viernes, 21 de septiembre de 2018

De vez em quando um livro. Emperadores y bárbaros. IX. La globalización y los germanos.


LA GLOBALIZACIÓN Y LOS GERMANOS



     En el verano  de 357 d.C., un gran ejército de germanos, capitaneado por varios reyes alamanes, se reunió en la margen occidental del Rin, la parte romana del río, cerca de la actual ciudad de  Estrasburgo (narración de Amiano Marcelino).

     El relato de Amiano refleja elegantemente la falta de una MONARQUÍA UNIFICADA entre el pueblo germánico de los alamanes, que dominan  el sector meridional de la frontera romana del Rin durante el Bajo Imperio. Eso nos demuestra que poco había cambiado con respecto a lo que escribió tácito tres siglos antes. No obstante sería un error pensar que no había cambiado nada en ese mundo.


LA TRANSFORMACION DE LA EUROPA GERMÁNICA.



     Entre el mapa de la Europa germánica que nos relata Tácito y el siglo IV hay diferencias. El sudeste muestra un aspecto completamente distinto, con la aparición de varios grupos de godos que dominan la zona de los Cárpatos y sus alrededores. En el Oeste ya no existen tanta multiplicidad de pueblos que relata Tácito, ahora hay cuatro granes poblaciones que dominan el paisaje en la frontera romana del Rin y detrás de esa línea: alamanes y francos en el limes, sajones y burgundios detrás de la línea fronteriza.


   La transformación de la política.



      De lo que extraemos  de lo narrado por  Amiano Marcelino, es que en los años 354-378 la CONFEDERACION ALAMÁNICA   era el sistema político que regía  la Identidad colectiva de este grupo germánico. Si comparamos  esto con las manifestaciones de Tácito  en el siglo I   (Germania, Historia, Anales) y la situación actual vemos una evolución política. En la narración del siglo IV se ve una organización más sólida de la del siglo I, en la cual se destaca que había varios pueblos germánicos que no tenía rey ni príncipe y que eran gobernados cuando las circunstancias los exigían por una oligarquía  de  caudillos reunidos en consejo.

      La vida política de los alamanes en el siglo IV estaba llena de reyes y príncipes. En esta época ALAMANIA estaba dividida en un serie de cantones o subregiones llamados “gau”, cada una de las cuales era gobernada por  un rex o regalis. Este  poder real era al menos en parte hereditario, sino entre padres a hijos, dentro de un clan. Había una serie de personajes importantes llamados optimates. No obstante, entre los alamanes del siglo IV, la presencia de los reyes es más importante de lo que fue a comienzos de la época imperial.

   En segundo lugar:

      La confederación del siglo IV, actuaba como un ente político mucho más sólido que la del siglo I. Tanto en una época como en otra los alamanes nunca funcionaron como una entidad centralizada con un un líder indiscutible.    No hubo en ningún momento un solo rey delos alamanes. Las confederaciones del siglo I eran más endebles y duraban cuando estaban unidas por vínculos religiosos las del siglo IV más grandes y más unidas por vínculos políticos, estas últimas funcionaron cuando estuvieron dirigidas por un líder militar y político, pero se hundieron cuando el caudillo fracasaba.

     La gran confederación que luchó contra los romanos en Estrasburgo continuó después de la derrota, lo cual demuestra que tenía más asentamiento político que las del siglo I. Para aquellos hombres la IDENTIDAD COLECTIVA             podía a veces ser un determinante  de la conducta política más poderoso que la lealtad al rey y de su cantón.

    Como muchas entidades confederales de la Antigüedad  tardía y de comienzos de la Edad Media, los alamanes poseían un repertorio establecido de convenciones políticas y diplomáticas que definían a los distintos  reyes y los unía entre sí  en jerarquías. La política de Roma en la frontera del Rin se  dedicaba en gran manera a eliminar la sucesión de todos los personajes, caudillos, que surgieran en el período para evitar la gran coalición.

      No sabemos, por las narraciones históricas, si entre otras entidades de la frontera del Rin, como francos, sajones y burgundios, existía también el modelo político  con identidad para  actuar como base de una acción colectiva incluso tras un golpe sufrido tras una derrota. Solo hay información de que los TERVINGOS, una confederación  controlada por los godos y que vivía en la frontera de los Cárpatos.

       Tanto en un caso y el otro, como en los supuestos de los nombres citados de francos, sajones y burgundios, en el siglo IV  nos encontramos con que hay una formación política de grandes identidades colectivas, unidas de una forma u otra que permiten continuar  como tales incluso tras la derrota.






