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viernes, 14 de septiembre de 2018

De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros VII. El gran debate de las miggraciones. ¿Identidad equivocada?.

 

 

 ¿ IDENTIDAD EQUIVOCADA?

        ¿ Existieron o no las migraciones, fueron tan importantes  en la configuración de Europa o no lo fueron? . ¿Podemos reducir todo a las investigaciones arqueológicas al hablar de las migraciones del primer milenio?   ¿ Tienen razón los arqueólogos  e historiadores ingleses y americanos o los mediterráneos europeos al hablar de las migraciones del primer milenio?





    Dos líneas de estudio de las ciencias sociales contemporáneas pueden iluminarnos sobre el concepto de identidad:
       .- Una línea Leach, Barth se centran en el comportamiento colectivo y observan a los individuos que CAMBIAN SUS LEALTADES  según el beneficio inmediato que pudieran obtener.
      .-   Otra la llamada  "primordialista", hacen una observación más minuciosa de la conducta individual de las personas. Estos últimos sostiene que los VÍNCULOS COLECTIVOS siempre han sido un elemento fundamental de la conducta humana. Estos llegan a conclusiones bien distintas de  las de Leach y Barth,  centrados en el beneficio de la lealtad, al afirmar que  las ideas heredadas acerca de la identidad colectiva no pueden ser  aparentemente manipuladas a capricho, sino que obligan  al individuo a seguir modelos de conducta que van  contra sus intereses  inmediatos. Las  diferencias en el aspecto , la lengua, las prácticas sociales, los valores morales y la concepción del pasado pueden actuar como barreras formidables para unos individuos que , por un beneficio personal, desearían tal vez asimilarse a un grupo distinto.


      Estas dos líneas de investigación se ha refutado mutuamente, pero en realidad no se contradicen. En realidad definen los dos extremos opuestos de  un gran espectro de posibilidades. Es fácilmente observable ver como las  IDENTIDADES COLECTIVAS HEREDADAS PUEDEN EJERCER UNA FUERA MÁS O MENOS POTENTE. Al respecto de las identidades colectivas el marxismo las niega como tales al estar compuestas por una falsa conciencia de clase, salvo que todos los individuos tengan el  mismo status. Barth, al que ya hemos citado en la primera teoría, afirma que la Identidad Colectiva  debe ser  entendida como  una CONSTRUCTO SITUACIONAL. En contra de lo expuesto por Barth  debemos decir que  el se refiere sobre todo a grupos débiles, no obstante hay grupos amplios y fuertes muy influenciados por una IDENTIDAD COLECTIVA, eso es innegable.


      Dos tipos de fuerzas totalmente distintos pueden actuar como barreras que impidan el desapego a la Identidad Colectiva. Por un lado , están las fuerzas informales de la normal  ( comida, vestimenta, o incluso valores morales ). Las investigaciones indican que el individuo  asume muchas de esas características definitorias del grupo en los primeros años de su vida, lo que ayuda, a explicar, desde luego, por qué a veces tienen unos efectos tan profundos  haciendo que el individuo se sienta tan incómodo fuera de las normas de su sociedad, que no pueda ser feliz viviendo fuera de ella. Por otro lado actuando a veces junto con esas sensaciones de incomodidad, puede haber también unas barreras mucho más formales frente a cualquier cambio de identidad. Como individuo, puede uno tener derecho en teoría  a reclamar la identidad que quiera, pero eso no quiere decir que le sea reconocida. En el mundo moderno los estados con su pasaporte, y en la antigüedad la ciudadanía romana y el control de las ciudades estado griegas son ejemplo de esa realidad.


     Las conclusiones subyacentes que cabe extraer del debate  sobre la identidad  son, pues, más complejas de lo que a veces se ha creído. Para los individuos nacidos en cualquier contexto  LA IDENTIDAD COLECTIVA se presenta en capas. Familia, parientes, pueblo, comarca, país, Estado. El concepto de Barth de que las IDENTIDAD COLECTIVAS son "constructos situacionales",  de que ha sido creadas, cambian, pueden dejar de existir, en casos ,  pero unas son más evanescentes que otras.

