similitud con Iván es total. En un momento dado yo que era como el sol que iluminaba todas las decisiones de la primera ministra Birgitte Nyborg me ví desplazado, mejor,  expulsado de su entorno y aparecí sin más en plena calle. Había pasado del día a la noche. Pasé a colaborar en medios de comunicación, tendría que ganarme la vida, y posteriormente, aunque parezca paradójico,  a colaborar con el partido de la oposición realizando el mismo trabajo que realizaba con la primera ministra. Mi trabajo no había sido en balde, había acumulado experiencia,información, imagen, contactos etc.  mi nombre era conocido y tenía un prestigio que podía aprovechar. Evidentemente había progresado. O sea no había perdido el tiempo.

      En ese aspecto pues no podía quejarme. No obstante,  los humanos no somos tan fríos o racionales como deberíamos y sólo a través de palos o  experiencias negativas  uno se van haciendo real y humilde. No es fácil no endiosarse, diría que es muy difícil gestionar  o pasar de ser el rey de la influencia y de  que  tus opiniones se conviertan en decisiones de un primer ministro; de que todo el mundo este pendiente de tus susurros, de que por todo parte a la gente a los colaboradores les gustaria decirte , darte información y opinión. Te conviertes en un ser importantísimo e indestructible. Ese "ego", ese "narciso", no es fácil de gestionar, es inevitable. Te olvidas de que realmente eres un técnico, una máquina humana que cruza datos, estudios, experiencia y tu jefe quiere de ti soluciones sociológicas, basadas en la realidad , en los sondeos de opinión y que le ofrezcas soluciones para tomar la decisión política que hagas menos destrozo en su  imagen y la de su gobierno. Nuestra misión es estar en la sombra, pero nuestra relación con los medios de comunicación nos hace importantes y aparentemente trascendentes y nos dejamos querer, porque a todos nos gustan los focos. Ese es el gran error. Todo líder necesita una persona preparada, sacrificada, muy leal que se dedique a madurar sus opiniones. Cuando esa persona  está en el foco, es relevante, se hace ver tanto, ya no se convierte en el tranquilo pensador de segunda fila que susurra al oído, sino en un personaje de influencia pública al que se le ha privado del reposo, la libertad incluso para pensar  y ya  no cumple la función  para la que se nos quiere. 

      Creo que Iván Redondo, igual que yo en Borgen, cayó o le arrastraron  hacia ese rol que al final acaba mal. El compaginar el papel de  spin doctor con el de Jefe de Gabinete es mezclar ya actividad política con asesoramiento, y creo que al final no da buen resultado. El Jefe de Gabinete se habrá enfrentado a la Vicepresidenta y ministra de la Presidencia ya que sus funciones se rozan en muchos casos y eso lleva al conflicto. En el caso de Iván Redondo en la entrevista que concedió a Jordi Évole hacía resaltar que el no era  político para salvarse de ciertas críticas, no obstante si lo era o ejercía como tal, sin el desgaste y el riesgo del que es político. Por encima eso le permitía rivalizar con personajes  del partido con un claro perfil político. Lo que no puedes hacer es para unas cosas considerarte político en lo que gusta y después utilizar tu comodín de consejero para justificarte o no responsabilizarte. Eso es lo que parecía deducirse en algunos aspectos de la entrevista.

     Creo que se equivocó en conceder una entrevista que tenía como objetivo justificar  que no lo echaron, cuando eso no debía importar tanto.No consiguó su objetivo, aún pende más la duda y mostró una cara narcisista con esa intención que no le favorece nada.  El papel que desempeñó al lado del Presidente exige de una lealtad permanente, un silencio prudente y la imagen de un hombre que tiene secretos y los va a guardar. No fué, lo siento, esa la imagen que dió en la entrevista. Más bien no pareció una entrevista sincera y si parecía una concatenación de justificaciones y de quedar bien que realmente no son relevantes, incluso para su imagen personal. Tiene derecho a buscar trabajo y a venderse, pero el capital laboral o de experiéncia que ha acumulado lleva aparejado que él realmente era una persona llamada a realizar un trabajo en el que tenía mucha importancia pero por eso mismo lo hayan echado o se haya ido su  relato no debe ser ninguno. Esto se acabó, duró lo que tuvo que durar, he cumplido, quién me eligió ya no considera útil mi presencia y punto. 

      Creo que ha perdido credibilidad, ha jugado demasiado o se ha creido demasiado ser un punto referente y transcendental que le hacía imprescindible. Ha sido un mal paso, lo comprendo, debido a que los humanos lo tenemos muy difícil  saber que papel realmente ocupamos cuando nos regalan el oído continuamente.