Escrever é esquecer. A literatura é a forma mais divertida de olvidar a vida (Fernando Pessoa)
Capítulo I, Capítulo II.
EL REENCUENTRO Y LOS RECUERDOS QUE VUELVEN.
Madrid 1995.
Cambados 1970
Nunca he olvidado aquél instante del encuentro con Cosme
en Madrid. La vida tiene infinidad de
momentos vulgares o corrientes, pero de los que no dejamos ni medio recuerdo. Nuestro
cerebro está continuamente eliminando, de
su memoria, información banal o de poca importancia para ahorrar espacio, como un disco duro. Trata con ello de dar supervivencia y valor a aquellos aspectos e informaciones que nuestras emociones valoran como importantes. Recibe la señal de guardar aquello que nos ha impresionado o cautivado. A la vez como no sabe la cantidad de información que pudiera venir, deja siempre un hueco de espacio para guardar aquello que de repente le ordenemos seleccionar. Es un simil vulgar de como puede que sea su actuación en cuanto a las cosas intrascendentes diarias y otras que dejan marca y recuerdo. Como dice el
fado: “ as coisas vulgares que há na vida não causam saudades”. Por el
contrario hay ciertos momentos que nos quedan para
siempre grabados, y se convierten en duraderos. Momentos cortos o largos, que atraen nuestro foco y los selecciona del resto. Momentos como muy cinematográficos. Instantáneas que no sabemos
porqué se quedan ahí en una parte profunda de nuestro cerebro y que de vez en cuando salen a refrescarse a la luz y eso hace que aunque pasen los años las recordemos . Sin duda, los momentos más marcantes que recordamos, en su mayoría son de la infancia y la
adolescencia por la capacidad de novedad y asombro que en esa época vivimos a cada paso.
Aquél instante del encuentro con Cosme significaba rememorar el pasado, volver atrás
en la vida, y a la vez el miedo y la novedad de una nueva aventura que se me
ponía delante. Todo lo sintetizo como si
fuera la escena de un filme que se estaba rodando en ese momento. Como si se
tratara de un Bogart en Casablanca que se despide de su exnovia, Ingrid Bergman, con su gabardina,
pitillo en la boca, y al
fondo, niebla, ruido de hélices y la figura eterna del morro altivo de aquella avioneta de la II Gran Guerra. Siempre nos quedará París. En mi caso, pienso ahora, sería más adecuado el dicho de “por lo menos nos queda
Portugal”, que se decía hace años en Galicia, aunque nunca supe muy bien con que
sentido lo decían, o que querían decir. Parece de esas frases que no quieren decir nada pero que son como un comodín al que cada uno le da su toque personal. Bueno para eso somos
gallegos, que cada uno interprete. Para mi caso, en todo lo que os contaré , preferiría decir algo así como " siempre nos quedará Lisboa".
Aquél encuentro fué como una foto fija que encuentras en tu vida y a la que das mucha importancia. Es como un momento importante que a veces la vida nos ofrece, como para pararnos ante la voragine de escenas que vivimos. Aunque tuve en mi vida, muchas fotos fijas para destacar, especialmente como recuerdos más próximos los cinco años en los que fuí espía y trabajador de "Convento". Fueron cinco años intensos de novedades; de sentir miedo y vértigo; años para conocer y tratar a mucha gente, saber mucho acerca de mucha gente sin que ellos supiesen o sospechasen lo que yo sabia; tratar de buscar el punto bueno de la gente para sacarle información aún a sabiendas de que le estabas engañanado. Era una canallada. Cada día el trabajo era una sorpresa, que venía del
cielo o del centro de la organización, da igual. No valía la pena que te programaras, el
programa te venía hecho en forma de novedad diaria. Que si hay que ir allá
investigar a tal persona, mandar noticias e informes etc. Yo, estaba allí, colocado como un eslabón muy pequeño y me dejaba ir. El mundo de los servicios
secretos engancha y es apasionante. Hace que sientas poder. Los hombres sentimos poder
cuando creemos que sabemos más de lo que otros saben, que manejamos
otros códigos, que somos especiales. No nos damos cuenta que tampoco tenemos ese poder que nos creemos. En realidad todos somos
utilizados, unos por otros, sin saberlo. Las organizaciones son otra cosa y
llevan su camino independientemente de quien este en ellas. Muy a menudo el trabajo nos hace pensar que pertenecemos a la organización como un todo, que sin nosotros no funcionaria el sistema. Es falso totalmente. Si, pero sin duda, sin en ese engaño de creernos espíritu y parte de la organización sin esa pasión, ese celo en el trabajo, y el sentirse
llamado para realizar una misión especial no funcionaria la organización. Esa locura personal que no tiene límite de horas y que hace dedicar una vida entera a una idea es lo que mantiene a los grandes
servicios secretos activos y con éxito. Llámese Cia, Cni, o Mosad, todos viven, aparte de estar más o menos estructurados para conseguir la eficacia, sin esa parte espiritual y vocacional del factor humano de las personas concretas que mueven aquello, los resultados no serían lo mismo. La organización se lucra y el individuo lo sabe pero necesita realizarse en aquello que le gusta y considera de alto valor. Son individuos que se realizan en una
labor oscura que ellos ven recompensada con una satisfacción interior de
estar sirviendo a una causa noble. Aveces no son sólo ideales, sino simplemente o porque les gusta la aventura o porque es la única forma de poder ser actores de hechos
importantes que de otra forma
nunca vivirían. Me estoy acordado de Carrie y Saúl en Homeland la serie que retrata el mundo interior y funcionamiento de la CIA Y que nos traslada al mundo del agente que
trabaja en ese mundo que parece más de
ensueño que de realidad.