     Con lo que sabemos, nos encontramos con un problema a la hora de  afrontar las migraciones del primer milenio d.C. No podemos caer en el simplismo de reducir todo  el cambio del siglo a las migraciones ni a ningunear las mismas.
        1.-   Por un lado  es necesario reexaminar los testimonios que hablan de las migraciones del primer milenio sin dar pos supuesto que los grupos de población implicados en ellas tuvieran que estar forzosamente unidos entre si de un modo tan laxo como supondrían algunas de las modernas  concepciones parciales de la  IDENTIDAD COLECTIVA.
        2.- El segundo problema cuando el violento rechazo de las migraciones como posibles agentes de los cambios del pasado que se han producido entre algunos arqueólogos del mundo de habla inglesa.
          Entre unas y otras teorías podemos sintetizar que, en el mundo moderno no es raro que grupos sociales enteros emigren en bloque y  podemos concluir que lo mismo pasó en el primer milenio, pues consistieron casi  siempre en  el traslado de parte una población  desde un punto A hasta un punto B, permaneciendo , permaneciendo  in situ al menos un sector de la población indígena de este segundo punto; la única excepción sería Islandia que aún n o había sido ocupada por nadie cuando llegaron a la isla los nórdicos en el siglo IX. De este modo NO CABRIA ESPERAR NUNCA LA TRANSFERENCIA COMPLETA DE TODA UNA CULTURA MATERIAL. Antes bien, es probable que sólo fueran llevados al punto B algunos elementos de la  vieja cultura material: tal vez, los mejores, o sea los que  tuvieran  un significado especial para el subgrupo de población emigrante implicada realmente en el proceso migratorio. Al mismo tiempo, es PROBABLE QUE SIGUIERA  VIVA UNA PARTE O INCLUSO UNA GRAN PARTE DE LA CULTURAL MATERIAL INDÍGENA DEL PUNTO B, y que algunos elementos o prácticas completamente nuevos  FUERAN FRUTO DE LA  INTERACCIÓN  DE LA POBLACIÓN EMIGRADA Y DE LA EMIGRACIÓN DE ACOGIDA.  En otras palabras, los reflejos arqueológicos de muchos procesos migratorios del primer milenio d. C. a menudo serán francamente ambiguos, en el sentido de que no podemos estar absolutamente seguros, basándonos  sólo EN LA ARQUEOLOGÍA, de si las migraciones tuvieron lugar o no.

      Es mejor tener una concepción ambigua, dados los datos arqueológicos, que POBLAR LA HISTORIA DE EUROPA CON UNA SERIE DE INVASIONES FANTASMAS.  El problema es que si admitimos la ambigüedad que nos traslada la arqueología, y en casos la tendencia arqueológica negativa  sobre las migraciones, no podemos concluir que las migraciones no son un hecho comprobado, sino en aceptar la ambigüedad y ver si hay algún otro elemento- especialmente los testimonios históricos cuando son adecuados- que ayude a resolverla.

      POR CONSIGUIENTE NO ES BUENO NI BASARNOS EN LA PREMISA DE QUE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS FUERON SIEMPRE DÉBILES, NI RECHAZAR SU EXISTENCIA Y SU IMPORTANCIA CUANDO SÓLO SE CUENTA CON TESTIMONIOS ARQUEOLÓGICOS AMBIGUOS. TAMPOCO MANEJARNOS EN EL TÓPICO DE LA MIGRACIÓN, que manejan los historiadores mediterráneos, de  ver  un "pueblo" en todos los bárbaros que iban de un sitio a otro.   Pero si la ambigüedad arqueológica es lo único que cabe esperar y no es bueno suponer que todas las identidades colectivas del primer milenio fueran necesariamente débiles, es evidente que cae por su propio peso el apoyo que supuestamente han prestado estos argumentos a la presunta existencia de un tópico de la migración. Será preciso examinar caso por caso y ver las noticias históricas de las migraciones de grandes grupos.


jueves, 6 de septiembre de 2018

De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. VI. El gran Debate de las Migraciones.Migraciones e invasiones.


