lunes, 13 de septiembre de 2021

Demanda civil de Corina contra D.J.C. de Borbón como demandado. Londres Marzo 2021.

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A continuación, reproducimos de forma íntegra la demanda presentada por los abogados de Corinna zu Sayn-Wittgenstein ante el Alto Tribunal londinense. El documento, 30 folios en tamaño A4, que publica en exclusiva CTXT, ha sido traducido al castellano por Paloma Farré. La lectura del documento dura aproximadamente 45 minutos. 


EN EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA  Nº QB-2020-004165
QUEEN’S BENCH DIVISION UNIDAD DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
ENTRE:
CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN-SAYN
Demandante
-y-
JUAN CARLOS ALFONSO VÍCTOR MARÍA DE BORBÓN Y BORBÓN
Demandado

EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS

A. LAS PARTES

1. La Demandante es de nacionalidad danesa, reside en Mónaco desde 2008 y vive en Londres y Shropshire (“Chyknell Hall”). Es una asesora de estrategias que trabaja con particulares con grandes patrimonios y empresas líderes en todo el mundo. Ha estado casada dos veces. Su primer matrimonio fue con Philip Adkins (1991-1995) y su segundo matrimonio fue con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein (2000-2005). Tiene una hija de su primer matrimonio, Nastassia, que ahora tiene 28 años. Tiene un hijo de su segundo matrimonio, Alexander, que ahora tiene 18 años.

2. El Demandado fue rey de España y jefe del Estado desde 1975 hasta su abdicación el 18 de junio de 2014. Lleva casado con la reina Sofía desde 1962, pero ahora viven separados. Está domiciliado en España.

3.La Demandante y el Demandado se conocieron en 2004. En aquel entonces, la Demandante estaba separada de su segundo marido y había solicitado el divorcio. Poco después de conocerse, la Demandante y el Demandado iniciaron una relación sentimental, y en enero de 2009 el Demandado le pidió a la Demandante que se casara con él. Sin embargo, sus relaciones íntimas concluyeron en 2009 cuando la Demandante supo que su relación no era exclusiva por parte del Demandado. A partir de entonces, en parte por el bien de los hijos de la Demandante, en principio mantuvieron una estrecha amistad y  un contacto directo. Desde principios de 2010, el Demandado padeció una serie de problemas de salud, incluido un tumor pulmonar que requirió una intervención quirúrgica. A comienzos de 2012, el Demandado trató de persuadir a la Demandante de reanudar su anterior relación e incluso le propuso matrimonio en varias ocasiones a partir de entonces, que la Demandante rechazó.

B. LA DEMANDA DE ACOSO

4. El propio Demandado, o a través de sus empleados o representantes, siguió un patrón de conducta dirigido a la Demandante que constituye acoso. Dicho patrón de conducta se ha venido dando sistemáticamente desde 2012 hasta la fecha. El Demandado sabía, o debería haber sabido, que dicha conducta era constitutiva de acoso, o que probablemente lo constituyera, y que provocaría perniciosas consecuencias para la Demandante. El Demandado utilizó a sus agentes y los del Estado español y/o sus contratistas para llevar a cabo algunos de los elementos de dicho patrón de conducta, tal y como se expone a continuación de forma detallada. En particular el Demandado, sus empleados o representantes:

4.1. pusieron en peligro la seguridad de la Demandante y de sus hijos e intimidaron a la Demandante mediante diversas formas de comportamiento intimidatorio que incluían amenazas y demandas injustificadas;

4.2. trataron de influir en sus anteriores maridos, su hija, su hijo y muchas de sus amistades alegando que la Demandante le había robado, y era de poca confianza y desleal, con la intención de provocar la interrupción o degradación de su relación con la Demandante;

4.3. hicieron declaraciones difamatorias a muchos de sus clientes y socios comerciales  (que eran importantes para su sustento) de que la Demandante le había robado y era de poca confianza y desleal;

4.4. proporcionaron a los medios de comunicación, u ordenaron que se les proporcionara, información falsa para su publicación con el fin de que pareciera que era deshonesta y/o había robado dinero y/o había abierto cuentas falsas para recibir comisiones y/o era una amenaza para el interés nacional español  y/o estaba tratando de extorsionar a la familia real; y

4.5. mantuvieron bajo vigilancia a la Demandante y sus consejeros en Londres y en otros lugares, entraron sin autorización en su propiedad de Shropshire, e intervinieron/monitorearon ilegalmente su móvil y cuentas de internet, y los móviles y cuentas de internet de sus asesores.

5. El Demandado sabía, o debería haber sabido, que los elementos de su patrón de conducta manifestados en los párrafos 4.2 a 4.5 llegarían hasta la Demandante, o serían descubiertos por esta y le causarían gran inquietud, angustia y ansiedad.

6. Hasta donde sabe la Demandante acerca de los motivos del Demandado, estos eran o incluían lo siguiente:

6.1. que él estaba enfadado, se sintió rechazado y/o humillado porque ella no quisiera reanudar su relación romántica e íntima, y quiso castigarla por negarse a someterse a su voluntad. En consecuencia, solicitó la devolución de una serie de regalos que le había hecho, incluida una sustanciosa donación económica que el Demandado le había hecho libre e irrevocablemente;

6.2. que él estaba (injustificablemente) enfadado por el hecho de que ella se negara a devolver los regalos que él le había hecho –a pesar de que se los había hecho libre e irrevocablemente- y/o a acceder a costearle sus gastos de manutención y otros dispendios;

6.3. que a él le preocupaba que ella pudiera divulgar información a los medios de comunicación, o de alguna manera, relativa a los tratos comerciales y asuntos privados del Demandado; y/o

6.4. que él deseaba ejercer presión sobre ella para que esta accediera a sus deseos o para que entendiera que se enfrentaría a consecuencias perjudiciales u hostiles si no lo hacía.

7. El patrón de conducta que constituye el acoso del Demandado se ha venido dando sistemáticamente desde 2012 hasta la fecha y ha tenido graves consecuencias:

7.1. respecto a la salud de la Demandante, ha socavado su sensación de bienestar. Su forma de vida se ha visto perjudicada de manera drástica. Ha padecido gran angustia, ansiedad, falta de sueño y preocupación por su propia seguridad física y la de sus hijos. Se ha visto sometida a la amenaza continua del perjuicio físico, entrada sin autorización en su propiedad y vigilancia. El Demandado ha tratado de distanciarla de sus propios hijos, ha buscado sistemáticamente la ruptura de muchas amistades estrechas y relaciones profesionales de la Demandante, y ha intentado arruinar su reputación y sustento mediante la difusión de comentarios difamatorios y vilipendio en los medios de comunicación;

7.2. respecto a las pérdidas económicas, se han traducido en el coste y gastos por el tratamiento médico de su ansiedad y angustia. La Demandante también ha requerido servicios de seguridad y protección para su seguridad y la de sus hijos, así como la seguridad de sus residencias de Londres y Shropshire. Ha precisado la contratación de abogados, de asesores para tratar con los medios de comunicación y las relaciones públicas para atenuar el perjuicio a su reputación, y de expertos diplomáticos/gubernamentales para dirigirse a los servicios de inteligencia del gobierno español y de su embajada en Londres y el Reino Unido.

C. LOS ANTECEDENTES (2004 - ABRIL 2012)

8. Las partes se conocieron en 2004 y poco después iniciaron una relación sentimental. Durante el transcurso de la relación, el Demandado trabó una estrecha amistad con Alexander y Nastassia. A comienzos de 2009 (y de nuevo en 2014) el Demandado le preguntó a la Demandante si estaría dispuesta a casarse con él aunque estaba (y sigue) casado con la reina Sofía. Aproximadamente en septiembre de 2009, sin embargo, la Demandante supo que el Demandado mantenía una relación con otra mujer y que le había sido repetidamente infiel, de modo que ella rompió la relación.

9. Desde diciembre de 2009, en parte debido a su mutuo afecto residual, y en parte por el bien de Alexander, que tenía 7 años y sufría por su separación, en un principio, las partes mantuvieron una estrecha amistad.

10. A principios de 2010 el Demandado enfermó gravemente con un tumor pulmonar que requirió una intervención quirúrgica. La Demandante colaboró estrechamente con la atención médica y la rehabilitación y trató de ofrecerle apoyo emocional y aliento. La Demandante recibía múltiples llamadas por parte del Demandado cada día y acudía al hospital. A petición del Demandado, la Demandante buscó y obtuvo una segunda opinión médica.

11. Durante su convalecencia, el Demandado informó a la Demandante que quería asegurarse de que ella y sus hijos se quedaran en una situación económica holgada. A mediados de 2011, le dijo a la Demandante que estaba pensando en hacer testamento y que quería dejar en una situación económica holgada a la Demandante y a su familia, pero que le preocupaba que su familia cuestionara cualquier cosa que le dejara a ella en su testamento tras su muerte. Desde finales de 2011 le hizo una serie de regalos a la Demandante, entre los que se incluían obras de arte, esculturas, joyas y una aportación económica para un piso para ella en Londres. Sin que la Demandante lo supiera en ese momento, también le dio instrucciones a un abogado suizo, el Sr. Dante Canónica, de su intención de hacerle una donación económica irrevocable desde Lucum Foundation, una fundación panameña de la que él era el principal beneficiario. A comienzos de 2012, habiendo recobrado en gran medida su salud, el Demandado trató de persuadir a la Demandante de reanudar sus relaciones íntimas, pero ella no aceptó.

12. En abril de 2012, el Demandado invitó a la Demandante y a Alexander a que le acompañaran a un safari en Botswana y le pidió a su primer marido (Philip Adkins), que era amigo común y a quien el Demandado también había invitado, que convenciera a la Demandante para que aceptara la invitación. El viaje se presentó como un regalo para Alexander por su décimo cumpleaños. Durante el viaje, el Demandado se rompió la cadera y fue trasladado en avión de regreso a España. Tras su regreso hubo, por primera vez, una amplia cobertura mediática acerca de su relación con la Demandante que sostenía falsamente que tenían (aún) una relación amorosa y que la Demandante había organizado el viaje, lo cual generó polémica en los medios de comunicación.

13. Como se detalla a continuación, posteriormente, el general Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), informó a la Demandante de que él había sido el responsable de filtrar deliberadamente la identidad de la Demandante a los medios. No ofreció ninguna explicación razonable de por qué lo había hecho. A partir de entonces, el general Sanz Roldán, representantes del Demandado y/o agentes o contratistas del CNI siguiendo las instrucciones del Demandado, puso a la Demandante, y a otras personas cercanas a ella, bajo vigilancia física, que incluía vigilancia personal y desde vehículos, entrando sin autorización en la propiedad en la que residía y pirateando los teléfonos y ordenadores, de ella y de los suyos.

14. Lucum Foundation tenía activos financieros en su cuenta con Mirabaud & Cie. El 30 de mayo de 2012, el Demandado dio instrucciones al Sr. Canónica, su abogado y administrador suizo de Lucum Foundation, de que redactara los documentos necesarios para efectuar una donación irrevocable inter vivos  (según ya se ha indicado en el párrafo 11 anterior). Los días 12 y 21 de junio de 2012, se transfirieron activos financieros por un importe de aproximadamente 65m de € desde Lucum Foundation a una cuenta en la que la Demandante era la beneficiaria última (la “Donación Lucum”).

D. EL PATRÓN DE CONDUCTA

(1) Abril 2012-Octubre 2014

15. La argumentación de la Demandante es que el patrón de conducta se manifiesta desde abril de 2012 y no prescribe antes del 16 de octubre de 2014. El patrón de conducta es continuo desde abril de 2012 hasta la actualidad.

16. Desde abril hasta junio de 2012, el general Sanz Roldán, actuando bajo la dirección o con el consentimiento del Demandado, coordinaron una operación encubierta para entrar y registrar el despacho y piso de la Demandante en Mónaco. El general Sanz Roldán utilizó personal armado de la empresa de seguridad monegasca Algiz como fachada con el fin de permitir a un equipo del CNI coordinado desde España que accediera a su propiedad sin su consentimiento. Empleados de Algiz informaron a la Demandante de que “el equipo de barrido español" llegó el 4 de junio procedente de Madrid y necesitaron cinco días para "barrer" su despacho y piso. Documentos comerciales y personales pertenecientes a la Demandante habían sido examinados y/o copiados y algunos eliminados durante la operación, sin su consentimiento.

17. El Demandado, y el general Sanz Roldán, le dijeron a la Demandante que Algiz había sido contratada para protegerla de los paparazzi y de los periodistas que podían robar documentos. Sin embargo, los verdaderos objetivos del Demandado eran: encontrar y eliminar cualquier documento que estuviera en posesión de ella y que estuviera relacionado con los negocios y tratos financieros de él; verificar toda la información que hubiera acerca de la Demandante y que pudiera utilizarse para presionarla a acceder a sus deseos; impedir que ella proporcionara ninguna información relativa a nada que pudiera incriminarle; e instalar dispositivos de vigilancia.

18. El general Sanz Roldán contactó con la Demandante en varias ocasiones por correo electrónico y teléfono utilizando el alias "Paul Bon". "Paul Bon” explicó claramente que actuaba siguiendo las instrucciones del Demandado. El Demandado confirmó que esa era la situación en sus conversaciones telefónicas entre la Demandante y el Demandado durante el período comprendido entre abril y junio de 2012.

