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lunes, 15 de noviembre de 2021

Historia del poder político en España. Villacañas.

La historia del poder político en España, es una obra magnífica que te coloca en la explicación histórica de situaciones y causas. Es crítico  y pedagógico y el bagaje que se extrae de él es monumental. Repite o conecta  muchas cosas ditas en  "La Monarquía Hispánica" , por lo que habiendo leído primero este libro se entiende mucho mejor la  "Historia del poder político en España". Tiene esa visión racionalista y heterodoxa de Villacañas en el que siempre encuentras reflexiones, datos, historias que no sabías. A mi modo de ver no es parcial ni divulgativo de ninguna idea, aunque estará quien piense lo contrario. 
       El fin de la historia es principalmente explicar la relación del poder entre las élites y los sometidos a ese poder. Las relaciones de poder, el cambio del mismo, la relación entre los que mandan y los que obedecen es la explicación y el fondo de cualquier historiografía. El resto es citar reyes, fechas, revoluciones, sin ir al porqué y sus consecuencias. 
 
HISTORIA DEL PODER POLÍTICO EN ESPAÑA. Villacañas. audio UNED. 



 
Conceptos claves.  USO POLÍTICO DE LA HISTORIA. NACION EXISTENCIAL Y NACION POLÍTICA.- NACIÓN FALLIDA.
Apuntes varios. 
    

 .-Reconocer, conocer al contrario al que te ha hecho daño.
.-Americo Castro mete la cabeza para explicar la diversidad medieval. Pero fue una idealización o ¿existió realmente la convivencia.?
.-La fisura entre élites y  el pueblo  es muy alta en la historia de España. 
 .- Había una cultura Andalusí y una  cultura mozárabe que había sobrevivido a la cultura musulmana. La sociedad andalusí y mozárabe desaparecen en la mitad del XII, son los herederos de Alfonso VI.
 .- La sociedad hispánica a partir de ello pierde la capacidad de controlar su destino,  deja de ser una etno-formación endógena.
 .- Los Francos y los Almohades hacen una gran presión sobre la cultura endógena. Entran los ritos francos, se queman los ritos mozárabes y la cultura andalusí pierde con los almohades. Las liturgias francas son una revolución. Las  nuevas abadías feudales con cobros de impuestos importadas de Francia. Los almohades arrasan la riqueza cultural andalusí, las élites etc. son como el ISIS de hoy que entra en Andalucia. Aquitania era el centro comercial andalusí, por eso es tan importante Navarra como camino de canalización del comercio
  .- SANTIAGO y TOLEDO.  Son la antítesis de interpretación del mundo de la época. Es  fundamental el papel que juegan los judios  en este mundo polarizado entre cristianos.  Toledo queda encriptado en la cultura mozárabe, Santiago es la representación de la cultura carolingia y el influjo de Roma.  Gregorio I protege Toledo junto a las élites del Sur, como  oposición a Bizancio. Se empiezan a producir poderes cristianos en occidente. Toledo nunca llega a ser una ciudad cristiana occidental. Primero el influjo bizantino, después mozárabe y la influencia judia.  Alfonso VI, da el Fuero Juzgo a Toledo y la concibe como unión de cuatro ciudades. Alfonso VIII después de las Navas de Tolosa la sigue concibiendola así. En  1448 todo esto va a cambiar. Santiago está hecha para ser  Toledo  y es la punta de lanza el poder franco en España. Gelmírez es aliado de los francos. Gelmirez, Urraca, como padrino de Alfonso VII,es hijo de Urraca y Raimundo de Borgoña, es un rey borgoñón. Igual que lo será Afonso Henriques, primo de Alfonso VII, en Portugal. Vemos la gran influencia europea en que venza Santiago frente a la cultura mozárabe de Toledo. 
.- Para Carlomagno Toledo era una excentricidad. 
.-Somos  el resultado de una construccion estatal religiosa. Somos el fruto de la construcción de un estado  a partir de una concepción religiosa. No  tuvimos el baño heterodoxo europeo. No  tuvimos Erasmismo. Esta  construcción religiosa estatal fuerte,  nos marca con los judíos, con los musulmanes,  con la evangelización de américa,con  la contrareforma. ....TODO NOS MARCA. 
.-El mayor enemigo geoestratégico de España ha sido Roma, a partir de 1520 a 1648. El  poder eran los Austrias y el papado. Estructuralmente era la lucha europea de güelfos y gibelinos. 
.-Carlos quería controlar al Papa y viceversa. Esa fue la lucha del Imperio. 
.-HOMOGENIZACION CRISTIANA 
 .- El problema de la homogenización cristiana: nos llevaa la Inquisición. 
.-Fernando de Talavera contra Cisneros.
      Fernando de Talavera era un converso. El problema no es la homogenización cristiana, es lo fallida que resultó por el tribunal de estado que es la Inquisición. Esta es la primera revolución moderna por parte de la iglesia al hacer un tribunal de estado.
.- Reyes católicos enterrados en Granada.... una enfermedad de la nación. Es la nación hegemónica  que se impone rechazando a una gran cantidad de súbditos... que eran los más avanzados, los grandes médicos, economistas, agricultores..... lo que podrían ayudar en el sistema capitalista. Nadie de las élites de los reyes católicos impugnaba la homogenización, la diferencia es como aplicarla,,,,,, Talavera /Cisneros. Talavera ya llevaba un siglo de converso.... fue una integración existosa en el siglo XV... siglo nacional, protoburgues, siglo de creación nacional..... lo trastoca todo la Inquisición y el pensamiento castellano....castilla vivió de la guerra, y hay una regresión de espíritu y un abortage de la construcción nacional......LOS PORTADORES DE LA CONSTRUCCION NACIOANAL CASTELLANA FUERON LOS CONVERSOS. Ese es el problema de la creación de la inquisición. El estado al marginar a los conversos quedó como una sociedad coja sin sus mejores intelectuales. 
 
