"A Felipe el Hermoso le dieron matarile. Juana La Loca no estaba loca. Isabel la Católica envenenó a su propio hermano. Luego dió un golpe de Estado y montó una guerra civil para legitimarse. Isabel tiene tantas posibilidades de ser bastarda como su sobrina Juana, alias la Beltraneja.
No queremos engañar a nadie este libro puede ser peligroso. Puede herir sensibilidades. Si piensas que Isabel la Católica era una santa, o que ella y su marido fojaron la grandeza de España, este no es tu libro. Aquí venimos en son de guerra, a darle patadas al árbol de cartón piedra de la historia oficial. Vamos a contar esta historia a nuestra manera para que todo el mundo la entienda.
Felipe el Hermoso fue el primer rey de la dinastía de los Austria. Llegó a Castilla para reinar y se lo cargaron antes de llegar a ser rey de Aragón. A pesar de que es un tipo importante, sabemos muy poco de él. Parece que la historia oficial se ha saltado esta página. ...El reinado de Felipe I es un fastidio, sobre todo si comulgas con eso de que Isabel y Fernando unieron España.
En este libro intentamos contestar a la pregunta de la molestia de Felipe el Hermoso. Un juego de Tronos. Traiciones, mentiras, sexo, cuchilladas por la espalda, guerras, perjurios.... Poder, mucho poder.
Es posible que al acabar este libro no sepas donde vamos, pero corres el riesgo de saber de dónde venimos. "
Con estas originales frases se presenta el libro que hoy comentamos. Un historiador y un guionista se juntan dar con un lenguaje diferente, atractivo y que a primera vista parece que menoscabaría el rigor de los datos o lo contado, pero es todo lo contrario.
Me gustó mucho el libro que se ventila de un tirón. El hecho de ser amante de la historia y especialmente de la Edad Media, ( ojo no entendido, ni perito), facilita tal vez la lectura rápida y el encuentro con los personajes. Si al mismo tiempo a uno le gusta la heterodoxia de la historia, o lo mismo que desmontar continuamente la historia oficial que nos enseñaron y que está tan deturpada, el disfrute es mucho mayor.
El libro tiene rigor histórico, desmonta mentiras oficiales o de pensamiento políticamente correcto, pero esta escrito con un lenguaje de triller y con el lenguaje de la calle para hacer atractivo el mensaje, a la vez que convierte la época en una novela, lo cual se agradece más.
Los autores le cuentan al lector las luchas, y los personajes con el lenguaje de la gente de la calle de hoy y les gusta desmontar sobre todo a los grandes personajes. Ponen en entredicho a Isabel y Fernando como amantes y matrimonio católico, sino como dos tahures políticos que defendían sus intereses y no tenían en su mente la unión de lo que hoy llamamos España, sino sus reinos y sus intereses, entre otras cosas porque nadie es tan listo que se adelante tanto en el pensamiento tres siglos y piense ya en el Estado Nación del siglo XVIII, en esa época se estaba creando lo que llamaríamos después el Antiguo Régimen y el absolutismo monárquico. Fernando no sabía ni intuía lo que es España, como es lógico. Para llegar al poder ambos recorrieron un camino de "Juego de Tronos, especialmente Isabel, que si demostró ser fría, calculadora y mujer de poder, pues aunque no tenía papeletas para llegar a donde llegó, ella con sus partidarios fueron allanando y destruyendo caminos hasta llegar a ser reina de Castilla. Quien lo diría, cuando uno coge la historia y la legalidad en la mano no le cuadra nada.
Y lo más importante es que no son sólo Isabel y Fernando, ni Felipe o Juana, sino sus partidos políticos de la época, que eran sus socios sociales confluyentes en intereses. Como en cualquier sociedad política existía una lucha por el poder y estos eran los representantes de grupos de influencia y poder. Los nobles, la Iglesia, y los intereses económicos, como en cualquier sociedad política.
Lo que pasó, pasó, y la historia ficción o la revisión de la historia es un absurdo. La historia es la lucha política de intereses, de movimientos sociales y luchas de clases y más ingredientes sin duda. Los nombres pueden ser unos u otros, pero lo que está ya fué. Si no fuera esa realidad, sería otra y no la podríamos cambiar. Pero dicho esto es bueno saber o hacer una historia crítica hasta donde sea posible, para saber la verdad de lo que ocurrió y de donde verdad venimos. Sin pasión, sin ideología, pero lo más aséptico posible. Los perdedores de la historia tienen que estar presentes y pensar que eran también de los nuestros. Saber que hicieron ,y como en necesario , pues de lo contrario está incompleta la historia.
Este libro, que como dije, tiene rigor para un público curioso, no apto para fanáticos sin ilustrar, es un retrato de hechos, con crítica mordaz y que huye del mito y del aplauso al personaje histórico. Es muy recomendable su lectura, aunque sólo sea para iniciarse en el mundo de la historia con mirada crítica y poniendo en duda algunas cositas mal contadas. Tal vez como nos han engañado tanto pequemos en exceso de la crítica desconfiada de todo lo que sabemos, pero es el precio a pagar para los que han manipulado tanto la historia con el fin de mostrar que el mundo es como ellos dicen que es.
Este descubrimiento de las mentiras históricas engancha , como lo haría cualquier novela de misterio o como engancha a cualquier hombre el descifrar los misterios y el porqué de las cosas.
Algunos párrafos del libro, para ver el lenguaje y el tono utilizado:
"El flamante duque consorte, Felipe, está deseando empezar a vivir de las rentas de su braguetazo.
La desdichada Juana se estaba preparando para suceder a su padre cuando Isabel le corta el rollo con el golpe de Estado de Segovia.
Ahora la niña Isabel tiene sólo tres años.Lo que pasa es que las niñas crecen y cuando esta se haga mayor no se le escapará ni una. En cuanto se le presenta una oportunidad la aprovechará. Y si no lo se le presenta ya encontrará ella la manera de fabricarla.
En Junio de 1454, Juan II, postrado en la cama, llama a Enrique y le viene a decir algo así como: Hijo mio me muero. Ahí te dejo el reino; cuidarme de la parienta y de la descendencia".