19. A principios de mayo de 2012, el Demandado le comunicó que el general Sanz Roldán llegaría a Londres para reunirse con ella en persona, en términos que dejaban claro que él requería que ella se reuniera con el general. La Demandante y el general Sanz Roldán se reunieron en la habitación de hotel de la Demandante en el Connaught Hotel el 5 de mayo de 2012 ante la insistencia del Demandado. Durante la reunión amenazó a la Demandante y a su familia al afirmar que “no podía garantizar su integridad física o la de sus hijos" a menos que acatara lo que él describió como “recomendaciones” pero que, de hecho, eran órdenes. Esta amenaza provocó, razonablemente, que la Demandante temiera por su vida y la de sus hijos. Las palabras por sí mismas eran claras y siniestras, pero adquirían aún mayor trascendencia por el hecho de que las pronunciara el director del CNI en nombre del Demandado en el Reino Unido, y mientras la operación de Mónaco estaba en marcha.

20. La Demandante viajó ese mismo día a su piso de Villars, Suiza, a visitar a su hijo. Cuando llegó, la Demandante se encontró que habían removido papeles en su piso y que en una mesa de centro habían dejado un ejemplar de un libro sobre la muerte de la princesa Diana (que, para que no quede lugar a dudas, no pertenecía a la Demandante y nunca había estado allí). El libro se titulaba “Princess Diana: The Hidden Evidence, How MI6 and the CIA were involved in the death of Princess Diana”. Esa noche recibió una llamada telefónica de una persona anónima que le dijo en español: “hay muchos túneles entre Mónaco y Niza”: es incontrovertible que la llamada telefónica y la colocación del libro obviamente están relacionadas.

21. El 17 de mayo de 2012, “Paul Bon” (es decir, el general Sanz Roldán) envió a la Demandante un correo electrónico afirmando que los “servicios” que se le habían proporcionado en su casa y despacho de Mónaco ya no eran necesarios y que él informaría a Algiz de que en lo sucesivo la Demandante o cualquier persona designada por ella se ocuparía exclusivamente de su seguridad. El Sr. “Bon” añadió una “última recomendación”. Dijo que era “aconsejable” que la Demandante mantuviera un guardia de seguridad en su propiedad “hasta el momento en que envíe las cajas negras con los documentos a un lugar de su elección”. El Sr. “Bon” indicó expresamente que el Demandado había informado de “esta intención”. La Demandante, razonablemente, interpretó esto como una amenaza.

22. En una llamada telefónica, el general Sanz Roldán amenazó a la Demandante diciéndole que habría consecuencias si hacía cualquier cosa en contra de los intereses del Demandado. La Demandante telefoneó al Demandado a Madrid para contarle esta amenaza y el 18 de mayo de 2012 "Paul Bon" respondió por correo electrónico afirmando que había sido un malentendido.

23. El 11 de junio de 2012, la Demandante recibió otro correo electrónico de "Paul Bon" citando una serie de asuntos con acusaciones que inculpaban a la Demandante y a sus negocios o asuntos financieros. La acusaciones eran falsas y en parte se basaban en documentos que habían sido robados y/o información obtenida en su despacho/piso de Mónaco en abril/mayo. El correo electrónico decía: “Cualquier filtración de esta información tendría consecuencias devastadoras en este momento en la Institución y en Su imagen". El correo electrónico fue interpretado por la Demandante, razonablemente, como una amenaza de que esas acusaciones se filtrarían a los medios de comunicación si la Demandante no accedía a cooperar con el Demandado y el general Sanz Roldán.

(2) Reuniones con el Demandado a finales de 2014

24.
El Demandado continuó presionando a la Demandante para reanudar su anterior relación íntima. Llamaba a la Demandante a diario, a menudo varias veces al día, y esperando que ella estuviera a su disposición a su voluntad. Si no respondía a sus llamadas, hacía que amigos comunes la llamaran y la presionaran para que le devolviera las llamadas. Le mostró a la Demandante los planos de un palacio en Madrid que afirmaba sería reformado “para nosotros”. Hacia mayo 2014, le propuso matrimonio a la Demandante, no era la primera vez. La Demandante lo rechazó, entre otras razones debido a que el Demandado estaba casado con la reina Sofía y veía a otras mujeres.

25. En junio de 2014 el Demandado abdicó. Empezó a viajar a Londres con mayor frecuencia y afirmaba falsamente a los amigos y conocidos que él y la Demandante habían vuelto y pronto se irían a vivir juntos a Londres.

26. Hacia finales de agosto y principios de septiembre de 2014, la Demandante expresó claramente al Demandado en Londres que no quería reanudar ninguna relación amorosa ni íntima con él. Fue cortés pero firme. En un principio, la reacción del Demandado mostraba desesperación y confusión. Después enfado e indignación por el rechazo de la Demandante ante sus proposiciones. A continuación se negaba a aceptar la decisión de la Demandante y su actitud y maneras hacia la Demandante cada vez eran más amenazantes. Afirmó que si la Demandante no retomaba su relación, habría consecuencias. También empezó a presionar, por primera vez, para lograr la restitución de regalos financieros y de otra índole con los que había obsequiado a la Demandante, incluida la Donación Lucum (contraviniendo el contrato de donación entre ellos), que le había entregado a ella libre e irrevocablemente.

27. La Demandante llamó al abogado suizo, el Sr. Canónica, para asistir a una reunión con el Demandado a petición de este, para discutir las exigencias financieras del Demandado. Se reunieron con el Sr. Canónica en el Connaught Hotel de Londres el 16 de septiembre de 2014. En la reunión, el Demandado insistió en su exigencia de que se le devolviera la Donación Lucum o se le pusiera a su disposición. El Sr. Canónica se mostró visiblemente sorprendido ante las peticiones del Demandado. Afirmó que el Demandado nunca le había transmitido su intención de que aquello fuera otra cosa que una donación irrevocable, que él había procedido a preparar los documentos sobre esa base y que él no habría autorizado las transferencias sobre cualquier otra base (en su papel como Administrador de Lucum). Le comunicó al Demandado que era legalmente irrevocable y que los activos no podían utilizarse en beneficio del Demandado. El Demandado estaba enormemente disgustado por el asesoramiento del Sr. Canónica. Más tarde ese mismo día, el Demandado telefoneó a la Demandante para decirle que las consecuencias para ella “no serían buenas” si no accedía a sus deseos.

28. El Demandado continuó presionando a la Demandante para que devolviera regalos que le había hecho y/o utilizar la Donación Lucum para efectuar pagos en nombre de él en contra del consejo legal que le habían dado. A las pocas semanas de la reunión con el Sr. Canónica, la Demandante supo que el Demandado estaba difundiendo acusaciones falsas sobre ella en virtud de las cuales ella le había robado dinero.

29. En una reunión que tuvo lugar el 16 de octubre de 2014, la Demandante le pidió al Demandado que dejara de difundir falsedades sobre ella. El Demandado le dijo que él podía decir lo que quisiera y que a la gente no le iba a gustar lo que tenía que decir sobre ella y que iban a pensar muy mal de ella. Afirmó que las cosas iban a acabar muy mal para la Demandante.

30. A principios de noviembre, el Demandado trató de conseguir que amigos comunes presionaran a la Demandante para acudir a veladas en Londres por invitación de ellos, a las que la Demandante acudiría como su acompañante. Los anfitriones eran su vecino Wafiq Said y Pepe Fanjul con sus respectivas mujeres. La Demandante rechazó dichas invitaciones.

31. El 4 de noviembre, la Demandante y el Demandado se reunieron, debido a la insistencia del Demandado, en el piso de la Demandante en Londres. La Demandante tenía miedo del Demandado y no quería estar a solas con él. Por consiguiente, le pidió a Pepe Fanjul, que era un amigo común, que acudiera con él. Durante la reunión el Demandado se enfadó mucho ante la negativa de la Demandante de volver con él o de acudir a la velada que Wafiq Said ofrecía esa noche. El Demandado afirmó que ella le debía dinero y que debía abonar un depósito por los gastos de comunidad que exigía el ático, tal y como se describe más adelante en el párrafo 33.5.2. Cuando la Demandante dejó claro que no tenía intención de vivir con él ni pagar el depósito, el Demandado le dijo que era una "inútil", que “tomaría medidas” y que “ya vería lo que iba a ocurrir".

32. El Demandado está visiblemente enfadado. La Demandante estaba consternada y alarmada por el enfado de él y por el hecho de que continuaba presionándola para que actuara en contra del consejo del Sr. Canónica. Esta fue la última vez que las partes se reunieron hasta que él le pidió una reunión más el 16 de marzo de 2019,  como se describe a continuación.

(3) La familia, amistades y socios comerciales  de la Demandante como objetivo 2014/5

33. El Demandado siguió un patrón de conducta diseñado para menoscabar las relaciones personales y comerciales de la Demandante y/o afirmar falsamente que ella le había robado. En particular:

33.1. en octubre de 2014, el Demandado se reunió con un socio empresarial de la Demandante, a saber, Mohammed Mahfoodh Al Ardhi, que entonces era el vicepresidente del Banco Nacional de Omán. La Demandante se lo había presentado previamente. El Demandado acusó a la Demandante de falta de honradez y le dijo que era deshonesta y desleal. A partir de entonces o por esa época, el Sr. Al Ardhi dejó de comunicarse con la Demandante;

33.2. el 2 de noviembre de 2014, el Demandado había comido con Allen Sanginés-Krause y Pepe Fanjul. El Demandado conoció al Sr. Sanginés-Krause a través de la Demandante. El Sr. Sanginés-Krause había sido cliente de la Demandante desde marzo de 2010 por medio del cual se le habían proporcionado servicios de consultoría a una empresa en la que tenía interés. El Sr. Sanginés-Krause ha afirmado que envió una notificación a la Demandante el 21 de noviembre de 2014 rescindiendo su contrato, pero la Demandante no recibió tal notificación. El Sr. Sanginés-Krause se convirtió entonces en el consultor financiero del Demandado. Se infiere que el Demandado indujo a la rescisión de ese contrato;

33.3. en 2014, el Demandado había obsequiado al chófer de la Demandante con un caro reloj, Rolex Daytona, con las iniciales del Demandado grabadas en el reverso. Posteriormente, en noviembre de 2014, el jefe de seguridad del Demandado (Vicente Mochales) abordó al chófer de la Demandante y le preguntó si llevaría al Demandado (en el mismo coche que utilizaba para la Demandante) cuando el Demandado estuviera en Londres, pero sin decírselo a la Demandante cuando lo hiciera. Cuando el chófer de la Demandante se negó, el Sr. Mochales se puso nervioso y le pidió que no le comentara a la Demandante lo que le había pedido. De nuevo, el chófer de la Demandante se negó. Posteriormente, en febrero de 2017, el Demandado también envió un mensaje de texto directamente a la asistente personal de la Demandante (Noelia Muñoz) y le informó en español: “Estoy aquí para lo que necesites. Espero noticias". En marzo de 2018, el Demandado le envió a la Srta. Muñoz una felicitación de Pascua no solicitada. Se infiere que el Demandado quería asegurarse de que tanto el chófer como la asistente personal de la Demandante fueran fuentes de información para saber sus movimientos, con quién se reunía y asuntos en general;

33.4. el 5 de noviembre de 2014, o aproximadamente en esta fecha, el Demandado mintió a Pepe Fanjul y le dijo que la Demandante tenía “una sociedad” y “una cuenta en sociedad" propiedad del Demandado y la Demandante cuando sabía que nunca había habido ninguna sociedad ni cuenta en sociedad entre ellos,  que  la Donación Lucum había sido irrevocable y que se la había entregado a la Demandante sin obligación alguna;

33.5. el 6 de noviembre de 2014, el Demandado invitó a tomar algo a dos de los socios comerciales de la Demandante que esta le había presentado. Eran Mohammed El Husseiny y George Shehadeh. A principios de 2015 ambos socios habían dejado de comunicarse con la Demandante y el Sr. El Husseiny dejó de trabajar con la Demandante. La Demandante no volvió a saber nada del Sr. Shehadeh ni volvió a verlo. Respecto a El Husseiny, en 2015 el Demandado había organizado con los omaníes transferirle la titularidad del ático (5 Princes Gate) a él (El Husseiny):

33.5.1. En mayo de 2014, o aproximadamente en esta fecha, justo antes de su abdicación, el Demandado había organizado con el sultán de Omán que le proporcionara al Demandado alojamiento durante sus visitas a Londres. El Demandado le pidió a la Demandante que adquiriera una propiedad adecuada y supervisara su redecoración;

33.5.2. La Demandante encontró un ático en el número 5 de Princes Gate en Knightsbridge, situado enfrente de la embajada de Omán. El precio de compra era de unos 50 millones de libras y la propiedad se adquiriría en nombre del sultán, que entonces estaría a disposición del Demandado cuando estuviera en Londres.