      .- HISTORIA DEL PODER POLÍTICO EN ESPAÑA. PARTE 2º. VILLACAÑAS. LA NACION. CORTES DE CADIZ. PAPEL QUE JUEGA UNA DETERMINADA FORMA DE ENTENDER LA RELIGION.  COMO SE ARTICULA LA PLURALIDAD NACIONAL, CONDE DUQUE DE OLIVARES 1640. 
      Nosotros-ellos. COmo se puede articular la unidad. decretos de nueva planta. nueva dinastía. la revolución francesa. Godoy, carlos IV. Cadiz. Para entendernos tenemos que asumir que ha cambiado la guerra.                                                                                                           En 1808 es el primer momento de la historia de españa en que existe una guerra capaz de constitutuir una identidad nacional,  antes nunca lo hubo. 
     FELIPE III ya no puede mantener los tercios, los jovenes huyen para no ir a los tercios. La unica diferencia es que Cataluña participa porque la vive y está en la frontera y allí emerge una resistencia popular. Ni siquiera la guerra de sucesion fue de configuración nacional. Los catalanes estaban haciendo una guerra internacional.... pedían una mayor foralidad que consiguirá Navarra. 
      Contra el francés de Napoleón da lugar a la creación de la nación.... se ve que hay una nación existencial,  pero no es lo mismo que la nación constituyente.  El problema de las élites-afrancesados. No hubiera habido nación constituyente si no la hubiera puesto Jose I. Lo primero que quiere hacer es eliminar los mayorazgos,  esto sería la configuración de una sociedad burguesa. Los grandes representantes de la iglesia, aristocraica y alguna burguesía como Jovellanos creen que españa es una nación constituyente. El mito de Cadiz como lugar de la ciudadanía. El mto surge en 1823, no surge en 1812. Mito de anhelos liberales cuando Fernando VII pone fin al liberalismo. La constitucion de cadiz era republicana con Rey. Lo que no se entiende es la represión de Fernando, 
      Debate sabelino-carlismo que pende durante el XIX.  DONOSO CORTES....diciendo la soberanía  viene de Dios. Avisa que si no caemos en el pensamiento de la revolución francesa. Donoso es el arcano de la dictadura franquista.....MAeztu y él,  los  dos grandes teóricos de la dictadura soberana. Creen en la nación existencial pero no en la nación constituyente. 
      Influencia de Donoso sobre Canovas es grande. ...los dos saben que la revolución es inevitable si hay democracia....se trata alargar el tiempo histórico para detener lo inevitable. Donoso dice volvamos a la Iglesia Católica. Maeztu habla del mal que significa la  destrucción del episcopalismo, es necesario  que la iglesia siga teniendo poder que evite la revolución. Canovas dice hagamos una falsa democracia con la restauración. Donoso detiene lo inevitable con el retorno a la constitución católica, obispos con poderes en sus diócesis. Canovas piensa lo mismo pero utiliza el artificio democrático. La generación de Ortega vive el mundo Cánovas. Se han equivocado los del 98 . La generación del 14 comete errores. Los jóvenes del 14 aspiran a una aceleración histórica pero  la evidencia  es que la gente católica  es pétrea... esto produce la catástrofe revolucionaria.
     La república se hunde por la incapacidad del bloque republicano. Es incapaz de reconciliarse con el bloque católico. Un  error  fué darle al presidente voto negativo, puede desarticular un gobierno pero no tiene la capacidad de crearlo. Influencia de Weimar. Azaña no puede llegar decir que la nación existencial ha dejado de ser católica.La republica o iba a una dictadura republicana o moria. En el 32 la República está muerta. La República no viene por voto popular, viene por voto indirecto de concejales. Saben que la nación existencial sigue siendo católica. Años 70 desaparecen la nación existencial católica. El cambio económico, el vaticano II..... Cuanto menos nación existencial más nación constitucional. La nación existencial no es sólo católica, recordemos a la nación existencial liberal contra la invasión francesa. La única vez que se aprobó una constitución en referéndum,  1978,  ya no había la coacción de la nación esistencial católica ni la republicana. Hay un poder constituyente,  estamos creando una nación constituyente. Hay que reformar la Constitución para crecer como nación constituyente. El problema de hoy de la constitución es que el bloque hegemonico de entonces ya no existe, excepto el PSOE. El PNV es hoy más fiel a la Constitución que el segundo Aznar. Los desastres de Aznar son grandes. El PP no hizo la constitución la ha utilizado con la letra para dinamitar el fondo.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Para entender la derecha española: Donoso Cortés, Cánovas y la visión de Pablo Iglesias y José Luis Villacañas