Yo no era Carrie
Matison, como es obvio ni nadie existió que fuese como ella era, ni tampoco era Saúl Berenson; ni nuestro trabajo, ni Organización ni Convento, era tan
intenso como el de ellos.Nada que ver con ellos que se recorrieron
el mundo trabajando en la Agencia. Mi
trabajo era más vulgar y pacífico y nuestra agencia no era la Cía, era algo
difícil de explicar como ya dije. Más de escucha y más administrativo que operativo.
Yo estaba allí
porque Cosme, Serpico en la Organización me había captado. Me había captado porque
me había conocido y juntos habíamos recorrido una etapa inolvidable de nuestra
vida.
Estos años habían pasado como si nada. Pero cuantas
diferentes cosas habíamos vivido
aquellos felices e íntimos amigos de nuestra época en Colegio Salesiano de Cambados,
como alumnos seminaristas. En nuestras vidas pasaron muchas cosas, fueron
intensas y muy diferentes, pero aquel
sustrato adquirido juntos nunca sale de
la memoria, no se olvida,queda marcado, aunque no te des cuenta, en el fondo de
tu forma de ser. Sólo lo comprenden los que han tenido la misma vivencia. Unido
a eso la amistad adolescente había creado en su memoria un vínculo inmortal , que no necesitaba
explicaciones ni palabras. En estos años se habían añorado y sentido, sin
verse ni saber el uno del otro. Sólo hacia falta una pequeña chispa para
retornar al inicio y que el cerebro abriese la caja de pandora de los recuerdos de la época, guardados como oro en paño en un lugar preferente. Sólo fueron tres años de sus vidas,pero que años. De los
14 a los 17 todo lo que pasa deja una
marca indeleble, un vínculo vital . Son
años donde se decide un poco la personalidad de cada uno. Ellos eso lo vivieron juntos. Unos años burbujeantes dentro de la Iglesia católica y en la sociedad española. Desde 1970 a 1974, pasaron en España muchas cosas y se estaba tramando un cambio social y político histórico.
No sé a quién adjudicar la frase de “La patria
es la infancia”, porque ya no sé quién la dijo. No se la voy a adjudicar a
un comodín, como Zun-Tsu o Churchill o a
Unamuno que daría más lustre a la frase. Sólo decir que es una frase y que como todas las frases de manual,
nunca lo explican todo, todo, aunque lo parezca. Son más propias de las épocas
dogmáticas que de las escépticas en las que estamos ahora. Dicho lo cual sirven
para caminar, sintetizar y asentar el mensaje, aunque todo es más variopinto
y heterogéneo de lo que se puede decir en una frase. En este caso la frase se
explica sola y es el remate a lo que he dicho.La patria es lo que queda de lo fuerte e indeleble de los
primeros años. En este caso la infancia íntima, familiar, parecía muy diferente la de uno
de la del otro. O tal vez no fuese tan
diferente. Los dos somos gallegos, los dos nacimos en el mundo rural, a muchos kilómetros, pero no importaba porque, de forma misteriosa, en
Galicia, el teritorio que conocemos hoy, mantiene una cultura casi idéntica de Norte a Sur. Por eso bebimos de las mismas fuentes. Nuestra patria original fue la misma y continuo siendo así en el colegio en Cambados. Nuestros valores profundos, la forma de mirar al mundo
desde el fondo de nosotros mismos, era la misma para Cosme que para mí .