33.5.3. el Demandado presionó a la Demandante a partir de julio de 2014 para que supervisara la redecoración completa. Insistió en que la Demandante empleara a su diseñador interior porque –afirmó– quería replicar el piso de Londres de la Demandante. La Demandante lo hizo hasta que el ático se completó, en agosto de 2015, porque se sintió intimidada a completar la tarea; creyó que ayudando al Demandado lo apaciguaría y suavizaría su comportamiento cada vez más hostil e inestable;

y

33.5.4. el día posterior a la reunión del 4 de noviembre de 2014 (mencionada anteriormente) el Demandado reclamó a la Demandante que pagara un depósito de seguridad de unas 20.000 libras por los gastos de comunidad que había generado el ático. A pesar del asesoramiento anteriormente proporcionado por el Sr. Canónica, lo hizo a través de un correo electrónico de Pepe Fanjul el 5 de noviembre de 2014, que decía: “En cuanto al pago pendiente le gustaría que el pago se cubriera con la cuenta en sociedad”. De nuevo, como el Demandado sabía bien, nunca había existido ninguna sociedad ni cuenta en sociedad entre ellos. La Demandante no pagó el depósito de seguridad.

33.6. el 23 de noviembre de 2014, o aproximadamente en esta fecha, el Demandado viajó a Abu Dhabi y asistió a una carrera de coches de F1. Mientras estaba allí le dijo a miembros de la familia real que la Demandante le había robado dinero y que no era de fiar. A partir de entonces, cesó todo contacto entre los miembros de la familia real y la Demandante. Se infiere que las declaraciones difamatorias del Demandado perjudicaron, y estaban urdidas para perjudicar, la reputación y las perspectivas empresariales de la Demandante en la región;

33.7. en diciembre 2014, el Demandado invitó al anterior marido de la Demandante, Philip Adkins, y a su hija, Nastassia, a pasar el Fin de Año con él en Los Ángeles y después viajar con él a Tahití. Se infiere de todas las circunstancias que el Demandado se propuso socavar estas relaciones con la Demandante con el objetivo de provocar angustia en la Demandante. En particular:

33.7.1. el Demandado le dijo a Philip Adkins, Alexander y Nastassia que la Demandante le había robado. En 2015, Philip Adkins envió un correo electrónico a la Demandante en el que afirmaba que debía devolver el dinero que le había robado al Demandado. Además, en un grupo de WhatsApp llamado “The Pride“ (integrado por el Demandado, Philip Adkins, Alexander, Nastassia, y el príncipe Casimir Philip Adkins escribió a Alexander, el 18 de julio de 2016, entre otras cosas para decir: “Ella le robó el título a tu padre. Y a mí muchas cosas. Y muchísimo dinero a SM";

33.7.2.

33.8. en abril de 2015, el Demandado viajó a una pequeña población de Austria para visitar a familiares del segundo marido de la Demandante que no había visitado en muchos años. El Demandado le dijo a la abuela del príncipe Casimir, Manni Sayn-Wittgenstein, y a otros miembros de la familia, que la Demandante le había robado dinero. A partir de entonces, el príncipe Casimir repitió a numerosas personas que la Demandante había robado al Demandado.

(4) Propagación de declaraciones difamatorias sobre la Demandante

34. A principios de 2015, el Demandado escribió a un reconocido artista y escultor en Londres, Patrick Mavros, que la Demandante le había robado un elefante de plata y un candelabro de una de las residencias reales en España: estos objetos estaban custodiados por el Sr. Mavros. El Demandado pidió que se los devolvieran. De hecho, la Demandante había adquirido estos objetos entre 2008-2011 y se los había regalado al Demandado, quien posteriormente se los había regalado al hijo de la Demandante, junto con otros regalos que había entregado a la Demandante desde finales de 2011, en vez de dejárselos a ella en su testamento. El Demandado sabía que lo que decía era falso y que lo había dicho para que llegara a oídos de la Demandante y, de este modo, provocar en ella gran inquietud, angustia y ansiedad.

35. A finales de enero de 2015, la Demandante supo que el Demandado estaba en Riad y le había dicho al rey Salman de Arabia Saudí y a Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí (ambos amigos íntimos de él) que ella había robado dinero que le había regalado el difunto rey Abdullah de Arabia Saudí al Demandado. Hacía referencia a los activos de las cuentas de Lucum Foundation que el Demandado, de hecho, había donado, legal e irrevocablemente a la Demandante. El Demandado también le dijo al príncipe heredero que la Demandante no era de fiar.

36. Con estas afirmaciones falsas el Demandado pretendía perjudicar la reputación y los intereses comerciales de la Demandante y, de hecho, lo logró. En la reunión que tuvo lugar entre las partes en Londres el 16 marzo de 2019 (descritas más abajo) la Demandante le preguntó al Demandado si había dicho lo descrito anteriormente al príncipe heredero. El Demandado no negó haberlo hecho. En cambió, sonrió y se encogió de hombros. Las afirmaciones falsas del Demandado al príncipe heredero provocaron gran ansiedad y angustia a la Demandante y pensó que a causa de aquellas era peligroso para ella viajar a Arabia Saudí  y a EAU.

37. Aproximadamente en abril de 2015, el Demandado estaba en Bahamas como invitado en el barco de Pepe Fanjul y su esposa. En varias ocasiones en comidas y cenas durante esas vacaciones, el Demandado le dijo a numerosos comensales que la Demandante le había robado dinero y que era desleal y de poca confianza. El Demandado sabía que esto llegaría a oídos de la Demandante y provocarían en ella gran inquietud, angustia y ansiedad.

38. A finales de 2015, el contacto de la Demandante con muchos importantes socios comerciales y amigos se había suspendido. Se infiere que dichos contactos se suspendieron a causa de las declaraciones difamatorias que el Demandado había hecho sobre ella desde aproximadamente octubre de 2014

(5) Acoso de la Demandante mediante publicación

39. El Demandado proporcionó, u ordenó que se les proporcionara a los medios de comunicación, información falsa  que estaba perjudicando la reputación de la Demandante.

40. La información falsa que el Demandado proporcionó u ordenó que se proporcionara era:

40.1. que la Demandante era deshonesta y había robado dinero o había robado unos 30 millones de euros;

40.2. que se habían abierto dos cuentas en bancos suizos con nombres falsos en favor de la Demandante con el objetivo de recibir comisiones por contratos adjudicados a empresas españolas;

40.3. que la Demandante representaba un riesgo para la seguridad del Estado español y/o era una agente de la Federación Rusa y que era objetivo legítimo de vigilancia exhaustiva del CNI; y

40.4. que la Demandante estaba intentando chantajear a la familia real española.

41. Se entregarán detalles de las publicaciones en las que nos basamos, de aproximadamente marzo de 2013 (las cuales estaban disponibles online, o se distribuyeron en forma impresa dentro de la jurisdicción) a su debido tiempo.

42. La Demandante se basará en lo siguiente como apoyo de su argumentación de que fue el Demandado quien filtró, u ordenó que se filtraran, las cuestiones antes mencionadas:

42.1. el Demandado era la fuente original de la acusación de que la Demandante era deshonesta y había robado dinero;

42.2. el Demandado había contado a Pepe Fanjul que había una “cuenta en sociedad” entre la Demandante y el Demandado, y el Demandado estaba autorizado a pedir que se liquidaran sus gastos con ella. La implicación de esta manifestación era que, al rechazar las peticiones del Demandado, ella había robado la Donación Lucum. Se notificó que ella había robado aproximadamente 30 millones de euros;

42.3. las fuentes de los artículos difamatorios en cuestión han sido identificados como, de forma muy diversa, los servicios de inteligencia españoles, o un amigo del Demandado, o fuentes cercanas al palacio de la Zarzuela o cercanas a la familia real;

42.4. el general Sanz Roldán actuaba bajo la dirección del Demandado en lo concerniente a la Demandante, y el CNI  no habría proporcionado la información a los medios sin el consentimiento del Demandado;

42.5. la Demandante estaba/está  bajo la vigilancia exhaustiva del CNI siguiendo las instrucciones o consentimiento del Demandado; y

42.6. las acusaciones de chantaje no tienen fundamento y se basan en una interpretación errónea de cartas privadas y confidenciales que escribieron los abogados que representaban entonces a la Demandante (Kobre and Kim LLP) el 5 de marzo y el 23 de abril de 2019 dirigida al jefe de la Casa Real (Sr. Don Jaime Alfonsín Alfonso). Las cartas fueron un intento de buena fe por parte de la Demandante de resolver el acoso denunciado, pero posteriormente fueron filtradas a los medios de comunicación. Esto no habría ocurrido sin el consentimiento del Demandado.

E. VIGILANCIA, ENTRADA SIN AUTORIZACIÓN EN PROPIEDAD AJENA E INTERCEPTACIÓN ILÍCITA DE TELÉFONOS MÓVILES Y CUENTAS DE INTERNET

43. Esta parte del patrón de conducta incluye, pero no se limita a ello, lo que se detalla a continuación. Pendiente de la revelación y/o la entrega de información adicional, a continuación se detallan los datos más destacados que puede ofrecer la Demandante respecto a la naturaleza y alcance de la actividad del Demandado. Dicha actividad fue llevada a cabo por agentes o contratistas del Demandado y del CNI:

43.1. vigilancia ilegal encubierta y abierta de la Demandante y de su asesora de relaciones públicas y con los medios;

43.2. entrada sin autorización en la propiedad de Chyknell Hall que ocupaba la Demandante y causando delito de daños en contra de lo establecido en la Criminal Damage Act de 1971;

43.3. intento de colocar un dispositivo de rastreo, o de descargar información del sistema informático en el vehículo propiedad de la asesora de relaciones públicas y con los medios de la Demandante; y

43.4. la interceptación o monitoreo sin autorización legal de comunicaciones a/desde teléfonos móviles y cuentas de internet de la Demandante y James Watt (un antiguo miembro del servicio diplomático que estaba asesorando profesionalmente a la Demandante).  Estas interceptaciones tuvieron lugar dentro del Reino Unido y son constitutivas de delito(s) que contravienen la Ley de Regulación de Competencias para las Investigaciones (Regulation of Investigatory Powers Act ) de 2000 y / o la Ley de Competencias para las Investigaciones (Investigatory Powers Act) de 2016 y / o la Ley de Uso Indebido de Computadoras (Computer Misuse Act) de 1990.

44. Las acciones anteriores no se realizaron de conformidad con ningún reglamento o código prescrito por ley y constituyen graves injerencias en la vida privada de la Demandante en virtud del artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos.

45. Pendiente de la revelación y/o entrega de más información, la Demandante se reserva su condición de reclamar en virtud del Reglamento general de Protección de Datos (Data Protection Regulation ) y la Ley de Protección de Datos (Data Protection Act )de 2018.

46. Los siguientes aspectos son antecedentes relevantes para esta parte del patrón de conducta:

46.1. el Demandado y el general Sanz Roldán utilizaron contratistas (Algiz) y agentes del CNI para entrar en la propiedad de la Demandante en Mónaco en abril y mayo de 2012 y en Villars en mayo de 2012 como se describe en los párrafos 16 y 20 anteriores;

46.2. publicaciones en los medios españoles se refieren a fuentes de inteligencia que confirman que El Grupo de Operaciones Técnicas del CNI tenía a la Demandante bajo vigilancia constante cuando visitó España y que sus informes eran transmitidos al Demandado. Las fuentes no confirmaron ni negaron que también interceptaron sus comunicaciones. La Demandante proporcionará detalles por separado de las publicaciones en las que se basa;

46.3. en abril de 2015, el marido de una amiga de la infancia (Juan Villalonga) presentó a la Demandante a José Manuel Villarejo:

46.3.1. Villarejo era un policía español que afirmaba tener pruebas de que el Demandado junto con el CNI estaban planeando inculparla falsamente en una acusación de conducta delictiva en España y fabricar jurisdicción declarando que ella tenía residencia en España;

46.3.2. Se reunió con ella en Londres el 16 de abril de 2015 y, entre otras cosas, le mostró documentos que incluían un informe confidencial del CNI. Los documentos que presentó contenían el material descrito en 46.3.1 e incluía un documento relativo al Fondo de Infraestructura saudí-español: el argumento de la Demandante es que los agentes del CNI tuvieron que extraer este documento de su propiedad en Mónaco en abril/mayo de 2012 en las circunstancias descritas en los párrafos 16 y 17 anteriores; y

46.3.3. Villarejo volvió a reunirse con la Demandante en Londres en una segunda ocasión el 7 de octubre de 2016, cuando le informó de que su personal de Londres estaba bajo vigilancia. Desde entonces Villarejo ha declarado públicamente que el general Sanz Roldán le envió a Londres para que se ganara la confianza de la Demandante y para averiguar lo que sabía de las transacciones financieras del Demandado. Desde entonces Villarejo ha depuesto y firmado una declaración en España a tal efecto y está detenido [quedó libre meses después de que Corinna presentara esta demanda). Villarejo grabó encubiertamente (y para evitar dudas, sin el consentimiento de la Demandante) su reunión (o reuniones) con la Demandante;

46.4. en noviembre de 2014, el Demandado intentó sobornar al chófer de la Demandante y en febrero de 2017 intentó sobornar a la asistente personal de la Demandante (véase párrafo 33.3 anterior);

46.5. en septiembre de 2018 se hizo un informe oral en nombre de la Demandante al Servicio de Seguridad británico y al Servicio de Inteligencia Secreto Británico por acoso continuo y vigilancia hostil por parte de agentes o contratistas del CNI contra la Demandante y sus asesores dentro del Reino Unido. En octubre de 2018 se hizo un nuevo informe en su nombre al Servicio de Seguridad y en esa ocasión se confirmó que se había ordenado a la oficina del CNI en Londres que cesara cualquier actividad dirigida a la Demandante tras el informe anterior de septiembre;

46.6. también en septiembre de 2018, la Demandante le dio instrucciones a James Watt para que asistiera a una reunión con el embajador de España en Londres. En la reunión, el Sr. Watt explicó el acoso que sufría, y seguía sufriendo, la Demandante. El Sr. Watt pidió que se enviara un mensaje a las autoridades españolas informando de que el patrón de conducta contra la Demandante era dañina y debía detenerse. Ante esto, el Embajador se puso nervioso y manifestó claramente sus deseos de no hablar sobre el asunto; y

46.7. en agosto de 2019 los abogados que representaban entonces a la Demandante (Kobre and Kim LLP) y James Watt escribieron y firmaron una carta dirigida al Servicio de Seguridad Británico y al Servicio Secreto de Inteligencia Británico buscando su intervención para detener la continua actividad hostil del CNI contra la Demandante y sus asesores en el Reino Unido.

