Para el catedrático JuánTorres Lopez, economista que inspira y asesora la política económica de Podemos, Pablo Iglesias tuvo unos errores en la presentación de su oferta al Partido Socialista. Errores de forma, según él que no de fondo. Un discurso mejor presentado que evitase el cabreo de su rival. A continuación está pegado el posible discurso que debería haber pronunciado.
“Quiero trasladarles a ustedes, y así se lo he dicho al Rey tras haberlo hablado con Pedro Sánchez, que Podemos le ha propuesto formalmente al Partido Socialista iniciar conversaciones para formar gobierno. La composición del mismo deberíamos negociarla en función del peso parlamentario de cada uno de los dos partidos y sin descartar la posibilidad de integrar a otras fuerzas de izquierda. Para ello es preciso que no haya líneas rojas por ninguna de las dos partes y que ambos intentemos, con la mejor voluntad, rebajarlas a su mínima expresiónpara conseguir ese Gobierno de progreso que nuestros votantes nos reclaman. La prioridad de ese Ejecutivo sería una agenda social y un calendario muy preciso de reformas legislativas e institucionales, entre las cuales figuraría la relativa al encaje de Cataluña a través de fórmulas que tendríamos que consensuar ambos partidos pues de lo contrario no serían viables, como tampoco lo serían si no fueran aceptadas por las fuerzas catalanas. Como ustedes saben, es esto lo que más separa, aunque no tanto como para hacer imposible un entendimiento. Naturalmente, este es un planteamiento muy preliminar que los negociadores de los dos partidos irán perfilando en sucesivas reuniones, que comenzarán de inmediato”.
Sin duda una persona como el profesor J. T.L. por las características personales que presenta, que yo deduzco de sus escritos y de sus entrevistas, no del trato personal, es una persona de carácter muy conciliador, tranquilo y muy racional. Sin duda es la persona ideal para profesor, para ser influyente con sus estudios en una formación política y un estudioso y dialogante polemista. Recuerdo haberlo visto en una entrevista en 13 Tv sobre el programa económico de Podemos, ya presentado antes de las europeas, en que desmontaba un monte de mentiras y trampas saduceas de tertulianos de corte sofista y oportunista que manifestaban de todo menos rigor y honestidad intelectual. El Profesor en aquella maraña de confusas y frívolas preguntas respondía con toda la paciencia y el rigor digno de un santo. Para los tertulianos en cuestión después de haber vendido día a día que todos aquellos de Podemos eran unos perro-flautas no se correspondía con la figura de aquel profesor.
Así pues, la corrección que el profesor hace sobre la presentación tan impactante que realizó Pablo Iglesias, merece todo el respeto y sin duda es una buena visión de la que Pablo Iglesias tomará nota o al menos la racionalizará viniendo de una persona con "auctoritas", intelectual y moral, en el grupo que dirige Podemos.
Mi opinión al respecto es que está claro que el profesor no es Pablo Iglesias.Que si lo
fuera tal vez no tendría el liderazgo y la fuerza que arrastra el líder de Podemos. Tal vez el discurso real sea, digamos, más irreverente, pero tal vez es el que para ser lo que es tenía que decir Pablo Iglesias. Lo que Iglesias pretendió fue convulsionar, tomar la iniciativa, hablar a sus bases, hacer una política nueva. Sin duda lo que quiso poner en cuestión son las formas de la política oscura de pactos de la que ha hecho bandera el combatirla. Con un discurso transgresor en las formas, tomó la iniciativa, convulsionó al resto de los partidos, hizo mover ficha al presidente del gobierno que amagaba, y amaga, con la gestión del tiempo, con el ánimo que que gestionando el tiempo ocurra un milagro o un error de los otros que le dé su oportunidad. Ante la actitud tan pacata de un político lento y especulador presentó ante la sociedad civil un proyecto. Sin duda era popular y táctico lanzando un órdago al posible socio y pensando en situarse ante unas posibles nuevas elecciones.
fuera tal vez no tendría el liderazgo y la fuerza que arrastra el líder de Podemos. Tal vez el discurso real sea, digamos, más irreverente, pero tal vez es el que para ser lo que es tenía que decir Pablo Iglesias. Lo que Iglesias pretendió fue convulsionar, tomar la iniciativa, hablar a sus bases, hacer una política nueva. Sin duda lo que quiso poner en cuestión son las formas de la política oscura de pactos de la que ha hecho bandera el combatirla. Con un discurso transgresor en las formas, tomó la iniciativa, convulsionó al resto de los partidos, hizo mover ficha al presidente del gobierno que amagaba, y amaga, con la gestión del tiempo, con el ánimo que que gestionando el tiempo ocurra un milagro o un error de los otros que le dé su oportunidad. Ante la actitud tan pacata de un político lento y especulador presentó ante la sociedad civil un proyecto. Sin duda era popular y táctico lanzando un órdago al posible socio y pensando en situarse ante unas posibles nuevas elecciones.
Se estará de acuerdo o no con el proyecto y sus líneas rojas, eso no es lo que está en cuestión en este comentario, sino simplemente la forma de actuación política de quién tiene un proyecto dirige un partido y presenta e interactúa ante la sociedad, para que la sociedad lo juzgue. Porque ha llegado hasta ahí haciendo gala de un nuevo estilo, de una nueva política, de hacer visible a la ciudadanía una presencia más real y activa en las instituciones. ¿Lo logrará o no?, pero en este momento es lo que se espera de las nuevas formas. ¿Porque tanta escandalera con las formas?, si al final lo importante en el fondo y con no hacerle caso, como respuesta ya está.
Que se le haya faltado al respeto o se haya podido enfadar al posible socio, me parecen argumentos de respuesta de saldo cuando no se quiere entrar en el fondo de las propuesta, y como respuesta a un proyecto político`. También podían decir que no tiene proyecto porque iba en vaqueros y sin corbata y para algunos mal aseado,¿ o eso ya está superado?.
Si Pablo Iglesias hiciese otro discurso tal vez no sería él ni habría podido liderar de la nada una opción política con bases para gobernar o al menos intentarlo, porque estaríamos hablando de otra persona.
Tal vez tenga razón el profesor y sin duda si estuviesemos en 2036 y Pablo Iglesias tuviese cincuenta y tantos, a lo mejor ese era su discurso, pero hoy y aquí tiene la edad que tiene, las experiencias que tiene y el recorrido que tiene y lo han votado la gente que le ha votado. Lo otro sería lo que no puede ser y no es.
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