Nuestra patria
estaba allí en los profundos recuerdos de aquella vida adolescente de un
internado religioso de los años setenta entre el monte y la ría. Donde el Umia
se convierte en mar y la Isla de A Toxa nos mira desde allá al fondo, sin dejarnos ver el
mar alto. Nuestra patria estaba allí en
dos aldeas centenarias de la Galicia rural. Nos criamos en dos aldeas de montaña distanciadas muchos kilómetros entre ellas , desde el
Xures a Fonsagrada, pero totalmente iguales en su habitat cultural milenario, que nos habían influenciado igual a los dos.
Me gustaría
pararme y hacer un relato de como era la
vida rural en mi aldea y en la de Cosme, merecería una explicación más calmada, pero no es el
objeto de estos escritos derivar en narraciones paralelas contando mi vida o la vida rural gallega de la época.Estamos andando por las ramas porque nuestro objetivo es hablar de Convento y Organización. No obstante es necesario conocer el
de donde venimos para saber como eramos y lo que hicimos. No para justificarnos, si no para quién lea esto pueda
comprender un poco nuestros
comportamientos. Sólo, unas pincelads al respecto, pues echando la vista atrás el mundo era muy diferente. Nuestro mundo rural infantil nada tiene que
ver con lo que es hoy. El progreso no
había llegado. Entendiendo por tal que no había agua corriente, la luz eléctrica era ya casi, y digo casi, como algo general. Nosotros conocimos la aldea gallega como el habitat de vida ya, sin saberlo, en
sus últimas expresiones externas.Poco a poco y sin darnos cuenta todo iranía
cambiando y demoliendo una cultura secular. Aquella aldea aún vivía de la tierra y para la tierra y su producción de la misma manera que hacia quinientos años. Aún vimos como el territorio estaba explotado en su ciento por ciento para la producciópn agrícola y ganadera, como el noventa por ciento era sociedad productiva agrícola, con un número pequeño de jubilados o personas, un cinco por ciento, que se dedicasen al sector servicios .El mundo rural cambió en los últimos
cuarenta años por lo menos más que en
los últimos cuatro siglos. Los caminos, las fuentes, las casas, los puentes, se
fueron perfeccionando con el tiempo pero eran los mismos por donde habían
pasado nuestros primeros pobladores dirigidos por el clérigo de la parroquia y
el hombre de la tierra más fuerte, el llamado fidalgo gallego. Y que decir de
los lindes, las paredes, los cercados de piedra, las huertas de cultivo etc. Más
allá del valor económico y sentimental de cada pequeño trozo de tierra
destacaba que en siglos no se había movido nada la división y la distribución de
la tierra. El valor de la tierra, como elemento indispensable de supervivencia
de una sociedad de pobres que había
conseguido llegar a la propiedad y liberarse de los foros de rentistas, era lo máximo. Esto creaba un micromundo de pequeños
capitalistas, que daban a la tierra el valor máximo que se puede dar, la vida. Tocar la tierra, era tocar, y es, la entraña profunda del gallego rural. Mover un marco de linde no es sólo robar parte de la tierra, es mover las entrañas de ancestro de siglos que han ido trasmitiendo esa porción a la familia como un don sagrado que respetarlos forma parte del máximo honor y dignidad. Nadie que no haya mamado o o vivido allí sabe el valor que eso significa. Ese valor
de la tierra, condicionaba toda la forma de vida de la Galicia rural. Los
matrimonios, las peleas de fiestas populares como expresión de la defensa de la
tierra de la propia aldea para evitar que non llegase ningún intruso de otro
poblado. El matrimonio tenía un rito
fundamental que era que tierras se podían juntar, y en que situación de
herencias quedaba la nueva pareja y que posición social ocuparían en el
prestigio de la aldea. Se llegaba a la violencia contra los jovenes de otras
aldeas para preservar las mozas del pueblo en cuanto depositarias de un capital
de bienes raíces a mantener. Ese valor
de la tierra, pertenece al imaginario mundo que constituye la patria del que se
crió en la aldea. Lo llevará siempre consigo, y sin saberlo es el heredero de
toda una mística teoría económica que
era el principio y fin de todas las cosas en la aldea.Y sobre todo es una forma de pensar profunda que acompaña siempre a las personas que han sido lo han vivido.
De aquellos años
pasados en Cambados , uno muy especial y que dejó huella en sus
vidas fue el día de su separación.
Andaban dejando atrás la adolescencia, eran ya jovenes hechos, tenían diecisiete años y el destino los
rompió en dos. En sus mentes sólo se podía expresar con palabras en gallego: “ Rachou, fendeu a sua vida en duas partes”.