(1) Vigilancia ilegal encubierta/abierta de la Demandante y de sus asesores

47. El dato más destacado que puede dar la Demandante en este momento es que tanto ella como su asesora de relaciones públicas y con los medios y han sido seguidas en Londres en varias ocasiones desde o aproximadamente en 2018 y, habida cuenta de todas las cuestiones aquí alegadas, se infiere que esto estaba siendo realizado por agentes o contratistas del Demandado/CNI.

48. Respecto a su asesora de relaciones públicas y con los medios, la asesora:

48.1. en la tarde del 11 de septiembre de 2018, caminó desde su casa hacia el lugar de estacionamiento en el que normalmente aparcaba su berlina BMW: en una tranquila calle residencial de un solo sentido, situada junto a una plaza ajardinada privada (Hereford Square). Cuando se acercaba a la esquina que daba a la calle, miró hacia la acera adyacente a la plaza ajardinada y vio a tres hombres alrededor de su coche: un hombre estaba en la acera junto a su coche, otro hombre estaba sentado en la acera con las piernas o parte de las piernas debajo del coche y el tercer hombre estaba parado directamente detrás de él. Cuando dobló la esquina hacia el medio de la calzada, oyó a los hombres, que tenían aspecto mediterráneo, intercambiar algunas palabras en español y el hombre que estaba debajo del coche huyó, seguido poco después por los otros dos. El asunto fue denunciado a la policía. (El mismo día James Watt advirtió que habían entrado en su teléfono móvil y su iPad). Se infiere que los hombres estaban intentando colocar un dispositivo de rastreo, o descargar información del sistema informático del coche; y

48.2. el 4 de junio de 2019 la recogió un taxi de Uber en Berkeley Square. Un minuto o dos después de que la recogiera el vehículo de Uber, vio un coche BMW con la matrícula “SPAIN” que se había detenido frente al vehículo en el que se encontraba y que vio en tres ocasiones más en el trayecto de ese viaje, la última de las cuales estaba a uno o dos minutos en coche de su casa de South Kensington. En tres o cuatro ocasiones más, entre junio y agosto de 2019, reservó taxis de Uber para que la recogieran en Mayfair. En todas las ocasiones, el mismo automóvil apareció junto o frente a los taxis de Uber en los que viajaba; y

48.3. el 11 de noviembre de 2020, un hombre de aspecto mediterráneo se presentó ante ella en la calle, en Gloucester Road, frente a Hereford Square, y le dijo: "Hi, Hola, you must stop” (debes parar). El asunto fue denunciado a la policía.

49. Respecto a la Demandante:

49.1. el 28 de junio de 2015, la Demandante asistió a un evento de Fórmula E en Battersea Park. La Demandante se dio cuenta de que dos hombres la seguían mientras caminaba de un lado a otro entre grupos de amigos en el transcurso de dos o tres horas. Cuando se daban cuenta de que ella los miraba, se detenían y hablaban entre ellos. Los hombres iban bien vestidos, eran elegantes y de aspecto mediterráneo;

49.2. aproximadamente una semana después fue al supermercado Waitrose más cercano a su casa, en West Halkin Street. Observó a dos hombres que la seguían por la tienda con un solo artículo en la cesta. Estos hombres también iban bien vestidos, eran elegantes y de aspecto mediterráneo; y

49.3. posteriormente, en julio o agosto de 2015, la Demandante estaba en una tienda frente a Harrods, cuando vio a un hombre esperando fuera de la tienda. El hombre la siguió y, cuando ella se giró para entrar en Harrods, la miró directamente a los ojos y dijo, con calma: "Hola Corinna".  (pero no como saludo).

(2) Entrada sin autorización en Chyknell Hall

50. Chyknell Hall es una finca privada en Shropshire de aproximadamente 200 acres en la que viven la Demandante (y su hijo). Allí han ocurrido los siguientes eventos. Teniendo en cuenta todos los asuntos invocados aquí, se infiere que estos actos fueron llevados a cabo por  agentes o contratistas de

Demandado/CNI:

50.1. el 21 de junio de 2017, la Demandante se despertó y descubrió que habían perforado un agujero perfecto en la ventana de su dormitorio justo enfrente de su cama. No hubo ningún intento de entrar en su propiedad. El asunto fue denunciado a la policía;

50.2. el 14 de abril de 2020 dos disparos impactaron en el objetivo de la cámara de la puerta principal. Las grabaciones del CCTV no mostraron a ningún peatón armado, lo cual indicaba que había sido necesario un alto nivel de puntería para alcanzar el objetivo teniendo en cuenta los aproximadamente 137 metros de distancia que había desde la calzada. No hubo ningún intento de entrar en su propiedad. El asunto fue denunciado a la policía;

50.3. entre el 30 de abril y el 3 de mayo de 2020 hubo un intento infructuoso de acceder al sistema de CCTV, sin embargo, el 4 de mayo lograron acceder al mismo, lo cual provocó la pérdida de material grabado; y

50.4. el 7 de mayo de 2020 se observó un dron sobre la finca. Esto es inusual ya que la finca está bastante lejos de la calzada.

(3) Intento de colocar un dispositivo de rastreo o descargar información del sistema informático del coche

51. Véase el párrafo 48.1 anterior.

(4) La interceptación/monitoreo de comunicaciones sin autorización legal

52. Los datos más relevantes que la Demandante puede ofrecer en este momento es que ha experimentado problemas de seguridad con su móvil y cuentas de internet desde aproximadamente septiembre de 2018, al igual que James Watt. La intención del Demandado era que la interceptación o el monitoreo no fuera detectable por la Demandante para evitar que se descubriera. Teniendo en cuenta todas las cuestiones que aquí se exponen, se infiere que ese fue el resultado de la interceptación ilícita por parte de agentes o contratistas del Demandado/CNI.

53. En septiembre/octubre de 2018, el fiscal general inició las investigaciones en Ginebra, entre otras cosas a la Lucum Foundation. La Demandante, su asesora para los medios y el Sr. Watt estaban todos presentes en Ginebra en ese momento. Aproximadamente un día después de que regresaran a Londres, la asesora para los medios de la Demandante descubrió a los tres hombres alrededor de su coche (como se ha descrito anteriormente) y el Sr. Watt descubrió que habían entrado en su móvil y en su iPad. Casi al mismo tiempo, la Demandante tuvo problemas con su teléfono móvil, que continuaron de forma intermitente durante los meses siguientes, a saber, que el teléfono se calentaba, la duración de la batería se redujo de forma drástica, se escuchaban clics y ecos en la línea y otras interferencias. A pesar de cambiar de terminales, los problemas persistieron.

F. OTROS ACTOS QUE FORMABAN PARTE DEL PATRÓN DE CONDUCTA

54. La Demandante se basa además en las siguientes cuestiones como parte del patrón de conducta del Demandado constitutivos de acoso:

54.1. el 23 de febrero de 2016, la Demandante volaba de Londres a Nueva York a bordo de un avión de British Airways. Por entonces le preocupaba su seguridad en virtud de los asuntos aquí alegados y era muy cuidadosa a la hora de restringir el número de personas que conocían sus desplazamientos. No informó al Demandado de sus planes de viaje y a su entender ninguno de sus empleados lo había hecho. Durante el vuelo, la tripulación le informó de que había recibido un mensaje del Demandado diciéndole que había dispuesto que un chófer la recogiera en el aeropuerto de Nueva York. La Demandante llevaba sin ver al Demandado desde el 4 de noviembre de 2014. Se infiere que el Demandado le envió este mensaje para provocar gran inquietud y angustia en la Demandante y para demostrar que conocía perfectamente sus movimientos. Sintió miedo durante el vuelo y al aterrizar en Nueva York;

54.2. como se indica en el párrafo 42.6 anterior, el 5 de marzo de 2019, los abogados de la Demandante escribieron al jefe de la Casa Real en el palacio de la  Zarzuela de Madrid en un intento de resolver el acoso denunciado;

54.2.1. el 11 de marzo, el Demandado la telefoneó desde su teléfono vía satélite después de no haber tenido contacto directo por un considerable período de tiempo, y le dijo que debían reunirse en Londres en persona para hablar de asuntos importantes. La Demandante accedió creyendo que el patrón de conducta denunciado podía llegar a su fin y que los asuntos podían solucionarse. Sin embargo, tenía miedo y dispuso que hubiera guardias de seguridad en la propiedad;

54.2.2. el 16 de marzo, el Demandado llegó al piso de la Demandante con sus empleados de seguridad y otro hombre a quien presentó como su "secretario personal" que dijo que asistía al Demandado en "misiones" exclusivas. No asistió a la reunión posterior entre las partes. El hijo de la Demandante, Alexander, sí asistió;

54.2.3. al principio, la Demandante le preguntó al Demandado cuáles eran sus intenciones para la reunión. Le preguntó si estaba en la reunión para buscar una solución y si había tratado el tema de la reunión con el general Sanz Roldán. En respuesta, el Demandado elogió al general Sanz Roldán calificándolo de gran protector y estrecho aliado, diciendo que "sin él estaría [hace el gesto de cortarse el cuello]";

54.2.4. a pesar del hecho de que la Demandante le había dicho al Demandado que lo que quería era que el acoso acabara, el Demandado le preguntaba una y otra vez “qué es lo que quieres”. Ella le respondió aludiendo a la carta dirigida a la Casa Real. Dijo que quería que se iniciara un diálogo entre sus equipos legales y de comunicaciones con vistas a resolver sus problemas, aclarar los hechos ante los medios de comunicación y poner fin al acoso;

54.2.5.

54.2.6. la reunión no fue conciliadora y el Demandado no hizo ninguna oferta para desistir o transigir. En su lugar, el Demandado mantuvo una actitud hostil.

54.3.tras la reunión de marzo de 2019 el acoso no cesó a pesar de que la Demandante apenas sale de su piso y extrema las precauciones respecto a su seguridad. Es objeto de una continua amenaza de conducta de acoso y teme por su seguridad.

G. REPARACIONES

55. En virtud de las cuestiones anteriores la Demandante ha padecido un gran sufrimiento psicológico, inquietud, angustia y ansiedad, pérdida de bienestar, humillación y estigma mental.

56. Los Demandantes se atendrán a los siguientes hechos y cuestiones en apoyo a su reclamación por daños y perjuicios generales y agravados:

EXPOSICIÓN DE LA ANSIEDAD

56.1. El acoso del Demandado a la Demandante ha socavado y continúa socavando su sensación de bienestar. Sufre de privación del sueño y tiene pesadillas frecuentes que surgen de la amenaza a su seguridad personal. Su estilo de vida se ha visto afectado de forma drástica. Rara vez la invitan a eventos sociales y apenas sale para nada. Cuando sale, casi siempre viaja en coche, y antes de salir de casa comprueba primero con seguridad de Grosvenor Estate y/o su chófer si es seguro hacerlo. Cuando asiste a eventos sociales le es imposible disfrutarlos plenamente debido a su preocupación porque la gente habla de ella a sus espaldas. A causa del acoso del Demandado hacia la Demandante, su hijo se ha vuelto temeroso, sufre estrés y ha sufrido acoso en el colegio, todo lo cual ha aumentado la angustia de la Demandante.
56.2. Como consecuencia de las amenazas vertidas a la Demandante por el Demandado en persona, a través el general Sanz Roldán y a través de la vigilancia, la entrada en su propiedad sin autorización y actividades ilícitas llevadas a cabo por agentes del Demandado y/o empleados o contratistas del CNI, la Demandante ha padecido gran inquietud y angustia. Ha vivido y vive temerosa por su seguridad física y la de sus hijos. Ha estado enormemente preocupada por la seguridad de las propiedades en las que reside ella y su familia y por la seguridad de los dispositivos móviles y ordenadores de todos ellos. Se ha visto obligada a poner en marcha amplias medidas para tratar de garantizar su seguridad y protección y la de su familia, tal y como se describen más abajo.

56.3. Los comentarios difamatorios proferidos por del Demandado a la familia, amigos y socios comerciales de la Demandante han provocado angustia emocional y psicológica y depresión en la Demandante. Ha padecido la desconfianza de sus hijos y el alejamiento de Nastassia. Ha perdido a varias amistades personales cercanas y socios comerciales.

56.4. La información falsa que el Demandado suministró a los medios, a tenor de las cuales la Demandante era deshonesta y una ladrona, ha provocado que haya sido vilipendiada en la prensa y en internet, denigración pública, humillación y estigma moral.