       Tenía en el cajón el video de "Otra vuelta de tuerka" en el que Pablo Iglesias entrevista a José Luis Villacañas. El vídeo, en cuestión, es una riqueza de ideas políticas, filosóficas e históricas que deleitan a uno. Ha estado ahí en el cajón simpre pendiente de intentar desmenuzar con comentarios o resúmenes. Como siempre el escuchar o leer al profesor Villacañas es como una bocanada de agua fresca de manantial de la sierra  en medio del calor sofocante de una caminata campestre veraniega. 

        En la moción de censura presentada por Vox, la contestación de Pablo Iglesias fue de un alto nivel dialéctico y parlamentario con la visión del profesor de historia del pensamiento político.Se agradece escuchar algo así en una tribuna parlamentaria, dano el tono de mediocridad habitual.No es muy políticamente correcto decir esto, pues entramos en la diatriba política y existe una clara demonización de todo lo que diga Pablo Iglesias, sometido a la presión del ruedo ibérico. Más allá de esta visión lo que nos trae hoy aquí es conectar los dos vídeos que exponemos a continuación. 

          En el primero a partir del minuto 33 Villacañas está exponiendo los antecedentes y  los pensamientos políticos de que arranca la tradición moderna de la derecha española. Donoso Cortés y Cánovas del Castillo son las columnas de esta explicación. Admirador de Donoso y no de Cánovas, Villacañas arranca del discurso de 1848 de Donoso sobre la dictadura, única solución contra la democracia que derivara inevitablemente en Socialismo. Cánovas  como estadista  de la  época hará una labor diferente  disimulando una democracia tapadera que culminará en la Restauración. Sigue Villacañas que el pensamiento de Donoso se continua a través de Ramiro de Maeztu que entiende que España necesitará una dictadura a largo plazo  para convertir  un país agrícola al capitalismo, evitando el paso por el socialismo. Todo ello con la unión del pueblo que había quedado fuera  del pensamiento canovista que era un entramado de Estado. La dictadura soberana a largo plazo con un pueblo español nuevo, idea primigenia de Donoso Cortes, continuada por el falangismo de Ramiro de Maeztu y más continuada por Franco y sus gobiernos tuvo éxito. Eso ha sido la España de la que arrancamos en la Transición de 1978. 

      En el segundo vídeo a partir del minuto 9,30 y hasta el 13,32, Pablo Iglesias le quiere recordar a lo que el considera derecha ( PP, Ciudadanos) que se han olvidado de sus orígenes de la derecha española y cita a Donoso y a Cánovas como derecha civilizada e ilustrada del siglo XIX inicios del XX, contra esa derecha inconsciente que estaría representando Vox.  

       En el primer video hay unos minutos memorables de Villacañas explicando lo que significa el Carlismo  y posteriormente las Juntas de Castilla para entender, sobre todo con el Carlismo, que es España y su evolución política. Otro día podemos volver sobre el primer video, porque vale la pena.

               

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Cánovas y su tiempo por Leopoldo Alas Clarín. Que literario era el "Salvame" de siglo XIX. .

 Clarín se encuentra por casualidad  a  Cánovas ligando ,en la terraza de un bar , con una bella señorita .Clarín, cual paparazzi actual, no se puede resistir a fisgonear y a tratar de diseccionar cada gesto y mirada entre el político y la musa. El maestro literario no pierde detalle y lo traslada con su genio al papel literario describiendo con sutileza hasta el simple, o no tan simple, roce de manos con guante en la despedida de ambos personajes. Nadie como él en la Regenta va a describir los silencios, las miradas, las sutilezas de una mujer que mueve  y adminsitra las pasiones de un hombre, aquí ejerce una vez más de embelesado especialista en fotografiar literariamente pequeños momentos que él convierte en sublimes.
Foto de Cánovas del Castillo.
Cánovas del Castillo, el estadista artífice de la Restauración | Diario Sur
 
 Fuente:      Biblioteca Saavedra Fajardo.