Habían pasado tres
hermosos años juntos, en un ambiente de alegría, deporte, oración, lectura,
amigos, rodeados de aquellos viñedos y de unos muros de piedra ya modernos,
en un colegio moderno, pegado a un impresionante pazo gallego con su
construcción milenaria y su jardín milenario.En unclima benigno, paradisiáco, de primavera
exuberantes y de olor a mar en marea baja. Allí nos llevó la causalidad y nos
convertiamos en continuadores continuadores de toda una historia de
aquel lugar. No teníamos historia como
la de otro muchacho de mi pueblo que había sido reclutado para otra orden
religiosa y para otro seminario, y
estaba en Samos. En esas edades en que en las vacaciones nos contabamos todo,
me decía que estaba en un lugar histórico y que
allí donde andaba el se había
dado parte de la vida del Padre Feijoo
ese gran gallego fraile ilustrado y avanzado en siglos a su tiempo. También por
allí cerca había llegado, sabiendo que
estaba apunto de morir para ser enterrado en Compostela Alfonso
IX de León el último rey gallego y último rey del Reino de León que
después sería solo reino de Castilla con
la coronación de su hijo Fernando III el Santo heredero de los dos reinos.Yo no daba valor a ese plus
histórico de mi amigo y lo encuadraba en la necesidad de que cada uno tiene de vender lo que puede. Yo le refutaba diciendo que yo estaba en un lugar maravilloso y moderno, con
muchos campos de deporte, y que en nuestra vida, aparte del estudio, el canto,
la misa, tenía mucha fuerza el deporte y el teatro. Teníamos cine y los
salesinaos eran una orden creada muy modernamente para dedicarse a la educación
de la juventud y nuestro ambiente era
siempre muy alegre. Y claro teníamos cerca la playa, el mar, la ría con su marea alta y baja, y eso era muy importante.
En la época los seminarios eran muchos, variados y tenían muchos
clientes. Todos llegamos allí, casi de la misma manera,Perteneciamos a familias
pobres, aún no había clase media. Familias que estaban despuntando y veían que
se abría un mundo nuevo de formación para sus hijos y podían costearse un
colegio más barato que otro que no fuera un seminario. Muchos españoles pasaron
por los seminarios, más de los que se dicen.Más tarde descrubriras que el mundo
intelectual de alto nível de este pais tenía en muchos casos origen seminarista, o lo que de forma
eufemística algunos rellenan en sus curiculos como estudios de teología en
Comillas, estudios de filosofía-teología en Salamanca etc. Cosme y yo eramos el
estereotipo perfecto. Chicos de aldea de familias que podían liberarse un poco
de la dictadura de la tierra, que empezaban a levantar la cabeza y con esfuerzo
y aunque fuese lejos mandaban a sus hijos a una nueva aventura. Si continuaba
como religioso magnífico, no estaba mal visto y como influencia futura para la familia sería beneficioso. Si se iba no importaba,tenía
estudios, conseguía el bachiller y el mundo le iba a presentar grandes
oportunidades. Así estaba la cosa.
Así pues,
retomando el momento de la separación, recordar que el destino puede separar las vidas de dos amigos que se quieren en la
frescura de los quince y los
diciesiete, pero no hay nada que separa
para siempre los sentimientos, afectos y emociones vividas. Es indeleble, no se
borra, queda para siempre. Forman pare de su Adn. Vendrán nuevas experiencias
y llegarán a nuestra vida nuevas
personas, amores, amigos, pero esos años
vividos lejos del hogar marcan para siempre con quien estuviste, con quien conviste,
que sentiste. Es la vida.
Si , pero ahora
estamos a punto de encontrarnos. De estar cara a cara. ¿Veinticinco años no es nada? ¿De verdad pueden reaparecer de
nuevo?.
Es peligroso sin
duda volver a querer sentir con el amigo de aquellos años lo que se vivió, ver
al amigo de entonces como era antes, casi siempre hay decepción. Hay miedo a la
decepción sin duda. Dos personas distintas van a tratar de relacionarse con los
códigos, las formas de hace veinticinco años, como si el tiempo no hubiera
pasado. Su inercia les llevará a sentir lo mismo de aquellos años, pero no va a
ser fácil.
No somos lo que eramos, los caminos nos van
moldeando e influenciando sin duda, pero
siempe soñamos con volver junto al niño
que fuimos y dejamos allí jugando a la orilla de la vía del tren. Dejamos al
niño y nos disfrazamos de unos nuevos ropajes
para enfrentarnos a la travesía que nos espera. Hay un momento en la vida que
queremos volver allí a la via y sentir
la espontaneidad, la alegría, la sinceridad de vivir.