57. Asimismo, en virtud de las cuestiones anteriores, la Demandante ha sufrido pérdidas y daños económicos:

EXPOSICIÓN DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS ESPECIALES

57.1. gastos del tratamiento médico recibido por las consecuencias sobre la salud mental de la Demandante derivadas del acoso del Demandado;

57.2. gastos de la instalación de medidas de seguridad personal y servicios de protección personal diarios para la Demandante y su familia;

57.3. gastos de salvaguarda y protección de las residencias de la Demandante;

57.4. gastos de contratación de exdiplomáticos y antiguos empleados del gobierno para que intervinieran para poner fin al acoso del Demandado hacia la Demandante; y

57.5. gastos de relaciones públicas y responsables de comunicación para mitigar el daño causado a la reputación de la Demandante en los medios de comunicación.

58. La Demandante reclama intereses en virtud de la Sección 35A de la Ley de Tribunales Superiores (Senior Courts Act ) de 1981 sobre dicha suma, al ritmo y durante el período que el Tribunal estime oportuno.

MEDIDAS CAUTELARES

59. La Demandante cree que el Demandado continuará acosando a la Demandante a menos que sea frenado por orden del Tribunal.
Y la Demandante solicita:

(1) un mandato judicial para impedir que el propio Demandado, sus empleados o representantes, o que se ordene o aliente o permita que cualquier otra persona de ningún modo:

a. acose a la Demandante;
b. se comunique con la Demandante, bien por teléfono, correo electrónico, mensajes de texto o WhatsApp o cualquier otro medio (excepto por correo electrónico dirigido a los abogados de la Demandante);
c. haga comentarios difamatorios acerca de la Demandante;
d. publique material falso o difamatorio acerca de la Demandante y/o proporcione dicho material a los medios;
e. observe, siga o monitorice a la Demandante;
f. esté a menos de 150 metros de las residencias de la Demandante;

(2) resarcimiento por daños y perjuicios, incluidos los daños morales, por acoso;
(3) los intereses anteriormente expuestos;
(4) cualquier otra medida que el Tribunal estime oportuna;
(5) las costas.


JONATHAN  CAPLAN  Q.C.
JAMES  LEWIS  Q.C.
ADAM  CHICHESTER -CLARK

CASO Nº QB-2020-004165
EN EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
QUEEN'S BENCH DIVISION
MEDIA AND COMMUNICATIONS LIST
ENTRE
CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN-SAYN
Demandante
Y
JUAN CARLOS ALFONSO VÍCTOR MARÍA DE BORBÓN Y BORBÓN
Demandado
EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS
Blake Morgan LLP
6 New Street Square
Londres EC4A 3DJ
Referencia: APS/612327-1
Firma Abogados de la Demandante

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Faladoiro

 

 

 Imagen

 

 

 

Amador Fernández-Savater / Filósofo y periodista 

 

1.-“Opinamos todo el rato para no tener que leer, para no tener que escuchar”

2,.La nueva ley de convivencia universitaria castiga el acoso sexual, el plagio y las novatadas

El proyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros distingue entre faltas muy graves, graves y leves que, en algunos casos, pueden suponer la pérdida de derechos de matrícula.

 

3.-La primera dama de EE.UU. Jill Biden, retoma las clases presenciales como profesora en un centro de estudios superiores, convirtiéndose así en la primera esposa de un presidente del país que continúa con su trabajo mientras vive en la Casa Blanca.

 

HUMOR, please. 

asesino con flexoImagen

Fernado Pessoa e eu.

            A minha experiéncia com   Fernando Pesoa e "O Livro do Desassossego" e mais o"Ano da morte de Ricardo Reis"  de José Saramago.

       Quase causa rubor falar de conhecer,  ainda que só fosse um bocadinho a obra e a figura do grande escritor. Há tanta materia escrita, tanto  estudado e publicado que um niguém,  como eu,  que pode dizer. Bom, não é propósito fazer um monte de informação e links que  para nada serviríam. Se assim fosse não poderia eu escrever nada aquí neste blog, mas como já deixei dito isto é como se duma  seara silvestre e agreste se tratase, não tenho eu qualidades nem preparação para convertir isto nun campo florido de alta cultura e rigor intelectual.  Nem sei, nem poderia, nem pretensão, sequer, tenho. Aquí fazesem relatos, comentarios, pequenas cousinhas muito variadas e misturadas de qualquer maneira  à vontade de quem governa este quintairo, ou seja eu.  Assim é, aquí todo anda um pouco  à solta e presentado de    maneira simples e vulgar. Não obstante este sarilho em forma  de blog, por vezes delirante, é antes que nada  solaz para o  que escreve e, se calhar,  pequeno sulco de auga de    divulgação ou informação para quem quiser. Como diz Jorge Amado: " A minha fala e simples e sem pretensão, quem não quiser ouvir pode ir embora".

     Pois bem, a primeira vez que apanhei na minha mau o Livro do desassossego de Fernando Pessoa foi para ler por ler na lingua portuguesa eu que apanhara umas nocioçinhas de Português e por aquelo de ir fazendo caminho. Pois bem, malamente sabia quem era Pessoa, ainda que pensaba que sabia. Só minímamente  que foi um poeta português muito importante e la,la,la. Abandonei a leitura daquel livro. Encontrei-no denso, sem sentido, parecía uma estrutura de livro feito à monte. Até achava que aquilo era o solaz dum louco que desabafava à tola tudo aquilo que lhe preenchia uma cabeça rechea de tolices. Certo que  não encontrava jeito naquilo. 
       Tal vez fosse a arrogancia do ignorante, cousa moito provável, o caso é quem com rubor confeso a minha petulância além da moito ignorancia. 
      Seja como for um arrogante-ignorante- intelectual, não fica quieto e segue na pescuda de mais aventura, e assim uns días mais tarde com  afão e valentía fui a biblioteca pública e pedi emprestado "O  ano da morte de Ricardo Reis" de José Saramago. Gostei daquilo, ja progredira um bocado mais no português, apanhava mais o significado de mais palavras, mais familiarizado com as construções sintácticas etc. e sobre todo gostava muito da escrita, e gosto, de Saramago. Ainda que moitas palavras ficavam no escuro e eram dedúcidas pelo contexto, aquela leitura repousada,satírica com  as suas  magníficas descripções dos personajens; Lisboa uma  descoberta para min da  quem nada conhecia. Gostava do livro e naquela altura estava a dar um curso de un mes de aulas de português. Um día perguntei o meu professor, o  Nuno estou a ler este livro que te parece, é um bom livro, posso lê-lo. O  Nuno era um rapaz muito prudente e educado, Lisboeta que naquela altura daba aulas de português en Madrid. O Nuno, pûs face disimulada de que aquilo devía der muito pra mim. Ele dixo-me que era ótimo ler aquel livro, embora um pouco timídamente perguntou-me se sabia quem era Ricardo Reis e quando morrera. Eu muito seguro de mim respondi que esperava que no livro  se me desse resposta as tais perguntas. Eu recordo agora aquela resposta e o meu conhecemento de Pessoa e digo que atrevida é a ignoracia, e que pouco sabia  daquela, e tal vez hoje também, de Portugal e da sua cultura.     
           
       O  Nuno em duas dicas deixo-me explicado quem era Ricardo Reis, ou seja Fernado Pessoa, ou seja o mundo dos heterónimos de Pessoa. E Saramago escreveu aquele livro um ano despois da morte de  Pessoa, que se olvidara ou não quissera marcar a morte do doutor Reis. A minha boca acho que ficou aberta um bocado,os meus olhos olhavam para o Nuno e dizia-me a mim mesmo que pouco sabia de tudo aqulo. 
      Continui com o livro de Saramago, mas ja aquela leitura  estava mais fundada, e era ainda mais intrigante ,  pois ja sabia quem era Ricardo Reis e a imaginação única de Saramago fez o ingénio de pensar como sería um ano de Pessoa em Lisboa ja uma vez morto. Ricardo Reis namora-se, vive, recorre Lisboa, tem amor carnal e amor platónico, comenta, e ainda se vê com Fernando Pessoa, tudo adubado e embrulhado numa pluma ágil, generosa, doce como nenhuma, a de Saramago.  Lí tres vezes, que recorde en anos posteriores,  bem amodo o "Ano da Morte de Ricardo Reis", e gostava de repetir e escrever alguns trechos do livro, em cada lectura descobria cousas novas e seguía sempre a maravilhar-me a escrita de Saramago. E um livro que tenho muito na memoria e volvería a ler outra vez para recrear-me nos personagens e na Lisboa  cidade. 
      Um tempo despois tive o prazer de ir a Lisboa. Prometera-me que tinha que percorrer os lugares e pensar nas descripções de Saramago . Assim foi e quando lá estive oito días havía duas cousas fundamentais que tinha que ver e percorrer: as ruas do recordo do 25 de abril, Salgueiro Maia e o seu percurso dende o terreiro do Paço até o quartel do Carmo, a Pontinha pra recordar a Otelo Saraiva de Carvalho etc. e sobre todo percorrer a rua do alecrím, a Baixa, a praza da Figueira, e todos os lugares que Saramago me ensinou que é quase toda Lisboa.  Fui o cais de Alcântara para recordar o dia de chuva atlántica que receve a Ricardo Reis quando ficticiamente chega do Brasil para vivir o último ano da sua vida. "Aquí acaba o mar e principia a terra", com estas palavras começa o livro  com a chegada o cais de Alcântara. Fui o cais do Sodré, andei  acima e abaixo pela Rua do Alecrím mas ja não encontrei o Hotel Bragança, fui os cafés, fui a rua dos douradores, percorri as ruas e os recorridos que  Pessoa  ou seja Reis faziam na sua vida. Foram passeios maravilhosos com Ricardo Reis. A mim Lisboa no me suspreendeu, eu ja lá estivera e só reconhecia o que a minha mente viajara.  Percorri os lugares e ruas do 25 de abril e acompanhei o Capitão Maia naqueles momentos com a sua companhia de cavaleria  controlando as ruas da Baixa lisboeta e fui a porta do Cuartel do Carmo e fiquei pensando na entrada dele para dizer o primeiro ministro Marcelo Caetano que estava detido en nome do MFA. 

        Assim, continuando co inicio desta conversa, que deixei lá acima, e  que era sobre "O livro do dessassosego", tenho que dizer que volvi a ele, tenho lido varias vezes não completo,tenho trechos guardados e sim que consegui e consego lê-lo e o considero uns dos livros  mais influentes hoje para min , tanto na maneira de escrever como no fondo e no seu fundamento. É um magnífico livro, que não foi escrito por nenhum dos heterónimos conhecidos mas Pessoa não era capaz de contar nada de si, pela sua personalidade, e fez que contasse tudo Bernardo Soares. Assím vamos com Bernardo Soares a tomar café a Brasileira, sabemos como era o  patrão Vasques e as soidades e tristezas e amanheceres de Fernando Pessoa. 
      A minha arrogância de ignorante da que me acusei, tal vez seja compensada ou superada pela minha curiosidade de aprender cousas novas e o vicio de espreitar pelos buracos das fechaduras territorios que se me presentam alheios, imprópios, arredados e afastados. 


         Aquí fica bem explicado  o livro do dessassosego. 