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      No recuerdo si corrían los primeros  días de Abril o los floridos  de Mayo , ni del año podré decir sino que era uno de los cinco primeros de la restauración de Alfonso XII. 
      Sobre la calle de Alcalá volaban nubecillas tenues como una espuma del azul de allá arriba. Madrid alegre salió al paseo, y se parecía un poco al Madrid que soñó Musset con sus marquesas a l´oeil luttin, sus toros....embolados sus serenatas, sus escaleras azules y demás adornos imaginarios. Cuando Madrid toma cierto aire  andaluz en los días de sol y de corrida, parece lo que no es, y el que ha vivido allí algunos años se abandona a cierta ternura patriótica, puramente madrileña, que no se explica bien, pero que se siente con intensidad. Eran las tres o cuatro de la tarde; atravesaba el que esto escribe la calle, yendo de Fornos al Suizo, y en la ancha acera, debajo de los balcones de la Gran Peña, vió de cerca, por primera vez en la vida, a D. Antono Cánovas del Castillo; el cual olvidado al parecer de cuanto le rodeaba, ponía el alma entera en su íntima plática con una de las mujeres más hermosas que podían pasearse por la corte.Aunque la comparación está muy manoseada, parecía una de las vírgenes más hermosas de las del  Museo, que había saltado de su cuadro y había venido a tomar el sol por las calles alegres de la villa. Era rubia, más bien alta que baja, muy esbelta, de cabeza pequeña y modelada a lo divino; cabeza en que el oro tomaba un reflejo de aureola. Era una mujer de ambiente espiritual;y tanto, que metido en su zona D. Antonio, que se acercaba bastante, también tomaba sus tintes ideales, y a pesar del bigote de blanco y sucio y de púas tiesas, y a pesar de los ojos que bifurcan, y a pesar del mal torneado torso, y del pantalón prosáico, muy holgado y con rodilleras, no desentonaba el grupo por completo, ni mucho menos pasaba a la categoría de chillón contraste. 
      Como la dama, no sé quién era, y en todo caso el ser amado no deshonra, y como el señor Cánovs es libre y puede contraer justas núpcias , y por tanto, usar de todos los derechos que para el ejercicio de ese son necesarios, no había indiscreción en decir que a mí se me figuró ver en los del  ex  Presidente del Consejo de Ministros algo muy semejante al amor, sino era el amor mismo.Y tal como la bien avenida  pareja de palomas se esponja al sol, o bañando las erizadas plumas en las gotas de lluvia fresca y sutil, y en tanto el macho arrastra la cola, caracolea y sacude  ondulante el cuello hinchado, de donde salen murmullos de pasión perezosa, sí Cánovas y la virgen del museo se esponjaban al sol de la calle de Alcalá, ella , coqueta a la inglesa, el, galán como el más pintado de Lope. 
      Como el palomo del smil, D. Antonio llegó al extremo´de girar en redor de su desconocida ( es decir de mi desconocida), no sin tomarla antes una mano, como quién hace que se despide y se queda. No sacudía aquella mano, según la moda grosera de entonces, sino que entre las dos suyas las sustentaba con disimuladas caricias....Y la conversación seguía en tanto animada, pienso que espiritual, pues lo era la sonrisa en ambos. No había allí escandalo ni con cien leguas, que esto tiene el saber hacer las cosas; ningún transeunte paraba la atención en el grupo, ni mucho menos los del grupo en los transeuntes. Sólo yo era allí atento espectador, sin cuidarme de disimular mi curiosidad, pues ni la dama ni el galán no veían otras cosas que no fuera ellos mismos. Llegó el momento de separse;Don Antonio habló al oido de su amiga,hubo un apretón de manos, callado, serio, sentimental por lo fuerte; y prolongado el roce de los guantes con la carne al separse los dedos, al fin se fue cada cual por su lado, sin volver ninguno la cabeza. El rostro de la hermosa cambió de expresión en seguida,en cuanto dió ella el primer paso calle abajo; la sonrisa ideal había desparecido;en aquellos ojos y en aquela frente sólo se vió la seriedad prosáica, hasta donde puede ser prosáica una divinidad, de la reflexión fría y atenta. La Virgen del Museo se convirtió de repente en la musa de la aritmética. A lo menos tal me pareció.  Pero no pude seguirla porque el personaje principal para mí era el otro;Cánovas, que tomó por la calle de Sevilla. El seguía sonriendo a sus imágenes, llevaba la cabeza erguida, miraba al cielo, y de puro distraido no contestaba a los saludos exagerados de tal cual transeúnte que le reconocía. Algunos, después de pasar a su lado, se volvían para admirar no sé si al grande hombre  o al Gran Presidente del Consejo.   
