La prehistoria europea escrita por Karin Bojs (Lundby,
Suecia, 1959) comienza con una violación. Un encontronazo sexual entre
dos especies humanas distintas sucedido hace unos 55.000 años en la
región que hoy ocupa Israel. Aunque el carácter consentido o no de la
relación es fruto de la especulación, el sexo entre neandertales y sapiens se confirmó experimentalmente gracias al trabajo del científico sueco Svante Pääbo.
Este pionero del análisis de ADN antiguo logró secuenciar el genoma
completo de la especie extinta y ahora sabemos que el 2% de nuestros
genes es fruto de aquel cruce.
En su libro Mi gran familia europea
(Ariel), la periodista científica Karin Bojs reúne la información más
actualizada sobre la vida de los habitantes del continente antes de la
aparición de la escritura. Los datos acumulados por distintos métodos de
investigación, desde la arqueología más clásica a las innovaciones
científicas introducidas por gente como Pääbo, sugieren que los europeos
de hoy son el fruto de tres oleadas migratorias. La primera, poco
después del encuentro con los neandertales en Oriente Medio, trajo a los
cazadores y, probablemente, supuso la extinción de aquella especie que
hasta entonces era la especie humana de Europa. Una segunda ola trajo a
los agricultores desde lo que hoy es Siria y con ellos su conocimiento
del cultivo de las plantas. Por último, hace unos 5.000 años, desde el
sur de lo que hoy es Rusia, llegó un pueblo de pastores que trajeron
consigo las lenguas indoeuropeas que ahora se hablan en Europa, los
caballos y una sociedad patriarcal y estratificada.
Pregunta. Antes del conocimiento que ha proporcionado
la secuenciación de ADN antiguo, se creía que la agricultura se había
inventado en muchos sitios muchas veces.
Respuesta. Sí, era como una especie de
dogma. A la teoría que dice que la agricultura vino de Siria con la
migración de los propios agricultores que la habían inventado, que ahora
parece la correcta, lo llamaban "migracionismo" con un tono peyorativo.
Los hijos de la generación del 68 vivieron una reacción al nazismo.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la arqueología y la historia estuvo
muy influida por los nazis y cuando llegó la reacción, fue un poco
exagerada. Se rechazó todo, se negó que hubiese influencia de las
migraciones o los genes, todo era cultura y sociología y afirmaban que
los cazadores se reeducaron y decidieron que no querían ser ya cazadores
y se pusieron a ser granjeros. Si practicas la agricultura, sabes que
es muy difícil. Hacen falta muchos años para aprender a cultivar. Había
una minoría de arqueólogos que quería explicar la aparición de la
agricultura en Europa a través de la migración y el ADN ha probado que
esta minoría estaba en lo cierto.
P. Pero parece que la agricultura ha aparecido en muchos lugares separados sin contacto aparente, como en América o en la India.
R.
Eso fue un poco después y de hecho no podemos estar seguros. Lo que sí
sabemos por los datos de Europa es que la agricultura llegó acompañada
de los humanos que la conocían y migraron con ella a través de grandes
distancias.
P. En su libro también habla
de la hipótesis que plantea que la agricultura se inventó, entre otras
cosas, para producir bebidas alcohólicas.
R. Arqueólogos alemanes han encontrado en un lugar
llamado Göbekli Tepe, en la parte este de la actual Turquía, copas y
grandes cubos del tamaño de una bañera donde han visto enzimas que
serían restos de la fabricación de cerveza. Ellos están convencidos de
que había un culto en este lugar levantado por culturas tardías de
cazadores. La gente llegaba desde muy lejos, hasta cientos de kilómetros
de distancia, con el fin de reunirse allí para celebraciones. Estos
arqueólogos creen que el consumo de cerveza era una parte importante de
esas celebraciones y eso tiene sentido. No creo que comer gachas fuese
un impulso lo bastante importante como para comenzar una nueva cultura y
un nuevo estilo de vida.
Los granos ya eran parte de la dieta durante muchos años antes de la
aparición de la agricultura. Recogían trigo y cebada, eso era parte del
proceso, pero si de repente necesitas grandes cantidades de grano para
producir cerveza creo que es un incentivo interesante. La agricultura
por supuesto fue un proceso muy complicado y también tiene que ver con
el cambio climático. Hubo un cambio climático muy brusco cuando acabó la
última glaciación y Oriente Medio se volvió más húmedo y facilitó el
cultivo. Si habías probado a cultivar algunas plantas, estabas en el
lado ganador cuando se produjo ese cambio de condiciones.
P. Algunos científicos plantean que adoptar
la agricultura fue el peor error de la humanidad, que empeoró sus
condiciones de vida. Usted discrepa.
R.
No me gusta esa idea. Creo que hay varios divulgadores científicos que
también insisten en que la agricultura fue una catástrofe y que los
cazadores vivían en un estado feliz y natural, y que la agricultura y la
ganadería fueron una catástrofe. Creo que es una forma demasiado simple
de analizar el cambio. Si miras a la prehistoria hay subidas y bajadas
del nivel de vida, en el periodo de los cazadores y en los periodos de
la agricultura. Como otras invenciones no es algo que surgiese de una
decisión premeditada. Se trataba de ir resolviendo pequeños problemas en
la vida de aquellas personas. Por ejemplo, la cerveza pudo surgir así.
Sabemos que te puedes poner un poco achispado si tomas una sustancia, y
los agricultores lo hicieron. Y luego pensaron en producir más de eso
que les gustaba y para hacerlo necesitaban cultivar. Y así se acumularon
muchas soluciones a pequeños problemas prácticos que acabaron por
producir una gran transformación.
P. En
su libro considera probable que nuestra especie tuviese un papel
importante en la extinción de los neandertales, pero habla de una
convivencia pacífica entre la primera oleada de cazadores que llegaron a
Europa y la de los agricultores.
R.
Como la arqueología solo nos ofrece algunos vestigios, no se puede saber
seguro, pero no hay hallazgos que indiquen que había grandes
enfrentamientos. Tiene sentido, porque si eres un cazador necesitas
animales para matar o peces para comer. Si eres un granjero, necesitas
un buen suelo. Parece que ellos convivieron bien. Al cabo de un tiempo,
hubo una fusión. Los cazadores y los agricultores se encontraron y
tuvieron hijos. Y eso lo puedes ver muy claramente en España.
En
España vivía una población de cazadores y después llegaron los
agricultores. Llegaron en barco a través del Mediterráneo, hace unos
7.000 años, y se puede ver que después de cierto tiempo se fusionan. La
población vasca de España, y eso se ve también en su ADN, son todavía
los nietos de esta fusión, de la primera ola, los cazadores, y la
segunda, los agricultores, pero no de la tercera ola, la que trajo las
lenguas indoeuropeas. Ellos hablan euskera, que no es una lengua
indoeuropea. Quizá el euskera es como un vestigio de una antigua lengua
de los agricultores.