Foto:

                  







      La hipótesis de la invasión está muerta y enterrada. El elemento de limpieza étnica cuenta con poco apoyo en las fuentes.

      El abandono de la hipótesis de la invasión, sin embargo, no significa que no hubiera habido migraciones y que estén fuera del relato. Aún admitiendo que en los escritores del Mediterráneo estuvo presente  el tópico de la emigración , sus fantasías culturales tendrían que estar  sustentadas
  en movimientos de población de cualquier tipo y testimonios arqueológicos sug8ieren tal vez la existencia de seres humanos yendo de un sitio a otro.


         


 ¿ Como explicamos todo esto, si no creemos en la migración masiva?.  En consecuencia se utilizan dos alternativas al modelo baso en la hipótesis de las migraciones masivas.
      1.- LA OLEADA DE AVANCE
      2.- LA TRANSFERENCIA DE ELITE.

      La oleada de avance, es aplicable a pequeñas unidades de emigrantes, Se ha  aplicado especialmente a la difusión por  Europa de los primeros agricultores durante el Neolítico y demuestra que las poblaciones de agricultores habrían podido dominar todos los puntos del paisaje. Según este modelo, los agricultores del Neolítico no llegaron en masa y no expulsaros a los cazadores-recolectores por medio de ninguna invasión. Ahora bien, la capacidad de producir alimentos en mayor cantidad que caracterizaba a los agricultores  hizo que su población aumentara con tanta rapidez que, con el tiempo, sencillamente superaron a  la de los cazadores-recolectores.

       "La transferencia de élite" es el modelo de mayor envergadura y con mayores aplicaciones. La población intrusa, en este modelo, no es muy numerosa pero se adueña agresivamente de un territorio por medio de la conquista. A continuación expulsa a la élite, ya existe de la sociedad conquistada y ocupa su posición de dominio, mientras que deja intactas las estructuras sociales y económicas subyacentes que habían creado la antigua élite, ahora expulsada o destituida. El ejemplo clásico en la historia medieval es la CONQUISTA DE INGLATERRA POR LOS NORMANDOS. Gracias a la valiosa información del Libro de Winchester, sabemos que unos pocos miles de familias terratenientes normadas sustituyeron a sus predecesoras anglosajonas, ligeramente más numerosa. en la cima de la pirámide social de Inglaterra en el siglo XI. Este  tipo de invasión  es menos dramática que la contempla la invasión. El resultado es menos dramático que el concepto de invasión pues las estructuras sociales y económicas siguen en pie.

      Estas dos teorías a la excesiva simplicidad y generalidad de la hipótesis de la invasión  se ha plasmado en la creación  de dos modelos que minimizan la importancia de las migraciones, ya sea restringiendo el número de los que pudieron participar en ellas, su grado de violencia, la importancia de sus efectos. Estas  modelos son más compatibles que la hipótesis de la invasión con las teorías de la identidad colectiva  que  niega la posibilidad de que hubiera grandes grupos compactos de personas que se trasladaran intencionadamente de un sitio a otro formando un bloque cohesionado.

      No obstante estos dos modelos ni solos  ni combinados, pese a que  combinen mejor con las identidades colectivas  y vayan un paso adelante en explicar el fenómeno no podemos decir que constituyan UNA APROXIMACIÓN SATISFACTORIA  a la cuestión  de las migraciones en Europa.
        

                Tendremos que seguir investigando y completando y dando respuestas.




     

De vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. V. El gran Debate de las Migraciones. ¿El nuevo milenio?. La arqueología delante de la historia.