nació en esa introvertida y algo morosa capital el 13 de junio de 1888. El ejército, la burocracia y la música figuraban en sus antecedentes familiares. Ya entonces, en enero de 1894, y luego de la muerte de su padre y su hermano menor, Pessoa había comenzado a inventar «heterónimos» –personajes imaginarios que poblarían el «teatro íntimo del ser». A los seis años intercambiaba cartas con un corresponsal ficticio. Su madre volvió a casar y la familia se mudó a Durban, en Sudáfrica. En Natal apareció un tal Alexander Search, escocés imaginario al que Pessoa le elaboró una biografía, le ideó un horóscopo, y en cuyo nombre tranquilo y transparente escribió poesía y prosa en inglés. A éste le siguieron setenta y dos personajes distintos en busca de su autor. Al principio tendían a escribir secuelas de Shelley y Keats, de Carlyle, Tennyson y Browning. En 1905, el joven empresario de personalidades regresó a Lisboa. Muy pronto abandonó la universidad y se volvió autodidacta. Por el resto de su vida, Pessoa decidió ganarse el pan modestamente con un empleo de medio tiempo. Fungió como corresponsal comercial para el extranjero: traducía y redactaba cartas en francés y en inglés. En una ocasión hubo de traducir una antología literaria. Esta existencia marginal y autónoma relaciona a Pessoa con otros maestros de la modernidad urbana, como Joyce, Svevo (Trieste y Lisboa comparten un peculiar y vívido carácter espectral) y, en alguna medida, Kafka. Hasta 1909 la poesía atribuida a Alexander Search prosigue en inglés, excepto por seis sonetos portugueses. El año 1912 significó una suerte de momento decisivo. Pessoa se relacionó con los numerosos círculos literarios, morales, políticos y estéticos en reuniones y publicaciones efímeras que surgieron de la crisis social cada vez más profunda en Portugal. (Setenta y siete mil personas emigraron sólo ese año.) La vida interior de Pessoa –la alternancia del mundo de los cafés lisboetas y su soledad radical– se expresa en el íntimo Libro del desasosiego y en el primer borrador de un largo poema en inglés. La fisión de una cuádruple incandescencia se efectuó ese día de marzo de 1914. Todavía constituye uno de los fenómenos más notables de la historia de la literatura. Al recordar el acontecimiento (en una carta de 1935), Pessoa habla de un «éxtasis cuya naturaleza no conseguiré definir... Había aparecido en mí mi maestro». Alberto Caeiro escribió más o menos treinta poemas a un ritmo impresionante. A éstos siguieron, «inmediata y totalmente», seis poemas de un tal Fernando Pessoa. Pero Caeiro no se había revelado solo. Tenía dos discípulos principales. Uno era Ricardo Reis: Y, de repente, y en derivación opuesta a la de Ricardo Reis, me surgió impetuosamente un nuevo individuo. En chorro, y a máquina de escribir, sin interrupción ni correcciones, surgió la «Oda triunfal» de Álvaro de Campos –la oda con ese nombre y el hombre con el nombre que tiene. Creé, entonces, una coterie inexistente. [...] Gradué las influencias, conocí las amis tades, oí, dentro de mí, las discusiones y las divergencias de criterios, y en todo ello me parece que fui yo, creador de todo, lo menos que allí hubo. Parece que todo ocurrió independientemente de mí. Y parece que aún ocurre así. Los seudónimos, los noms de plume, la anonimía y todas las modalidades de la máscara retórica son tan antiguas como la literatura. Las razones son plurales. Van desde los escritos políticos clandestinos a la pornografía, de la ofuscación juguetona a desórdenes de la personalidad verdaderamente graves. El «socio secreto» (compañero de Conrad), el «doble» benevolente o amenazante es un motivo recurrente –lo prueban Dostoievski, Robert Louis Stevenson y Borges–, al igual que el tema, vetusto como el rapsoda homérico, de la poesía «dictada», fruto de la embestida literal e inmediata de las musas, lo que es igual a afirmar de lo divino o de los muertos. En ese sentido de «inspiración», de «haber sido escrito en lugar de escribirlo», las técnicas de la escritura automática anteceden en mucho al surrealismo. Varios escritores de primer orden se volvieron contra sí mismos literalmente, contra su obra anterior o su estilo, hasta el punto de buscar la destrucción. La multiplicidad, el ego vuelto legión, puede ser festiva, como es el caso de Whitman, u oscuramente escarnecido, como es el caso de Kierkegaard. Hay disfraces y parodias nunca desenmascaradas por la erudición más minuciosa. Simenon era incapaz de recordar cuántas novelas había engendrado ni con qué seudónimos tempranos y múltiples. A avanzada edad, el pintor de Chirico irrumpió en los museos y galerías de arte estupefactos declarando que ciertos cuadros famosos y atribuidos por mucho tiempo a él eran falsos. ¿Lo hizo porque le disgustaban cada vez más a medida que envejecía o porque ya no podía identificar su propia mano? Como Rimbaud proclamó, al instaurar la modernidad, «Je´ est un autre»: «Yo es otro». Sin embargo, el caso de EL ARTE DE FERNANDO PESSOA George Steiner Cuatrinca Es poco frecuente que un país y un idioma ganen cuatro grandes poetas en un solo día. Pero esto es precisamente lo que sucedió en Lisboa el 8 de marzo de 1914. Pessoa aún es sui generis. No tiene paralelo cercano no sólo por su estructura de cuarteto sino por la diferencia abismal entre las cuatro voces. Cada una cuenta con una biografía y una complexión detalladas. Caeiro es rubio, pálido y de ojos azules, la tez de Reis es oscura y cetrina, y «Campos es entre blanco y moreno, tipo vagamente de judío-portugués, cabello sin embargo, liso y normalmente apartado a un lado, monóculo», nos dice Pessoa. Caeiro casi no ha ido a la escuela y vive en casa con una modesta pensión. Reis es un médico educado por los jesuitas, exiliado en Brasil en 1919 por sus convicciones monarquistas. Campos es un ingeniero naval y latinista. Las relaciones entre ellos, tanto por sus actitudes como por su estilo literario, son de una densidad y sutileza dignas de James, al igual que sus diversos grados de parentesco con Pessoa mismo. El Caeiro en Pessoa genera los poemas de un solo impulso inmediato y no pedido. La obra de Ricardo Reis es el fruto de una deliberación abstracta y casi analítica. Las afinidades con Campos son las más oscuras e intrincadas: «es un semiheterónimo porque, no siendo la personalidad la mía, es, no diferente de la mía, sino una simple mutilación de ella. Soy yo, menos el raciocinio y la afectividad». La lengua de Campos es muy parecida a la de Pessoa. Caeiro escribe en un portugués descuidado y a veces con faltas: en tanto, Reis es un purista de estilo anticuado que Pessoa considera exagerado. Pessoa añade una observación fascinante; la prosa de Reis y la de Campos es la que le parece más difícil de «simular». La poesía de sus heterónimos, por ser más espontánea, es más fácil de componer. Octavio Paz explora este laberinto en la introducción al hermoso libro A. Centenary Pessoa, una antología editada por Eugenio Lisboa y L. C. Taylor. Paz ve en Caeiro, en Reis y en Campos a «los héroes de una novela que nunca escribió Pessoa». Sin embargo, «no es un inventor de personajes-poetas sino un creador de obras-depoetas», nos dice Paz. «La mente al destino. Pessoa llama atención sobre las obras inéditas de Reis; éstas incluyen un «Debate estético entre Ricardo Reis y Álvaro de Campos» y notas críticas sobre Caeiro y Campos que Pessoa describe como «un modelo de precisión verbal y de incomprensión estética». (Los laberintos y las salas de espejos de Pessoa son de un encanto tortuoso tal, que incluso Borges o Paz, cada uno maestro de las perplejidades, nos parecen directos en comparación.) ¿Qué hay del titiritero mismo (aunque el símil sea craso)? Octavio Paz concibe una ausencia esencial: Nunca aparecerá: no hay otro. Aparece, se insinúa, lo otro, lo que no tiene nombre, lo que no se dice y que nuestras pobres palabras invocan. ¿Es la poesía? No: la poesía es lo que queda y nos consuela, la conciencia de la ausencia. Y de nuevo, casi imperceptible, un rumor de algo: Pessoa o la inminencia de lo desconocido. La silueta que Paz traza de Pessoa, si bien es un alegato muy sutil, corre el riesgo de oscurecer un factor esencial. Del juego de espectros de la heteronimia emerge una poesía de indiscutible primer orden. Pessoa está incluido con justicia entre las veintiséis figuras centrales en el sugerente aunque juvenil formulario del “canon occidental”. El portugués es un idioma resistente. Sus guturales lo vuelven una suerte de miembro eslavo de la familia de lenguas romances. A la mayoría de nosotros la literatura portuguesa (que, por supuesto, incluye la de Brasil) nos es ajena. Por eso se agradecen aún más la selección y las traducciones de nuestro cuarteto. En primer lugar, la voz de Pessoa: «Me sueño no sé quién»; «¡Benditos los que ven la ola / de los pañuelos de la despedida!» O el característico «Por encima de todo esto / está Jesucristo, / que no sabía nada de finanzas / ni consta que tuviese bibliotecas...» Presente está el registro irónico y vaporoso, un llamado constante al mar, a un Portugal casi desprendido de sus amarras europeas: Virgen del Rosario de Pomata. Plancha original, anónimo. Lima, siglo XVIII. Ricardo Reis es por completo diferente: ratón de biblioteca, conocedor de la mitología antigua, practicante de las formas métricas elaboradas y del estilo mandarín. Es en varios aspectos una versión más austera de Swinburne y Gautier, escucha e imita «El antiguo ritmo de pies descalzos,/ ese ritmo que todavía repiten las ninfas». diferencia es capital». Las biografías imaginarias, las anécdotas, «el realismo mágico» del contexto histórico, social y político en el que se desempeñan cada una de estas máscaras, acompañan y a la vez explican los textos. Tal es el enigma de la autonomía de Reis y Campos, pues habrán de tratar, en ocasiones, a Fernando Pessoa con ironía o condescendencia. Alberto Caeiro por su parte, es, como ya hemos visto, el maestro cuya brusca autoridad y súbita presencia en la vida genitiva arma toda la estructura dramática. Paz distingue con agudeza estos fantasmas animados. Caeiro es un agnóstico que anula la muerte al negar la conciencia. Su postura es la del paganismo existencial. Hay en sus escritos y en su persona toques de sagacidad y quietismo orientales. Su debilidad, Paz apunta, es la calidad tenue y borrosa de la experiencia que dice encarnar. Muere joven. Como Caeiro, Campos escribe en verso libre y es irreverente ante el portugués clásico o común y corriente. Los dos son pesimistas, hechizados por la realidad concreta. Pero en tanto Caeiro es un inocente, y cultiva la abstinencia y el retiro filosófico, Campos es un dandy peregrino. De nuevo, Paz es incisivo al formular: «Campos es un dandy ¿Qué soy? Campos: ¿Quién soy?» Para Campos esta pregunta está casi ahogada por el clamor de la máquina, por el aullido de la tecnología moderna de la fábrica y por las calles de metrópolis moderna. Al arrancar con la declaración de que la única realidad es la sensación, Campos acabará por preguntarse si él mismo es real siquie ra (una modulación irónica, en vista de su primer y más celebrado poema, la «Oda triunfal»), Ricardo Reis es el más intrincado de estos disfraces. Misántropo, prefiere los géneros neoclásicos altamente elaborados como el epigrama, la elegía y la oda. Es una de las combinaciones más raras, un esteta estoico, (¿hay un eco en él de Walter Pater?); la perfección técnica de sus poemas breves busca avenirse tranquila¡Oh mar salada, cuánta de tu sal son lágrimas de Portugal! ¡Por cruzarte, cuántas madres lloraron, cuántos hijos en vano rezaron! ¡Cuántas novias quedaron por casar para que fueses nuestra, oh mar! ¡Valió la pena? Todo vale la pena si el alma no es pequeña. Quién quiere pasar allende el Bojador tiene que pasar allende el dolor. Dios al mar el peligro y el abismo dio, mas fue en él donde el cielo se miró. Podemos escuchar la proximidad de la sensualidad filosófica de Caeiro: No me ocupo de las rimas. Casi nunca hay dos árboles iguales, uno junto al otro. Pienso y escribo como las flores se abren pero me expreso con menos perfección pues carezco de la simplicidad divina de estar afuera solamente. Hay algunas concisiones inolvidables (ecos distantes de Emily Dickinson): «Leí hoy casi dos páginas / del libro de un poeta místico, / y me reí como quien ha llorado mucho. «Caeiro elogía lo transitorio. Para él «la memoria es una traición a la Naturaleza», que cambia sin cesar. Le pide a los pájaros en vuelo que le enseñen el arte de pasar sin dejar rastro. La búsqueda de la unidad, de las verdades absolutas – el incontrovertible modelo platónico de la poesía occidental– no es más que «una enfermedad de nuestras ideas». La reflexión de Caeiro sobre la muerte y lo póstumo muestran un orgullo irónico, pues él fue «idólatra como el sol y el agua» y, al concluir, «un día me dio sueño como a cualquiera criatura». Ricardo Reis es por completo diferente: ratón de biblioteca, conocedor de la mitología antigua, practicante de las formas métricas elaboradas y del estilo mandarín. Es en varios aspectos una versión más austera de Swinburne y Gautier, escucha e imita «El antiguo ritmo de pies descalzos, / ese ritmo que todavía repiten las ninfas». Un esteta finisecular que prefiere «rosas, amor mío, a la patria» y ve en Cristo «uno más en el Panteón y en el culto». Con todo, es un lírico capaz de una intensidad epigramática que conocemos también por Walter Savage Landor (quizás el verdadero modelo de Reis). Cuando, Lidia, nos llegue nuestro Otoño con el Invierno que hay en él, reservemos un pensamiento, no para la futura Primavera, que es de otros, ni para el Estío, de quien es tamos muertos, sino para lo que queda de lo que pasa –el amarillo actual que las hojas viven y las hace diferentes. Campos es el retórico locuaz, el bardo de estilo elevado. Con todo puede burlarse de sí mismo con confiado regusto. Su «Oda triunfal» puede ponerse junto a «El puente» de Hart Crane como uno de los textos clave del paisaje industrial de la modernidad. «¡E-yá, las calles, e-yá, las plazas, e-yá, eyá, la foule!» Cuánto habría retrocedido el fastidiado