      Al llegar a la Carrera de San Jerónimo, torció a la derecha, camino de la Puerta del Sol. Era su andar como el de azotacalles distraído que no sabe a donde va, ni le importa ir a un lado o a otro. A los pocos pasos atravesó la calle y se detuvo ante el escaparate de la que hoy es libreria de Fé, y que entonces era, si mal no  me acuerdo , de Durán todavía. 
      Con la atención codiciosa de una dama que registra detrás de los cristales las joyas acostadas en muelle cama de terciopelo, Cánovas, torciendo un poco la cabeza, gesto de miópe, leía los rótulos de los libros nuevos, y tal  vez olvidaba un punto las dulces emociones que desde el Suizo venía saboreando. Después de que leyó todos los letreros que quiso, dió un paso hacia la puerta de la librería, echó mano al picaporte..., pero lo soltó enseguida, cambió de idea, y siguió andando. Iba como antes, sonriendo;pero su sonrisa era ya más complicada. 
      No cabia duda el Presidente saboreaba con delite la vida aquella tarde: me precio de observador mediano, y aquella mirada vaga y alegre, aquel andar ondulante y otros signos que se ven y no se describen, me revelaban el pensamiento del grande hombre, es decir,  del grande Ministro.  
      Cánovas tiene bastante imaginación para gozar de esta perspectiva espiritual en que hay como una síntesis de los placeres, de la alegría, de los bienes que nos han tocado en suerte. Suele provocar  este delicioso espectáculo del panorama de nuestra dicha la feliz conjunción de algunos fenómenos alagueños que, como en la obra de arte, en la novela, en el drama, se juntan aveces en la vida de tal forma,que se hacen transparentes, significativos y sugestivos a la par; y convertidos en símbolos, y sugiriendo mil ideas de color de rosa, nos llevan al éxtasis egoista, tal vez el más intenso, que nos tiene amarrados por horas o por días al engaño de ver el mundo como hecho para nosotros, bueno, suave, risueño, preparado por Dios como escenario de un drama para  el  interesante espectáculo de nuestra feliz existencia. 
     Cánovas, sin duda, se contemplaba con deleite aquella tarde en la que se daba asueto, y a pie, como cualquiera,recorría las calles, y ora tropezaba con el amor, ora con el arte, ora con la poesía;es decir, con sus aficiones más intensas, según él, aunque en esto hay ilusión probablemente. 
      También para mi, el paseo de Cánovas, tenía algo de simbólico, en el sentido más alto en que el símbolo significa tal vez la forma más pura y esencial de las cosas. 
      Era aquella una escapatoria del hombre de Estado, de ser oficial, abstracto según la ley, que representa, como un maniquí, personificaciones acaso falsas aún en idea; era la escapatoria de un jefe de Gobierno, que se reconocía hombre en un rato de buen humor. 
      No todos los jefes de Gobierno  son capaces de ser hombres además. Por supuesto, dando al homo un lugar que no alcanzan la mayor parte de los que por ser bimanos e implúmes, ya quieren entrar en tan rara y elevada categoría Haced a Romero Robledo presidente del Consejo y será incapaz de ser otra cosa en su vida. 
      Cánovas si; Cánovas es algo más que un político, es decir, más que un artefacto de palo con juego en las manos, en los pies, en el espinazo y en la lengua. Cánovas es además un hombre. Aunque llegara el tiempo fabuloso en que se encargaran de la cosa pública las personas, las verdaderas personas exclusivamente, Cánovas podría continuar siendo político.  
      Pues bien aquella tarde sacaba a paseo al hombre que lleva dentro del uniforme de ministro, y a los pocos pasos encontraba a la mújer, sanción de todo mérito, único premio cierto de toda ambición  grande. 
      No se hará la ilusión D. Antonio de que le querían ganar por su cara bonita, como se dice familiarmente; pero no padecería su amor propio aunque le quisieran por su grandeza, por el brillo de su posición y por la gracia de su talento, de su donosura mundana. Ser amado por lo mismo por que se sirve para modelo de un pintor, podrá ser halagüeño; pero la mujer también sabe apreciar otras bellezas, especialmente la mujer más digna de ser amada, la que piensa y siente con orginalidad y delicadeza, un tanto desprendida de los groseros instintos, superior en parte a la tendencia animal del sexo. 