      Los que han tomado la iniciativa a la hora de replantearse el pasado remoto de Europa desde una perspectiva no nacionalista han sido los ARQUEÓLOGOS.
      Primero: la arqueología tradicional europea consistía en elaborar modelos de semejanzas y diferencias en hallazgos arqueológicos más o menos de la misma fecha  a lo largo de un determinado paisaje, de modo que pudieran resaltarse subzonas definidas llamadas  CULTURAS. Coincide la aparición de la arqueología como ciencia con el mayor apogeo  del nacionalismo europeo. Se suponía que cada pueblo  había tenido su propia cultura material  y no material. El desarrollo de este enfoque, activo desde el XIX hasta el XX, llamado hoy día a menudo "historia de la cultura", se asocia especialmente con el estudioso alemán Gustav Kosinna.  Kosinna no decía exactamente que cada pueblo tuviese su propia cultura, eso sólo podría hacerse en casos bien diferenciados y marcados entre las distintas zonas arqueológicas. No obstante el relato básico o norma de la época era que  de  la investigación arqueológica se desprendía que los restos se encontraban agrupados claramente el CULTURAS distintas, y que esas culturas eran restos de PUEBLOS.
         EL GRAN RELATO se basa en la concepción de la historia de la cultura de  Kosinna. Concebir las culturas arqueológicas como pueblos comportaba una fuerte tendencia a explicar los grandes cambios arqueológicos en términos de MIGRACIONES. Donde había un cambio había un nuevo pueblo  que había eliminado al existente a partir de una invasión y había suplantado una cultura por otra, así de sencillo.  LAS MIGRACIONES  SE EXPLICABAN  EN FORMA DE SUSTITUCION  MASIVA DE UN GRUPO DE POBLACIÓN POR OTRO. Lo que a su vez daba explicación a los cambios observados por los arqueólogos. O sea todo junto explicaba que la historia de Europa era una sucesión de episodios masivo de LIMPIEZA ÉTNICA. La historia se explicaba a través de la hipótesis de la invasión. 

      Pero, la ciencia avanza y a medida que los hallazgos encontrados han sido sometidos a un análisis más detallado esos límites tan claros entre culturas diferentes han empezado a borrarse a la vez que se han descubierto, en supuestas identidades homogéneas, variantes locales que socavaban tal premisa. Eso rompe el principio de CULTURA=PUEBLO.
         El replanteamiento de la naturaleza de las culturas  permite a los arqueólogos demostrar que incluso los grandes cambios en el ámbito de la cultura material pueden tener otras causas al margen de las invasiones. Igual que los modelos de semejanzas arqueológicas observables pueden deberse a múltiples razones, como el comercio, la interacción social, las creencias religiosas compartidas o cualquier otra cosa. Los cambios no tienen porque reflejar la llegada de un nuevo grupo social. Eso si en casos pude demostrar que la llegada de un nuevo grupo social provocó el cambio. .
        Así pues, a partir de los años sesenta los arqueólogos  han ido abandonando la la hipótesis de la invasión y buscando otras explicaciones. Esto ha reducido el alcance del GRAN  RELATO. En vez de hablar de grupos sucesivos de invasores, podemos decir que el pasado de Europa está poblado actualmente de seres humanos que fueron adquiriendo  nuevos conocimientos y que, con el tiempo, fueron desarrollando nuevas estructuras económicas, sociales y políticas. incluso algunas corrientes arqueológicas  desechan casi por completo las migraciones como agentes de cualquier cambio significativo.
   En 1961 el Alemán Reinh Wenskus (   la creación de tribus y su constitución), sostuvo que las unidades políticas creadas por los germanos durante el primer milenio d.C. no fueron por tanto grupos cerrados con una historia ininterrumpida, sino entidades que podían crearse y destruirse, aumentar o disminuir según las circunstancias históricas.
     LA TEORÍA DE LA BOLA DE NIEVE: 
 Todo lo expuesto nos llega a concluir que la teoría de la bola de billar del Gran Relato,  ha sido sustituida por la teoría de  la bola de nieve. En vez de pensar en grandes grupos compactos de hombres, mujeres y niños moviéndose voluntariamente a través del territorio, muchos piensan ahora en términos de bolas de nieve demográficas: agrupamientos  pequeños, compuestos tal vez en gran parte por guerreros, que , debido a los logros alcanzados, habrían atraído a gran cantidad de nuevos integrantes según iban desplazándose.  
    Así pues la historia  europea de grandes pueblos moviéndose y conquistando está siendo sustituida por  agrupamientos móviles de pequeño tamaño que iban  congregando seguidores según iban cambiando de lugar. El proceso  histórico fundamental  ya no es  el movimiento  de pueblos en sí mismo, sino la acumulación de nuevos elementos llevada a cabo posteriormente.
     Se han cambiado las tornas. Antes la arqueología servía para sustentar  las ideas del Gran Relato, estaba al servicio de la narración. Ahora es al revés, la narración viene según los datos  que da la arqueología, que va delante de la historia.

