Joaquín Estefanía en "El País", lo dice con datos y claridad. Y de forma clara y a la vez sucinta nos da un flash, más que sangrante, del que se habla, pero no tal vez lo suficiente.
Con la situación creada como pasa siempre aparece el científico social definiendo la realidad con el concepto de turno, en este caso un profesor de la Universidad de Masachusets ha acuñado el término de ADULTOS EMERGENTES , a los jóvenes de 18-35 años. Emergentes porque no son adultos debido a que no pueden emanciparse con lo que no son considerados adultos en el sentido económico. En España los datos son apabullantes para hablar con claridad de adultos emergentes.
Sólo se han emancipado el 20% de esa franja de edad. El 92,5 de los contratos de estos adultos emergentes son contratos temporales.
Para acceder a una vivienda necesitarían que su salario anual se multiplicase por un 4,2 en su sueldo anual.
La herida más lacerante que ha dejado esta Gran Recesión ha sido como se ha cebado en la juventud la franja de precariedad.
El 38,2% de ese grupo está en el umbral de la pobreza, tomando las ratios de España, si aplicamos la ratios del resto de países de la UE es mucho mayor.
Ha habido un distribución desproporcionada de los cortes de la crisis en contra de la juventud. La relación de gasto social entre juventud y mayores es de una diferencia de 34 veces a favor de los mayores. En el resto de los países de la OCDE esa la relación no supera en ningún país 10 veces la diferencia del gasto.
Simpático lo que dijo Hollande en la Campaña electoral francesa hace cinco años: Quiero que me juzguen en 2017 con una pregunta . ¿Los jóvenes franceses viven mejor en 2017 que en 2012?. No creo que quiera que nadie le responsa, el mismo se puede juzgar.
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