y fantasmal Pessoa frente a la robusta democracia de Campos. Cuánto habría retrocedido Reis, el alusivo helenista victoriano: Y la gente vulgar y sucia que parece siempre la misma, que cada dos palabras suelta una palabrota, cuyos hijos roban en las puertas de los tendajones, cuyas hijas a los ocho años – ¡todo esto es hermoso y lo amo! masturban a hombres de aspecto decente en los huecos de la escalera «Tabaquería» está entre los poemas más elogiados de la lengua. (Pessoa fue un fumador entusiasta) No es el cinismo sino una especie de vigoroso desencanto lo que lleva a la muchacha a «comer chocolates», pues «no hay metafísica en el mundo como los chocolates», luego de lo cual el poeta toma el papel de plata de la cubierta y lo echa «por tierra todo, mi vida misma». Como en «Y todo el mundo sabe cómo los grandes catarros / alteran todo el sistema del universo, [...] / y hacen estornudar hasta la metafísica», el poeta aconseja un solo remedio: «Necesito verdad y aspirina.» Hazlitt nos habla con temor de una sensibilidad que pudiera imaginar y darle expresión a un lago y a una Cordelia. La mera amplitud de las voces y los temperamentos alternados de Pessoa es apenas menos impresionante. Este elegante e ilustrado tributo centenario nos regala fragmentos representativos de la prosa de Pessoa junto con documentos, crítica y perfiles. Se ha omitido el drama filosófico y leviatánico «Fausto». Pessoa comenzó a elaborar esta suma en 1908 y –al igual que Goethe– continuó trabajando en ella hasta 1933. Hay críticos, sobre todo en Francia, que aseguran que ésta es una obra clave, un archipiélago por descubrir. Los editores han incluido dos entrevistas póstumas imaginarias, pero la mejor de todas en esa vena parece habérseles escapado. El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago se cuenta entre las grandes novelas de las letras europeas recientes. Nos relata la vuelta a casa de Ricardo Reis desde Brasil, de eros y el fascismo en Lisboa, y del encuentro entre Reis y su creador fallecido. Nada más agudo se ha escrito de Pessoa y sus facetas contradictorias. En palabras de Fernando Pessoa: Si las cosas son astillas del perspicaz universo, que o sea mis fragmentos distraídos y diversos. Lo fueron y no lo fueron. Traducción de Aurelio Major ---------Este ensayo apareció originalmente en The New Yorker. Lo publicó hace algún tiempo la revista mexicana La Jornada semanal. Laura Restrepo “El lector lee siempre entre líneas” Alonso Rabí La novelista colombiana Laura Restrepo estuvo de paso por nuestra capital el año 2000, en que tuvo lugar esta conversación, que ha permanecido inédita. En ella nos habla de sus libros, sus obsesiones y su oficio. Recientemente obtuvo el Premio de Novela Alfaguara. Debe ser fácil imaginar que para muchos escritores colombianos el estilo de García Márquez es una tentación muy grande. ¿Cómo ha sorteado Laura Restrepo esta tentación? Hace poco me preguntaron algo parecido y hay un hecho que ha sido fundamental para los escritores de mi generación: habernos formado leyendo a autores latinoamericanos y eso produce un cambio de actitud no sólo frente a la literatura, sino también frente a la manera de percibir nuestro continente. Entonces, nuestro primer punto de referencia ha sido nuestra propia literatura y eso supone una inversión de los mecanismos tradicionales de lectura, es decir, primero leímos a los nuestros y, a través de los nuestros, llegamos a otras literaturas. Nos resulta imposible, pues, negar la importancia de escritores como García Márquez y otros del boom que nos deslumbraron y marcaron un hito tan importante en nuestras vidas. ¿Cómo no va a tener influencia alguien como García Márquez, una figura de talla tan monumental? Claro que la tiene y yo reivindico el derecho a tener maestros, porque la originalidad absoluta es un invento. Hay muchos críticos que insisten en compararte, de alguna forma, con García Márquez. ¿Cómo tomas esto, como un halago o como un lastre? Creo que esos temas son más inquietantes para los críticos que para uno mismo. No tengo clara la explicación de por qué se insiste en ese vínculo. Eventualmente pueden haber rasgos en mis novelas que remitan a García Márquez, porque esa es la escuela de la que uno viene. Pero, más allá de eso, a lo mejor los mismos medios intentan relacionar un texto con otros de más prestigio para, en fin, darle mayor brillo o presencia. Tal vez esa es una buena explicación, pero mi pregunta iba dirigida a ciertos rasgos de estilo. ¿Por ejemplo, la isla de Clipperton, donde transcurre tu novela La isla de la pasión, no es un poco hija de Macondo? ¿Ramón Arnaud, quien emprende una labor civilizadora en esa isla, no queda emparentado con los Buendía? Pero también podría quedar emparentado con el Adán de la Biblia, ¿no? Este asunto pretende ser relacionado con el realismo mágico, pero ni el mismo García Márquez hace ya realismo mágico. Precisamente, has sostenido varias veces que hay que buscar una nueva manera de narrar el continente, en la medida en que el realismo mágico ya es una fórmula que no responde a nuestro tiempo. ¿Cuál sería esa nueva manera de narrar el continente? Creo que hay muchas nuevas maneras de narrar el continente, pero estoy hablando fundamentalmente de técnicas de escritura, de aspectos formales. Por ejemplo, creo que ubicarse en la intersección de géneros literarios es una fórmula que puede dar buenos resultados y alejarnos de la óptica del realismo mágico. Colocarte entre la novela y el ensayo, entre el periodismo y la ficción, por ejemplo, frente a la opción de apelar a un género específico respetando sus limitaciones, es una experiencia más enriquecedora de la visión de la realidad. Tú has dicho también que la realidad latinoamericana es épica, lo cual en buena medida es cierto, pero la tendencia mayoritaria de la nueva narrativa se centra más en destinos individuales que en destinos colectivos. ¿Te parece ver en eso una contradicción? Claro, pero lo que pasa es que cuando uno dice que la realidad latinoamericana es épica, lo que se está diciendo en realidad es que a uno le interesa específicamente el lado épico de nuestra realidad. Cada escritor tiene sus opciones, ¿no? Y la realidad puede verse de mil maneras o de ninguna. Esta es una realidad tan compleja, tan inabordable, que nos permite seguir pensando en héroes, en antihéroes, en acciones sublimes o viles. En Dulce compañía, otra de tus novelas, aparece un ángel humano. ¿No es esa una señal de realismo mágico? No, es una señal de la realidad misma. El realismo mágico, al fin y al cabo, es una técnica narrativa y pienso que estamos reduciendo a la categoría “realismo mágico” a lo que antes se llamaba alma. La literatura termina devorándose a la realidad. ¿Por qué todo lo que no es estrictamente fenomenológico tiene que ser llamado realismo mágico? Y vale la pena decirlo así, para no incurrir en “garcíamarquismos”. En Dulce compañía yo me refiero a creencias populares y no necesito del realismo mágico para eso, porque no me interesa distorsionar una realidad que la racionalidad no puede penetrar. La novia oscura es tu última novela. Más de un lector debe preguntarse por qué en una novela sobre prostitutas no hay una sola escena de sexo. Bueno, yo estoy convencida de que el lector lee siempre entre líneas. Y cuando un escritor no se percata de esa capacidad del lector, puede caer en unas redundancias inadmisibles. En otra novela mía, Leopardo al sol, que aborda los orígenes del narcotráfico en Colombia, no se menciona en un solo momento la palabra droga. Sin embargo, nadie que haya leído el libro puede dudar que el tema central es el narcotráfico. En La novia oscura sucede otro tanto. No me cabe duda de que es el propio lector el que pone, imagina o agrega las escenas de cama. Por cierto, la prostitución es un tema que ha sido abordado en varias novelas latinoamericanas, como Juntacadáveres, de Onetti; La casa verde, de Vargas Llosa o Madama Sui, de Roa Bastos. ¿Cómo marcar la diferencia ante una tradición como esta? Al contrario, mejor marquemos las semejanzas. La literatura sobre prostitutas tiende a constituir una suerte de ghetto literario. Tus novelas suelen transcurrir en lugares cerrados, de poco contacto con el mundo que los rodea. ¿Se puede interpretar esto como una simbolización íntima de la realidad colombiana? Sí, ya lo creo. Una definición de lo que está pasando actualmente en Colombia podría ser: montones de clandestinidades que durante mucho tiempo permanecieron soterradas de pronto irrumpen brutalmente en nuestra realidad. El país formal, institucional, es sólo una capa de pintura y entonces surgen los narcotraficantes, los guerrilleros, los paramilitares, en fin, una serie de poderes territoriales profundamente afianzados. Eso me hace sentir a mi país como una gran suma de realidades ocultas. De ahí mi fascina ción por explorar en esos mundos. En tus novelas suele aparecer una periodista. ¿Es un alter ego tuyo? Es y no es. Y yo trato de hacer todo lo posible para que eso no sea así. En Dulce compañía la periodista es alta, rubia y belga. Más de una vez me ha pasado que me han dicho: “pero usted en su novela dice que es alta y rubia”. ¿No será que ser periodista es uno de tus demonios? ¿En el fondo no te gustaría mandar a rodar al periodismo y dedicarte en cuerpo y alma a la literatura? Es que yo he mandado a rodar al periodismo hace tiempo. La periodista que aparece en mis novelas es tan literaria como la prostituta, tan inventada como el detective de las novelas negras. La periodista termina siendo un medio de conocimiento muy útil, un intermediario entre lo racional y lo no racional. La periodista te muestra los engranajes de la realidad que explora y ella, además, le recuerda tanto al lector como al escritor que lo que está escrito en esa novela y lo que se está leyendo es simple y llanamente literatura, e incluso te dice cómo se hace esa literatura. Es una especie de quinta columna dentro del propio texto. ¿La convivencia entra la Laura Restrepo periodista y la Laura Restrepo escritora es una convivencia pacífica? Creo que se llevan muy bien. El periodismo está lleno de cosas fascinantes, como el derecho a no saber y preguntar. Y bueno, la literatura tiene también sus propias reglas. ¿Crees en distinciones literarias de género, más concretamente, tú escribes desde un punto de vista femenino? La mujer privilegia, aun contra su voluntad, la visión del mundo a través de la propia mujer. Y si manejas personajes masculinos, pues, tienes que hacer el esfuerzo de meterte en esa mentalidad. Independientemente de la calidad de la literatura masivamente producida por mujeres, que a veces es buena y a veces mala, es cierto que las mujeres por primera vez escriben masivamente sobre un mundo que siempre les perteneció; es decir, las mujeres por primera vez expresan el mundo femenino y eso es real. Eso no tiene nada que ver con discutir la existencia o no de una literatura femenina. ¿Qué es lo más desagradable que han dicho de alguno de tus libros? Calvario. Firmado por Tal vez eso de que soy una suerte de García Márquez pequeñita. Pero lo peor siempre lo dicen a mis espaldas. Todo el tiempo. El Fantasma Barroco Gustavo Faverón Patriau La profesora brasileña Irlemar Chiampi, reconocida por sus investigaciones sobre el realismo mágico, el barroco americano y la modernidad regional, así como los puentes que vinculan esas tres instancias de la historia latinoamericana, ha postulado en este cuidadoso estudio del neobarroco una serie de ideas cruciales para los interesados en el tema. La mayor, en torno a la cual gira buena parte de su breve tratado, es la negación de la persistencia del barroco a lo largo de los siglos que median entre su imposición hispana colonial y su reemergencia contemporánea. Chiampi observa que los contenidos del barroco fueron en algún momento objeto de reinterpretaciones o reapropiaciones de corto alcance, las más singulares a cargo de Rubén Darío, con su «preciosismo verbal y cierta verificación excesiva del mundo externo» (19), y los poetas de la primera vanguardia (Huidobro, el joven Jorge Luis Borges), merced a una búsqueda de la complejidad expresiva que trascendiera los límites superficiales de los «topoi del modernismo» (20). Sin embargo, no encuentra en ello la prueba de una presencia constante del barroco en la literatura continental, sino apenas los anuncios de una recuperación posterior, que sobreviene hacia mediados del siglo veinte, y en la que da importancia notable a tres momentos posteriores de recurrencia barroca, o neobarroca, representados en su estudio bajo los nombres de José Lezama Lima, Alejo Carpentier y Severo Sarduy. A ellos correspondería la conversión del barroco, respectivamente, en una teoría de la americanidad como producto de un problemático pero viable mestizaje (Lezama Lima); una proposición del barroco como fundamento de la naturaleza americana y vehículo ineludible de su representación (Carpentier); y una práctica experimental retroalimenticia, infinita potencia de nuevos quiebres y reagrupaciones discursivas tras la pista de una adecuada representación de lo americano (Sarduy, Belli, Roa Bastos y lo que Chiampi llama su «orgía verbal»). Es atendible la propuesta de Chiampi, argumentada en agudas páginas que transitan desde el Sermão da sexagésima, del padre Antonio Vieira, en el siglo diecisiete, hasta Cobra, de Sarduy, pasando por la sinuosidad sertonera de Guimarães Rosa y los proteicos requiebros de la leyenda de Don Juan en América. Y, sin embargo, no deja de asombrar que la estudiosa brasileña no cuestione lo que luce como el corazón de su propio postulado: si no hay una presencia continua del barroco en las letras americanas, ¿por qué la reiteración de su rescate? Si no ha estado siempre allí, ¿por qué la imperativa necesidad de los escritores americanos de regresar a él, trasmutarlo, adaptarlo, tensarlo hasta hacer que quepan en su forma los avatares de la historia regional y el devenir de los nuevos mundos americanos? Pienso que la hipótesis de la vuelta sobre la historia no puede avanzarse sin una cuidadosa comprobación de que, en