       ¿ Pero estamos ahora en lo cierto? ¿ No nos estaremos pasando relegando las migraciones a un papel tan secundario , tan de comparsa en la historia del primer milenio?.   Iremos poco a poco  viéndolo  a lo largo de la lectura del libro.



   









                                           










miércoles, 18 de julio de 2018

Dwe vez em quando um livro. Emperadores y Bárbaros. IV. El Gran debate de las migraciones. Crisis de identidad


 

El grande debate de las migraciones. 

 

Crisis de identidad.

 

      En el gran debate sobre las identidades colectivas, antes y después del gran relato, un punto de partida fundamental es la interpretación completamente nueva, surgida en  la época de postguerra, de cómo los seres humanos se juntan para formar unidades
sociales más grandes.

      El Gran Relato partía, en primer lugar,   de que entre los pueblos bárbaros migrantes en este primer milenio,  había unas identidades colectivas del  llamado modelo bola de billar y  daba por supuesto que  los seres humanos siempre aparecían en grupos compactos de hombres, mujeres y niños, que estaban esencialmente cerrados a los extraños. En este mundo autónomo  se reproducían a través de la endogamia.

       En segundo lugar, en lo que esencialmente es la misma teoría de la identidad colectiva desarrollada a largo plazo, se daba por supuesto que existía una continuidad directa y tangible entre los grupos  inmigrantes del primer milenio y las naciones homónimas de la Europa moderna. Así los polacos eran descendientes directos del pueblo eslavo de los polianos, los ingleses de los anglosajones, los españoles de los visigodos etc. Según la teoría las identidades naciones del XIX eran antiguas e inalterables y su antigüedad les confería una legitimidad que prevalecía sobre las pretensiones de cualquier otra forma de organización política.  Sin duda fortalecía, este pensamiento, el sentimiento de independencia de los grandes imperios europeos de la época. 

       Es un continuo que se irá repitiendo  en la narración de la historia para todos los acontecimientos. Contamos la historia como nos gustaría que fuese y no como realmente ha sido. Buscamos justificaciones inventadas partiendo de un  fin principal, normalmente, el fortalecimiento de crear al Estado-Nación de hoy de los antecedentes y mitos que justificarían  su elección y designio histórico.

     Para los nazis, las naciones habían existido siempre. Eran  la forma básica de organizar las grandes comunidades. Por supuesto la nación de los  germanos había controlado en otro tiempo gran  parte de Europa, con la  dimensión añadida de la supuesta superioridad racional germánica. Todo ello acabo creando campos de exterminio como ya sabemos.

      En resumen,   a día de  hoy,  más allá de las diferentes interpretaciones, podemos asegurar que Europa no ha estado poblada desde el primer milenio (d.c.)  por grandes bloques de población conscientes de unos vínculos nacionales distintivos que configuraran de un modo habitual  su vida y sus actividades. Las identidades nacionales  que empezaron a imponerse  en el XIX, no supone, como algunos dicen, que fue la exposición de algo que estaba siempre ahí;  la reaparición de algo que estaba escondido. La nación había existido como raza propia siempre.  Sin los medios de comunicaciones de masas del XVIII y el XIX, habría sido imposible reunir en comunidades  nacionales unas poblaciones numéricamente tan grandes  y geográficamente dispersas.Las condiciones de medios, transporte, deslocación etc. influye como es lógico en la creación de identidades colectivas, que harían muy distintas las del siglo I de las identidades colectivas creadas en el XIX.

