jueves, 7 de enero de 2021
Gambito de Dama.
Terminé de ver esta serie en Netflix, y se agradece. Son siete capítulos que se pueden ver en poco tiempo sin perder la emoción, el contexto y ambientación . Es, sin duda, una locura para los amantes del ajedrez, pero aún no teniendo ni idea se hace emocionante, emotiva, simpática y trepidante. La fotografía, imagen y el cuidado de los personajes, especialmente de la protagonista, llenan al espectador que quiere divertirse con una historia tan interesante. Muy recomendable para todo tipo de público, el relato da para que cada uno disfrute más o menos con los diferentes aspectos que toca.
El mundo.
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El nuevo éxito de Netflix se titula Gambito de Dama (The Queen´s Gambit), una adaptación de la novela homónima de Walter Tevis (1983) recreada en 7 episodios, estrenada en octubre 2020. La trama tiene lugar aproximadamente entre 1947 (niñez de la protagonista) y 1968 (donde tiene lugar su desarrollo como jugadora).
La serie nos cuenta la historia de Beth Harmon, que a una corta edad queda huérfana y debe vivir en un orfanato exclusivamente femenino y religioso, donde recibe fármacos tranquilizantes, como el resto de las jóvenes tuteladas. En este orfanato conocerá al señor Shaibel, el conserje, a quien descubrirá jugando al ajedrez. Se despierta entonces su curiosidad por el juego y, tras insistir, Shaibel le acabará enseñando a jugar, notando en ella capacidades innatas.
Ya en su adolescencia será adoptada por un matrimonio con problemas, al tiempo que decide empezar a competir en torneos de ajedrez a pesar de su inexperiencia, aunque con buenos resultados. Cuando el padre las abandona, Beth es animada por su madre a seguir compitiendo, llegando a ser su mánager.
Sin embargo, en el marco de una de las competiciones internacionales a las que asisten, su madre fallece, quedando Beth sola, quien se sume en diversas depresiones acuciadas por el alcohol y las drogas, de las que acaba saliendo gracias a su círculo de amigos, quienes la apoyan hasta el final. La serie culmina con la victoria de la joven ante Vasily Borgov, en Rusia, un rival a quien temía no vencer.
¿A qué se debe el título de la serie?
Como se puede ver a lo largo de la misma, el gambito de dama es una apertura de ajedrez, o sea: un conjunto de movimientos específicos que suelen dar ventaja en el juego. En general, es aceptada como una gran ambientación y representación de este deporte, reflejo de la investigación previa del autor de la novela y de los asesores que trabajaron en ambos procesos creativos, la novela y la serie: Garry Kasparov (campeón mundial de ajedrez), y Bruce Pandolfino (profesor y entrenador de ajedrez). De hecho, las partidas que vemos a lo largo de la ficción son recreaciones de competiciones reales [1].
¿Historia real o conjunto de inspiraciones?
Como ya hemos explicado, la miniserie se basa en una novela, en la cual el autor decidió plasmar diferentes elementos de algunas personalidades de este deporte, como Bobby Fisher, quien ostentó el título de Gran Maestro o campeón mundial durante treinta años y quien también tenía obsesiones compulsivas, al igual que Beth [2]. Esta inspiración también va más allá, pues el período álgido de la protagonista coincide con el de este campeón. Otros referentes serían Boris Spassky y Anatoly Karpov, ambos famosos ajedrecistas.
Entre otras inspiraciones de Walter Trevis estaría su propia hija, a la que enseñó a jugar a la corta edad de siete años, o él mismo, quien utilizó sus propias vivencias para describir la drogodependencia de la joven protagonista, solo que en su caso personal se debió a una enfermedad en su juventud [3].
No cabe olvidar que en una entrevista publicada en The New York Times en 1983, el autor declaró que su obra era “un tributo a todas las mujeres inteligentes”, siendo Beth una mujer caracterizada por su valentía e inteligencia, quien no duda en sacar a relucir sus atributos cuando es necesario, creando un precedente al ser la primera mujer en ganar este tipo de competiciones [4]. Y es que precisamente gracias a este tipo de representaciones, televisivas y literarias, el número de jugadoras de ajedrez, así como de otros deportes, aumentaron notablemente tras las publicación de la ficción. Este hecho quedó recogido por la propia Federación Internacional de Ajedrez, que tras el éxito de la serie registró un aumento de las jugadoras licenciadas, llegando a tener en las dos semanas posteriores al estreno una cantidad de registros similar a la de los últimos cinco años [5]. Un hecho también acogido con entusiasmo por parte de jugadoras profesionales, quienes esperan que este tipo de ejemplos ayuden a romper las barreras de género en este deporte.
Pese a todo, si buscásemos un paralelismo real deberíamos comparar a Beth con Judith Polgár, considerada la mejor jugadora de la historia, compitiendo desde los 15 años, y siendo quien arrebató en realidad el título al anteriormente mencionado Bobby Fisher [6]. Aunque tampoco debemos olvidar a Vera Menchik, campeona de los años 30.
La ambientación
Sin duda, destaca la gran labor de ambientación en torno al vestuario y maquillaje, así como a los diferentes escenarios en los que se desarrolla la trama. La diseñadora de vestuario, Gabriele Binder, reveló en diferentes revistas de moda [7] las diversas inspiraciones empleadas a la hora de realizar sus creaciones, como Jean Seberg, Edie Sedgwick o Biba, para la caracterización de la protagonista; o Andy Warhol en el caso del personaje secundario Benny Watss.