      Legítimamente podía ir D. Antonio satifecho de si mismo, como un D. Juan espiritual, por lo menos...Además, la dicha no se analiza tanto. Todas las cosas descomponiéndolas demasiado, se reducen a átomos insípidos, incoloros e inodoros. El átomo es una cosa que, de pura insustancial, quiza no existe. D. Antonio no tenía para que valerse de esa química psicológica, que han inventado los taciturnos, los misántropos, buscando la fórmula probable del amor que inspiraba. En parte se le querría por poeta, en parte por hombre rico, en parte por hombre influyente, en gran parte por caballero cumplido, en otra no menor por galán de ameno trato, de conversación chispeante, por perfecto hombre de mundo, que es además hombre de Estado, por orador del Parlamento, por autor del prológo a los dramáticos contemporáneos de Novo y Colson !sabe Dios! ! se le podría querer por tantas cosas!....El hecho era que se le amaba. 
      No: no tenía ganas de analizar en aquellos instantes el ilustre transeúnte. 
      Primero la mujer.....después las letras....
                                              II
                              INTERMEZZO LÍRICO
      Pero antes de meterme en honduras quiero hacer algunas advertencias que importan a mi crédito de hombre serio, sincero, cabalmente honrado y libre de toda pasión vil o pequeña. 
      Por estas advertencias debí haber empezado; pero el natural deseo de halagar el gusto dominante , que no puede ver las introducciones, me hizo tal vez prescindir hasta de mi fama para comenzar hablando cuanto antes de mi hombre, , mejor diré, del hombre de su siglo. 
      Además, tan acostumbrados nos tiene Cánovas a hablar casi exclusivamente de su persona importantísima, hasta en los momentos que más prisa corre hablar de cualquier otro, que acaso yo, por equivocación, habiéndome propuesto empezar tratando de mi mismo, la tomé con D. Antonio, como el hubiera hecho de fijo en situación análoga. 
      Entre el capítulo anterior y este han mediado algunos días;los más de ellos, por motivos que no importan a mis lectores, lo he dedicado yo a meditaciones filosóficas y lecturas graves. Después de estar pensando que el mundo es éste o lo otro, en si esto acabará como el rosario de la aurora, o por enfriamiento, como el teatro español, ¡Quién se acuerda de querer mal al señor Cánovas!. 
      Yo nunca le he querido mal ni bien, de ninguna manera;me encuentro con que muchos de mis contemporáneos o conciudadanos, la mayor parte con sueldo, le admiran, a veces le adoran, y resulta al cabo que es un hombre emcombrant en francés, y en español insoportable. 
       Pero esto no me autoriza a mí a burlarme del señor Cánovas como cualquier mequetrefe.Podré ser vulgar, superficial, insignificante en mis escritos, pero hoy no quiero serlo a sabiendas, y sé y siento que la materia que he escogido para este panfleto literario ofrece el peligro de la vulgaridad más odiosa: la murmuración frívola, vanamente injusta, la malediciencia ridículamente pedantesca. Vade retro!
    ¿ Porqué engañarme a mi mismo ?. Si mi espíritu está ahora para bromas ligeras, no debo dejar que la pluma resbale por las corrientes de los lugares comunes de la ironía. ¡Cuántas veces por  cumplir un compromiso, por entregar a tiempo la obra del jornalero entregada, me sorprendo en la ingrata tarea de hacerme inferior a mí mismo, de escribir pero que sé, de decir lo que sé que no vale nada, que no importa, que sólo sirve para llenar un hueco, y justificar un salario....!  Más ahora no ha de ser así; acabo de ler no sé que de Schopenhauer, de ese Schopenhauer que ya fastidia a los revisteros de París, que tal vez no le han leído; y de tristeza en tristeza, de ternura en ternura, de pudor en pudor, he venido a parar en un estilo de ánimo ante el cual  Cánovas vale tanto como cualquiera; y en su calidad de hombre, despojado de sus paramentos, reales o imaginarios, merece más que respeto, amor, amor que se deben los hermanos, aunque resulte cierto que no todos venismo del mismo padre. 
      Por todo lo cual, y por  otros muchos motivos no menos dignos de ser puestos en verso por lo que tienen de líricos, protesto contra la maliciosa suposición de que este trabajo pretenda molestar al Sr. Cánovas o a sus admiradores. Aquí no hay apasionamiento: voy a hablar del autor de la Campana de Huesca, o de Velilla, o lo que sea, tal como es, o a mi me parece por lo menos; y voy a hablar de él comparándole con su tiempo, que es lo que corresponde, pues en los siglos pasados no se sabía de Cánovas, diga lo que quiera la Época, o a lo sumo se sabría de él que estaba haciendo mucha falta; sería un deseo vago, una aspiración, al no sé que de las generaciones ya muertas. Bueno, ahora resulta que ese no se qué era Cánovas; pero nuestros antepasados no podían adivinarlo. De lo que podemos estar seguros todos es de que una vez nacido, ya hay Cánovas para rato. Comienzo pues a tratar de él y de algunas de sus obras como Spinoza quería; Sub espece aeternitatis. 