      La identidad, según los últimos estudios antropológicos, tiene que ver más con la percepción que cada uno tiene de pertenecer a esa identidad, más que de elementos mesurables. La percepción de la identidad que el individuo tiene en su mente y la forma en que el individuo es percibido por  los demás. Así personas que tienen la misma cultura y rasgos diferenciales, incluida la lengua,  pueden considerarse    que pertenecen a identidades sociales diferentes. En cambio individuos  con distintas culturales pueden tener la percepción de que pertenecen a un mismo grupo.  

   Barth considera que la “identidad colectiva debe entenderse como un constructo situacional evanescente, no como un hecho permanente sólido”. 

     Antes de la Segunda Guerra Mundial la Identidad colectiva era vista como algo inalterable y un dato definitorio de la vida de un individuo Los estudios  arqueológicos de Leach han demostrado que la identidad de grupo de un individuo puede cambiar y  que de hecho cambia y que un individuo puede tener más de una identidad colectiva. Hoy los ciudadanos de la UE, por ejemplo. Los ciudadanos con doble pasaporte etc. Son un ejemplo del cambio que sufre el concepto de identidades colectivas.   

      Una vez que hemos sacado el velo del “Gran Relato”, podemos intentar ver con la luz de la objetividad, el estudio arqueológico y sin la pasión de la  justificación nacionalista de la raza, los  movimientos migratorios y la mezcla de  identidades colectivas  en la creación de Europa.

lunes, 16 de julio de 2018

De vez em quando um livro. EMPERADORES Y BÁRBAROS. III. La migración bárbara y el primer milenio.


La migración bárbara y el primer milenio. 

 

 



Una revisión de cómo nos contaron la historia de las migraciones.