          Monarquía Militar.



      En esta evolución política de los germanos nos encontramos  que en el siglo IV el mando supremo está en manos de una monarquía militar. Tácito en su narración de los germanos del siglo I, nos cuenta que elegían a sus reyes por la nobleza y a sus capitanes por el valor. En los estudios filológicos comparados se muestra como el acceso al mando jerárquico superior, rey o lo que fuera, está basado en el historial militar del guerrero que hacía que fuese una monarquía militar la que imperaba en  la altura que tratamos. Lo demuestran los restos arqueológicos  encontrados  en Ejsbol Mose, en donde se encuentran tumbas con armas de todo tipo destruido e inutilizado de lo que se deduce que la misma suerte tuvieron los hombres allí enterrados y que habían sido caudillos guerreros vencidos por otros en la lucha por la preminencia del mando monárquico. Está claro que para la aparición de una monarquía militar fue necesario un período violento  que resolviese lentamente las distintas rivalidades entre los capitanes de  distintas partidas de guerreros y entre los líderes que pretendían dominar.


      Expansión y desarrollo.



     El hecho de que una parte de la población fuesen guerreros y estos, como demuestra el cementerio militar de Ejsbol Mose, estuviesen bien equipados y se dedicasen en exclusivo a la guerra, necesitaban que hubiese una gran producción de alimentos  y que la economía iba bien. El equipamiento militar no era barato, y la alimentación de los guerreros de grandes cantidades de carne asada  y alcohol exigía mucha producción. Se supone que había  excedentes de alimentos y otras formas de vida negociables producidos por la economía en la que vivían y los ryes tenían que poder utilizar ese excedente o una parte significativa de ellos en su propio provecho.

      Esta buena economía nos llama la atención ya que tenemos el concepto de escasez de alimentos en el mundo bárbaro. El caso es que así era  hasta el siglo I. La escasez de alimentos y bienes negociables era la tónica de allá del Rin y del Danubio, la diferencia con el mundo mediterráneo era enorme. No obstante  el punto de partida para explicar este cambio económico es la producción agrícola. Los restos arqueológicos aparecidos a partir de la Segunda Guerra Mundial demuestran que el mundo germánico vivió su propia revolución  agrícola durante los cuatrocientos años en que el Imperio Romano fue su vecino por el  Oeste y por el Sur. Practicaban una agricultura extensiva ya que se ocupaba una gran zona agrícola pues los resultados eran escasos, pero eso les permitía suficiente alimento y lo más importante era que trasladaban de una zona a otra la producción cuando veían que la cosecha escaseaba, no teniendo que preocuparse por cuidar o intensificar ni depender de zonas concretas. Se necesitaba una gran extensión de tierra para mantener a una sola familia. Los restos muestran poblados de vida limitada en los que no se invertía esfuerzo en su construcción, ya que la movilidad en busca de fertilidad de otras tierras provocaba su  uso temporal.

      La revolución agrícola en esta época  consistió en el  descubrimiento del estiércol del ganado para fertilizar, el incremento de zonas de agricultura intensiva et. Las consecuencias de esta mayor producción de alimentos provocó que junto al mantenimiento de una monarquía militar la población germánica  creciese mucho.

      Junto a esto hubo un incremento en la producción de metal  que sirvió para la expansión económica. Y los vestigios arqueológicos muestran que había ya en el 300d.C. un centro de producción de  equipamiento militar estandarizado a una escala razonable.

     Hay una elaboración de metales preciosos sorprendentes y la cerámica prolifero con el uso de nueva tecnología como el uso del torno y el uso de hornos para cocer las piezas. En algunas zonas del mundo de CERNJACHOV, dominado  por los godos, al norte del mar negro, en el siglo IV los platos fabricados al torno, prácticamente imposible de distinguir de los producidos en las provincias romanas, se convirtieron en norma habitual.

     En el siglo IV ya aparece también producción de vidrio, que antes era de producción exclusivamente romana.

      Algunos pueblos germánicos utilizan el peinado para expresar su filiación política y también sus status. El ejemplo más famosos es el llamado moño SUEVO primitivo.

      Así pues desde el siglo I estamos ante una explosión de desarrollo y de generación de riqueza. No obstante el hecho no tan agradable era la mala distribución de la riqueza.

          Todo esto nos  lleva a estar contemplando una revolución social y política.


             ¿Cómo se desarrollara y a donde nos llevara?    Seguiremos descubriéndolo.  

 

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