      Y, por supuesto, sin despejarme de este aire melancólico y filosófico, que nos hace medir todas las cosas por un rasero, y exclamar con Carlos V en el  Ernani de Verdi: perdono a tutti. 
                                                III
                                  CÁNOVAS POETA
      Aquí es donde yo, si tuviera mala intención, podría cargar la mano. Pero decidido a proceder con la nobleza  a que dejo hecha referencia, precindiré de todo o de casi todo lo que pueda ser desfavorable al Sr. Cánovas, y me limitaré a considerar su vida poética, sólo en cuánto nos sirva de documento, como hoy se dice, para el estudio psicológico de nuestro personaje. Porque debo advertir que es un estudio psicológico lo que estoy haciendo, aunque hasta ahora no se haya conocido. 
      Si Cánovas se hubiera contentado con ser poeta allá en sus  mocedades, hablar hoy de sus versos hubiera sido una impertinencia. Muchos hombres que después han perdurado como lumbreras en la Administración, llegando a cobrar sueldos episcopales, han comenzado por ahí, por la poesía, generalmente la erótica y la heróica. De veinte consejeros de Estado o magistrados del Supremo, diez por lo menos han comenzando sus carreras escribiendo odas patrióticas y poniendo en relación al Moncayo con el mes de las flores, por razón de lo que se llaman antiguas retóricas el similiter desinens y el similiter cadens. El furor pímpleo y aquellos arrestos pindáricos de la desordenada fantasía eran un modo inconsciene y disfrazado de anhelar los más altos puestos que puede ofrecer una burocrácia bien servida. 
      Con un poco de experiencia en el arte espinoso de la crítica al por menor, se puede adivinar en la más fantástica y aún vaga poesía, si todas aquellas
         aguas corrientes , puras y cristalinas
de Catalia irán a desembocar en una oficina. Yo conozco muchos jefes de negociado, o cosa así, que hace diez años estaban empeñados en restaurar el teatro Lope y de Tirso, o la  Égloga de Garci-Lasso   ¡ que Lasso ni que Garci !  Todo aquello era una secreta comezón de nómina. 
      Pues bien, en los versos antiguos de Cánovas se ve eso mismo: aquél suspirar por todo, aquél adorar el universo en una mujer (creo que llamada Elisa o Luisa, de esto no estoy seguro), y aquél respeto a las creencias de nuestros mayores, en medio de tanto arrebato lírico, parecían anuncio seguro de una brillante carrera política y adminsitrativa de nuestro AUTOR (como escribe Sedano el del Parnaso Español). En no sé que libro viejo , tal vez en una colección de una  revista trasnochada, vi, hace  ya años, versos de Cánovas, versos auténticos. Recuerdo que la impresión era mala; el papel delgado y amarillento, daba a aquél romanticismo manido un aspecto repugnante. Pues aún de tan desfavorable catadura, yo adivinaba al leer aquello-verdad es que adivinar a posteriori es fácil- el porvenir glorioso y lucrativo que aguardaba al poeta. Daba ganas de gritarle: macte ánimo, generoso puer!. ¡sus y a ellos ! deja a esa melindrosa y empréndela con los expedientes, agárrate a un periódico, después a un ministro, más tarde a una bandera política, en seguida a una poltrona....medra, sube y crece.....y olvida a la Elisa de tus pecados, y esos otros tormentos de que hablas, que son puro flato; ya llegará el día en que todas las Elisas de este mundo se mueran por tus pedazos y sus consecuencias;y que esa desdeñosa, esa Marcela relamida cifre todo su orgullo, como la Federica Brion de Goethe, en haber sido amada, sino por el gran pagano de Weimar, por el gran cobrador de Málaga. 
   En suma  aquellos versos de Cánovas no habrían ni mejores ni peores que los que habría escrito en igual caso Retes, Ródriguez Rubí, Catalina, Casa Valencia, Casas Sedano, y tantos y tantos ilustrados oficinistas y hombres políticos que han escrito o deben de haber escrito versos. 
     Sin embargo, advertiré que ya en aquellos primeros ensayos se nota la tendencia que más tarde ha de caracterizar poderosamente el estilo de Cánovas; ya allí se nota, digo, el prurito de decir las cosas de modo que el diablo que las entienda. Más adelante alambicó su manera nuestro autor, hasta tal punto, que lo corriente en  él ya no fué ser oscuro, sino decir lo contrario de lo que se había propuesto. 