La historia, antes de la Segunda Guerra Mundial, consideraba que la migración era un fenómeno de importancia trascendental en la transformación de la Europa bárbara. Es como la seña de identidad del primer milenio. La migración germánica a gran escala durante los siglos IV y V acabó con el Imperio Romano de Occidente y estableció nuevos modelos lingüísticos y culturales en el norte.
      Es la época en que LOS GODOS procedentes de la costa septentrional del Mar negro se desplazaron más de dos mil kilómetros hasta el Sudoeste de Francia en tres estas distintas a lo largo de 35 años. (376-411). LOS VÁNDALOS recorren en la misma época el doble de kilómetros para acabar en las provincias centrales del norte de África, previa estancia en España (411-430) de veinte años.  LOS SUEVOS ocupan una región concreta, la Gallaecia romana en su parte más occidental, especialmente el norte de Portugal y el Sur de Galicia. Los ANGLOSAJONES, procedentes de Dinamarca y el Norte de Alemania llegan a las Islas Británicas.
       Un siglo más tarde, no obstante más importancia tuvo, supuestamente, la migración ESLAVA. Su origen es objeto de debate y es dudoso de donde proceden una variedad de pueblos hablantes de idioma eslavo que a partir del siglo VI y durante doscientos años van ocupando grandes extensiones de la Europa central y oriental. Estos territorios antes ocupados por germánicos de modo que la ascensión de los eslavos supuso un cambio cultural y político enorme. Crea así la TERCERA ZONA LIGÚSTICA DE LA EUROPA MODERNA, junto a las lenguas románicas y germánicas.
     LOS ESCANDINAVOS, después con sus migraciones de los siglos IX y X completan el milenio de migraciones masivas en Europa. La importancia escandinava es muy grande en esta época, así crean o colonizan ISLANDIA y las Islas Feroe; los vikingos crean Danelaw en Inglaterra y el ducado de Normandía en el continente. Otros escandinavos desempeñan un papel fundamental en la creación del primer estado ruso en Kiev.
       EL GRAN RELATO.
         Se entiende por tal la forma de contar la historia de las migraciones hasta 1945. Se narran de forma asertiva normalmente y dándole un papel mitológico y fundamental a la misma.
        Hasta 1945, pese a todas las discrepancias doctrinales de como fueron y que significaron las migraciones, una premisa era aceptada como fundamental: es que la migración de los bárbaros desempeñó un papel fundamental formativo enorme en la historia de Europa. Se exageró seguramente al darle un papel trascendental a las migraciones del milenio. Se pensó que determinados grupos de emigrantes pusieron los cimientos de entidades políticas tan duraderas y tan extensas como por ejemplo Inglaterra, Francia, Polonia, Rusa, por no hablar de los estados eslavos que abrieron el camino hacia la independencia de los imperios multinacionales de los siglos XIX y XX. Durante el período de entreguerras la proporción de estados nación de la Europa moderna que remontaban los orígenes de su ser nacional a los emigrantes del primer milenio era enorme. Esta visión compartida y mitológica es lo que los historiadores han llamado el “Gran Relato”.
           Algo fundamental en el Gran Relato era una determinada visión de naturaleza de las unidades de población que emigraba. Aparte de no estar muchas veces bien documentada la visión, independientemente de la información histórica que existiera se hablaba de que grandes grupos compactos de hombres, mujeres y niños que se trasladaban juntos de manera deliberada de un hábitat a otro. Como esos grupos migratorios eran considerados el principio de las futuras entidades con distintividad continuada era natural aplicar esa visión a todos ellos. De es modo todos los grupos migratorios del primer milenio- documentado o no – pasaron  a ser vistos como grandes grupos de población culturalmente distintivos y biológicamente autorreproductores que pasaron de un punto A a otro B, sin que por suerte les afectara a ellos el fenómeno migratorio.
      Una buena analogía de lo dicho anteriormente sería la llamada de las bolas de billas rodando por la extensión de una mesa de fieltro. Algo hace mover las bolas, en ese caso la superpoblación del origen, pero cada bola será la misma en todos los lugares por donde pasa y llegarán pura al final de su recorrido. Esta teoría fue aplicada en particular a los pueblos germánicos de los siglos IV-V, pero también a los eslavos y escandinavos. Pueblos como serbios, croatas y eslovenos, por ejemplo, hacían remontar su historia a poblaciones migratorias cohesionadas el primer gran milenio. O el caso de España con los visigodos.
      Este gran relato del primer milenio formaba a su vez parte de un relato más extenso que explica de forma sencilla la población de Europa en tiempos prehistóricos. La historia antes de 1945 se escribía como una secuencia de de grupos de población más avanzados que iban sucediéndose unos a otros como fuerza dominante en el paisaje europeo. Los agricultores que llegan del Este reemplazan a los recolectores-cazadores, los que emplean el cobre sustituyen a los de la piedra, los que emplean el bronce con los del cobre, y así hasta los del hierro. Todo ello grupos de población que vienen de fuera y dominan y se adueñan del paisaje europeo. Finaliza el Gran Relato dando relevancia al primer milenio como el testigo de las últimas migraciones que configuran la historia del continente desde la última glaciación y marca la historia de una Europa poblada por entidades con una historia continuada, o lo que es lo mismo grupos que se habían mantenido intactos y no se habrían visto afectados por otras migraciones y se recolocan por decirlo así en el mapa europeo. Se ordena a través de las migraciones toda la historia.


     Todo es más complejo. Mejor que bolas de billar el movimiento de las identidades colectivas que se movían, eran bolas de nieve. Bolas que se van formando a medida que avanzan en su camino, que se asocian y protegen para formar nuevas identidades  que les dé seguridad frente a los enemigos tanto romanos como de su propio hábitat. No hay naciones organizadas  jerárquicamente que se ponen en movimiento con su claro propósito de ocupar  el territorio B del Imperio. Hay bases de identidades colectivas  unificadas en raza, lengua, cultura, pero muy atrasadas en el concepto de organización política. El gran relato nos hace la ficción histórica de pueblos organizados, ocupación o invasión de otros, limpieza étnica, nueva cultura y nueva lengua. Como veremos a través de " Emperadores y Bárbaros", no hay tal, con la claridad y simpleza que el "gran relato" nos transmitió la historia.
      La mitificación nacionalista, especialmente en la época nazi,  ayudó aún más a buscar orígenes épicos en las  grandes naciones del siglo XX.