efecto, el barroco desapareció antes de que los autores vistos por Chiampi lo redescubrieran y hallaran en él un instrumento para la legitimación de la mirada histórica (Carpentier) o incluso la fuente esencial de la americanidad (Lezama). Y no es improbable que, en tal intento de comprobación, se verifique lo contrario. Me atrevo a suponer que la carencia nuclear del libro de Chiampi reside en la calidad homogénea y hegemónica de su mirada, que toma como observatorio el mismo gabinete del Homo barocchus que ocupan sus estudiados, y deja de ver, desde él, la posibilidad siempre pendiente de que el barroco haya encontrado rutas de transmisión y supervivencia distintas de la que le ofrecía (o le negaba) la literatura canónica de América Latina: allí están el Usca Paucar, el Ollantay, las Memorias de Juan Bautista Túpac Amaru, pero también el arte pictórico de los muralistas indios del siglo diecinueve, las fiestas populares y las monumentales iglesias barrocas filtradas de mensajes indígenas que quedaron en pie tras la colonia, y quedan hasta hoy. Y también en los espacios menos canónicos de la literatura hegemónica se pueden encontrar ejemplos de esa supervivencia barroca: las narraciones alegóricas de Juan Bautista Alberdi y Esteban Echevarría, en Argentina; la aparentemente extemporánea mutación de la picaresca que ejecutó Lizardi en México, etc. No está de más señalar que continúa abierta la discusión sobre el barroco americano colonial como instrumento hegemónico, escenario de la transculturación o arma de resistencia anticolonial, y que los terrenos donde ese debate debe explayarse trascienden el campo de la literatura escrita (para tomar la expresión de Eielson, otro redescubridor de esquirlas barrocas), sobre todo luego de que algunos estudiosos (allí están los fiables artículos de Raquel Chang-Rodríguez) han mostrado la mecánica por la cual, en momentos del primer barroco americano, ciertos discursos supieron salir del marco de los libros, circular por otras artes, y muchas veces regresar, mutados, a la literatura, fenómeno que difícilmente uno podría llamar inusitado. Cualquier especulación sobre la naturaleza de la sucesión barroca en América debería disponer de un tiempo para discutir si esa sucesión es un salto al futuro, un salto al pasado, o el síntoma de un discurso alterno que haya sobrevivido a la Colonia y extendido sus raíces a lo largo del periodo republicano, para emerger nuevamente en los momentos álgidos de los procesos de construcción nacional. ______ Irlemar Chiampi. Barroco y modernidad. México: Fondo de Cultura Económica, 2000. A propósito de Rivera Martínez Alonso Rabí Do Carmo Una nueva edición de los cuentos completos de Edgardo Rivera Martínez (*) motiva estos apuntes sobre una obra narrativa que ha adquirido enorme importancia en el panorama de nuestra tradición literaria, no solo por sus virtudes formales y por su voluntad de apartarse de ciertos cánones en la representación del mundo andino, sino también por la construcción de un universo en el que se dan cita el lirismo, la experiencia cultural propia y de Occidente, la memoria y un proyecto nacional de indudable carácter utópico. Este último rasgo tal vez sea determinante en su novela País de Jauja, tanto así que termina por romper un poderoso horizonte de expectativas en torno a la idea de nación en la narrativa peruana al proponer un mundo integrado en vez de uno escindido —casi una ley, tratándose de representar a la sociedad peruana a través de la literatura—; un estado de realización espiritual en lugar de un conflicto estamental; en fin, la exposición de una comunidad en la que lejos de reprimirse la voz y el aporte del ‘otro’ dominado lo que se ve es un proceso de mestizaje que ha apostado por su rostro más creativo, solidario e innovador, alejado del prejuicio y la ceguera. Y aunque esa Jauja no existe —por algo es utópica— queda constancia de la audacia casi herética de Rivera Martínez. Algo de todo esto se deja adivinar también en el conjunto de sus relatos. Si en País de Jauja se nos muestra una convivencia no conflictiva y hasta natural de los mitos andinos y griegos, evocados por Claudio, el personaje de esta magnífica bildungsroman, veremos que en cuentos como “Leda en el desierto”, “Atenea en los Barrios Altos” o “Unicornio” está presente también esa misma pasión, esa misma inteligencia armonizadora. Los personajes que pueblan estas narraciones —algunas transcurren en ambiente netamente andino, otras tantas en el ámbito urbano—, aunque en esencia marginales, encuentran en el mito un modo cierto de relacionarse con el mundo, de estar en y ser parte de él, y constituye además una garantía de sentido. La edición motivo de este comentario tiene un prólogo escrito por el propio autor y en uno de sus pasajes aclara, recordando una anécdota, el significado de su insistencia por el entretejimiento cultural como ema central de sus relatos. Nos dice: “Mi primer libro de cuentos, El unicornio, reunió cuatro relatos escritos entre 1954 y 1959, todos ellos ambientados en la sierra del Perú, dato que sorprendió sin duda, habida cuenta del título del libro. Y es que el primero narra precisamente la aparición de ese animal fabuloso en una pequeña ciudad andina, siendo quienes lo descubren un niño y su maestro de escuela. ¿Un ser imaginario y tan europeo como ese en un rincón de la sierra? Sí, así es. ¿Y por qué no? Después de todo, como supe después, en numerosos imafrontes de iglesias coloniales mestizas del Perú aparece un motivo tan clásico como el de la sirena, pero tocando el charango. Sucede así en las iglesias de Lampa, la catedral de Puno, en Santa María de Montserrat cerca de Andahuaylas, y en otros templos”. Rivera continúa con la evocación, revelando, por ejemplo, que a un crítico le supo muy mal eso de “mezclar dos universos tan diferentes como el europeo y el andino”. Rivera Martínez, así, es protagonista de un cambio de óptica muy interesante en lo que se podría denominar la vertiente indigenista, o mejor de tema andino, de nuestro corpus narrativo. Y yo diría que ese cambio de óptica, amén de saludable, significa un paso adelante respecto de quienes prefieren afincarse en una narrativa que al abordar esta temática tenga resabios de corte panfletario, que intente ser reflejo del habla popular, que muestre una intención propagandística o se estanque en el mero testimonio. Los cuentos de Rivera Martínez van ciertamente por otro rumbo, marcado por el lirismo, la intimidad y la memoria como soporte; y también por la incorporación de un lenguaje que, pese a que tiende a ser estetizante o deliberadamente poético, no sacrifica la marca marginal que pesa sobre sus personajes. Un buen ejemplo de este proceder lo encontramos en “Ángel de Ocongate”, uno de sus más brillantes relatos: “Quién soy sino apagada sombra en el atrio de una capilla en ruinas, en medio de una puna inmensa. Por instantes silba el viento, pero después todo regresa a la quietud. Hora incierta, gris, al pie de ese agrietado imafronte. En ella resulta más ansioso y febril mi soliloquio” (p.25). Otro aspecto interesante de esta cuentística es su natural comercio con el mito. Hemos dicho que en el universo narrativo de Rivera Martínez se privilegia la presencia — y convivencia— de dos estructuras míticas, o más bien, de dos discursos míticos: el andino y el occiden tal. De aquí surge un contraste nítido entre ambos, pero un contraste que no se basa en la tensión, sino en la armonía. Si unicornios y otras criaturas aparecen en la escena andina, lo hacen generalmente en relación con la cotidianidad del personaje, no como una mera evocación, sino como una experiencia cultural —que bien podría ser la lectura—. En cambio, los seres míticos andinos son dotados de voz, de forma, de discurso. Veamos por ejemplo, las primeras líneas del relato “Amaru”: “Surjo de la obscuridad, lentamente. Mi faz se adelanta hacia mi faz. Pupilas grises, pálido fulgor en una efigie adusta. He emergido así cien veces ante el espejo, sin detenerme a escrutar lo inescrutable” (p.102). Definitivamente, el mundo de Rivera Martínez no es, pues, el de la narrativa indigenista canónica u ortodoxa, en la medida en que él mismo se ha preocupado por construir un espacio estilístico y discursivo propio, sin renunciar a una de sus principales materias primas: el ande. Esta es una mirada comparable a la que tuvo en México Juan Rulfo. Una posible clave de lectura puede surgir de un cotejo más atento de ambos narradores, que comparten una mirada moderna, casi vanguardista diríamos, sobre el mundo rural. Esto es grosso modo, lo que podemos advertir después de revisar esta nueva edición que nos pone en contacto, una vez más, con uno de los escritores peruanos más importantes de la hora actual. ________ Cuentos completos. INC. Lima, 2004. El juego de las voces múltiples Sobre Escrito en Missoula de Eduardo Chirinos Diego Otero Molinari Aunque en una lectura ligera o distraída no lo parezca, la obra de Eduardo Chirinos (Lima, 1960) se ha desarrollado, en primer término, como un agudo y complejo mecanismo de estímulo-respuesta vivencial. Sus libros más importantes han coincidido con experiencias fundamentales en su biografía, como si estos desacomodos de la experiencia generaran a un tiempo un cambio de retórica y una intensidad renovada. Los cuadernos de Horacio Morell, libro irregular pero impactante, se gesta en la incertidumbre y el ansia del aprendizaje de la escritura y la experiencia de la primera publicación. Sus poemas son frescos, desenfadados e irónicos. El libro de los encuentros, su segundo poemario fundamental, es producto de un largo viaje a España que desencadenó la nostalgia y el extrañamiento, y que colocó al poeta en un contexto estimulante. La morosidad de algunas páginas de sus volúmenes intermedios (Crónicas de un ocioso, Archivo de huellas digitales) se subsanan aquí con un balance justo de parquedad y substrato semántico: un qué decir nítido y puntual. “Un hombre camina por la calle”, suerte de arte poética del libro, culmina con estos versos: “Un hombre camina por la calle. / Es aburrido el aire que respira, el frío aroma que rezuma su piel./ Ese hombre recuerda que el amor no llega y que lo espera en la sombra. / Solo la poesía se acordará de él”. Con las Canciones del herrero del arca (1989) Chirinos recupera su frescura inicial y cierta potencialidad irónica e indulgente. Pero es El equilibrista de Bayard Street (1998), que no en vano demoró siete años en gestarse, el libro con el que logra adoptar una nueva estrategia estética y, consecuentemente, la fuerza necesaria para ofrecernos una poesía revitalizada y de alta calidad. Nos atreveríamos a decir, incluso, que este es un libro bisagra; un libro que marca claramente una segunda etapa en la obra del poeta: la asunción de un registro maleable, capaz de asumir distintas voces de acuerdo a las necesidades que el proyecto poético plantee. Como jugar a ser Pessoa sin la necesidad de inventarse nuevas biografías. Es indudable que vivir en los Estados Unidos y enfrentarse a una cultura y un idioma distintos fueron los estímulos que germinaron este poemario-bisagra. El equilibrista... es un libro seco y autoirónico, pero también sentimental y lírico. Aquí Chirinos logra fundir su vasta cultura y sus referentes literarios con aquellas pulsiones más íntimas y complejas sin que se note la soldadura. En el año 2000 se publicó un libro aun más interesante, Abecedario del agua, conjunto con el que Eduardo Chirinos ha encontrado uno de sus mejores centros: un espacio simbólico ajeno a la inmediatez (pero no a la memoria) de los estímulos externos; un lenguaje que, en ese sentido, se aleja del tono de El equilibrista... y gana en espontaneidad y hondura. Con Breve historia de la música Chirinos se vuelve a desmarcar; ajusta radicalmente la extensión y, en consecuencia, el aliento de sus versos, y se entrega a un proyecto sumamente lúdico, referencial, en el que la música estimula la imaginación y desata una delicada catarata de imágenes conmovedoras. Escrito en Missoula, el último libro de poesía que ha publicado el poeta, es un conjunto de textos escritos tras la contemplación de las praderas de Montana, en un viaje que tiene de biografía y de símbolo, des desplazamiento real y desplazamiento literario. Escrito en Missoula es casi un homenaje a la decantación, a la “cacería” de la sencillez escritural, en un gesto que devuelve al poeta a las atmósferas y las tramas de la infancia, pero que también lo obliga al detenimiento en lo particular: a la contemplación —lánguida o hierática— de las pequeñeces o particularidades del paisaje; esa contemplación que, de tan paciente y minuciosa, termina encontrando siempre una verdad o un brillo. En ese sentido, Escrito en Missoula es también la asunción de una nueva voz. Porque aquí, del mismo modo que en El equilibrista..., pero con una retórica distinta (concentrada hasta el extremo, mínima, silenciosa casi), el poeta logra fundir esos dos desplazamientos de los que hablábamos (el real y el literario) en un solo entramado verbal que resulta efectivo y, por eso mismo, conmovedor. Dice por ejemplo en “Para llegar a Missoula”: “Hace algunos años/ leí un poema de Bly sobre Missoula. // Todavía lo recuerdo./ Hablaba de un tren/ (tal vez la vieja ruta del Pacífico)/ en una mañana de invierno. Los durmientes/ habían dejado atrás las sombras/ y el cristal/ surcado por la nieve/ dejaba entrever el perfil de las montañas...”. Escrito en Missoula salda una cuenta con el pasado y se enfrenta al paisaje del presente —los bisontes, los osos, la nieve persecutoria y las hojas que mueren y caen—; lo único que evita es plantear las coordenadas de los códigos expresivos del futuro. ¿Qué nuevo movimiento nos ofrecerá, entonces, Eduardo Chirinos? ¿Qué cualidades tendrá la nueva voz que asuma? ¿Cómo lucirá su nueva máscara? ¿Dónde encontrará su nuevo centro? Absolver estas interrogantes es ahora el reto y el estímulo del poeta. Esperaremos atentos su próxima entrega. LIBROS San Antonio de Padua. Grabado de Domingo Ayala. Lima, 1805. ________ Pretextos, Valencia, España, 2000. 66pags.