      De todas suertes,de la primera época poética de Canóvas, de los años de aprendizaje, como si dijéramos, no hay para que hablar; todos aquellos delitos han prescrito, le han sido perdonados, porque ha ascendido mucho, y al sacárlos a plazaees digna hazaña de algún cacetillero despechado a quién D.Antonio no haya querido dar un destino. 
      Creí yo largo tiempo que no había más versos de mi autor que áquellos, los antiguos; Y cuál fué mi sorpresa cuando supe que el Sr. Cánovas insistía en que él tenía algo allí. (donde lo tenía Chenier), y algo que dbía brotar, no en forma de vegetación cutánea, sino en forma métrica, más o menos decimal. 
      Esto era ya poca formalidad. ¿Hace versos Sagasta?, ¿los hace López Domínguez? ¿Los hace Posada Herrera? ¿Los hicieron MOn, Arrazola, Negrete? No, no los hicieron. 
      Mucho tiempo estuve creyendo que las posías canovísticas que sacaba a relucir, para sacárles el polvo, Venáncio González, o sea un saladísimo escritor carlista, eran invenciones del crítico o antiguallas de que D. Antonio renegaría. No, no era así, los versos eran recientes, acababan de salir del horno; de modo que el mal genio de Cánovas todavía podía explicarse por aquello de la naturaleza irascible de los poetas, por el manoseado genus irritabile vatum. 
      Quien había de decir que cuando d. antonio vociferaba su constitución interna, como si la hubiese estado pariendo con dolores, allá en el banco azul, y daba puñetazos a diestro y siniestro, y perdía el hilo, y echaba espuma por la boca, había que ver en él al mantés, al profeta, al vate inspirado,  en sus horas de calentura.
      ¿Pero que clas de verso salían de aquellas irritaciones?...! Horro causa recordarlo! los versos peores que se han escrito en España en todo el siglo
      Si, es preciso decirlo muy bajo, los versos de Cánovas son hoy peores que ayer, mañana peores que hoy. 
      El Sr. Cánovas,  en muchos de sus escritos,  ha dejado y sigue dejando  para la posteridad períodos y más períodos de tanta tamaña sintáxis, que ni con la mejor buena fe del mundo se puede entender, ni aún ayudada de buena fe con mucha perspicacia. Pues bien, si en prosa es Cánovas a menudo laberíntico, en el verso se crece y cultiva un dieciseismo, como el diría ( que otros barbarismos ha dicho), un gongorismo de su invención, que consiste en no poner un solo vocablo en su sitio y hacer que las palabras puedan significar lo que no pueden. Añádase a esto un arte exquisito para llenar de flato los versos para llenar de hiato sin cuento, y la habilidad de convertir en granito los endecasílabos, haciendo brotar en ellos, por milagro de la musa, una vegetación tropical de cacofonías, y se tendrá una idea de lo que es la manera moderna de este demonio del parnasiano español, que a lo mejor es el que manda en todos los parnasianos que no somos parnasianos
     Por lo que respecta al fondo, el Sr. Cánovas, en poesía, es un cubo de las Danaides, como diría el difunto D. Pedro Mata. El Sr. Cánovas no tiene fondo poético. 
      Y esto es ya más serio. Sí, el Sr. Canóvas, es el hombre más prosáico del mundo. Ha ido a la poesía, como a todo, por vanidad. Leyendo sus versos, lo primero que se advierte es el fuelle del orgullo. Versifica como soplete. El cree que ha llenado hojas y más hojas con delirios poéticos, con pensamientos, confesiones del alma, sueños de la fantasía...., y nunca ha podido más que hincharse con aire de vanidad, pompas de jabón...de cocina. Su alma da de sí lo que tiene: Un viento desencadenado de satisfacción interior, como diría la Ordenanza. El espíritu de este poeta es el Simoun del orgullo, soplando eternamente sobre la aridez sentimental de las entrañas. 
     Sin saber de pronto  porqué, muchas veces, al  leer poesías de Cánovas, me he acordado de Otero y Oliva, que murieron en garrote. 
      Cánovas ripia la vida como los versos. El ripio es,  a su modo, una falsedad . Es lo  opaco pasando plaza de transparente;es la piedra haciendo veces de pensamiento, la nada dándose aires de creador. Ripiar la vida es llenar el alma de cascajo para hacerse hombre de peso; es llegar a cierta altura  añadiéndose un suplemento de cal y canto. Es un ser lisiado y convertirse en un hombre completo de palo. Cánovas, a pesar de su egoísmo, está cubierto de cuerpos extraños. El estilo es el hombre; pero cuando el hombre es un barro cocido, el estilo es terroso. 
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