Carlo y Cosme, Suetonio
y Serpico, vamos con el ánimo, después de tantas batallas, de retornar juntos a aquellos años aunque sea por un pequeño momento. La
historia no es buena ni mala, es la de
cada uno y es la que vale, igual que un día de lluvia no vale menos que un día
de sol, porque son días para vivir.
Recuerdo muy bien,
que todo eso es lo que yo iba pensado,
mientras caminaba por el andén de la
estación y ya estaba viendo a SERPICO al fondo. Estaba viendo al amigo de siempre, tan bien cuidado, alto, delgado, elegante, con
su pelo entre blanco y gris, la mirada viva y alegre de siempre. Volví a ver al amigo de confidencias y que fue parte de mi vida. Llevaba una
gabardina gris, vaqueros y zapatos marrones, no lleva corbata y enseña un poco de una
camisa blanca clásica. Está quieto esperando al fondo y su mirada
parece perderse serenamente en el horizonte. Al ver esa mirada perdida,
recuerdo, en un segundo, al
poeta,al soñador, al líder seductor con el que viví.
COSME DANOZ
FREIJEDO, SERPICO, agente especial de CENTRAL, Coordinador de operaciones ,
havía nacido en el seno de una familia campesina en las altas montañas luguesas
de la zona de A Fonsagrada. Llegó a Cambados al colegio con diez años, gracias
a su párroco de aldea que vió en él, al
muchacho listo, que aprendía rápidamente y que tenía unas manera finas y
educadas de estar que contrastaban con el duro ambiente de aquella zona de
montaña. Cosme era feliz en su aldea pero se le veía destinado a conquistar
nuevos lugares y ambientes, en sus ojos
se pintaba un mundo por descubrir, su inteligencia era abierta. Empático con la
gente, amable, dicharachero, refinado en el ser y en el vestir, le encataba la charla y la opinión
fuese con quien fuese. Le gustaba pegarse al corro de los hombres mayores y
escuchar, y escuchar, de unos y otros. Cuando llegó a Cambados, al pazo de Serantellos,
se adaptó en seguida a aquel ambiente. Se hizo amigo de los salesianos más
jóvenes, de los llamados clérigos que habiendo hecho los votos aún no habían iniciado los estudios de
teología y para hacer prácticas pedagógicas estaban tres años de asistentes de profesor.Su vida era la de estar a todas las horas con los alumnos. Estaban presentes en todas las horas de vida de los seminaristas. Estos llamados clérigos eran
realmente los animadores de la vida de ocio, de deporte y controlaban como no
el ambiente de disciplina muy fuerte que había en el centro. Dada su juventud
eran líderes alegres y dinámicos y espejo para aquellos angelitos que andabamos por allí. Cosme, en seguida destacó
en algo que daba muco caché entre profesores y por tanto alumnos, como solitas
en el coro de de la Iglesia. Nada se hacia sin el para todo lo que fuese organizar algo de grupo, de fiesta, de
diversión.Parecía ser el hombre más feliz del mundo y transmitía esa felicidad
y alegría.Esa felicidad y alegría se transforma en liderazgo hacia los otros,
un líder tiene que irradiar seguridad y
felicidad de si mismo, porque la gente va donde pueda encontrar felicidad, claridad , seguridad y no
amargura. Cosme tenía todo eso. Él Vivía intensamente como niño una profunda
fe, las enseñanzas de la orden religiosa calaban en él profundamente, vivía esa
otra vida como parte integrada de su vida. En Cambados era conocido familiarmente
como CHIN, nadie sabia porque, pero
todos le llamaban así.
Cuando Cosme
llevaba cuatro años en Cambados, ya un veterano, aparecí por allí yo. Entré en su curso como
alumno nuevo.Los cursos anteriores los había superado examinándome por libre en el Instituto de Ourense, preparándome para ello el maestro del pueblo D. José Manuel. Una bestia parda al que no le gustaba enseñar y menos le gustaban los niños y despreciaba el ambiente y los niños del rural. Una pena, pero era una institución en el pueblo, evidentemente. Pero no sé si pego por acción pero estoy seguro que en el cielo tuvo que pagar un alto precio por pecados de omisión ya que la mayoría de los chicos del pueblo se iban con catorce o doce años de la escuela, sin saber apenas leer. El sistema y el miedo de la época lo aguantaban todo, y la suerte te podía dar un tío legal que enseñara a sus alumnos o todo lo contrario, y te jodes. En este caso todo lo contrario. Yo y cuatro privilegiados más, nos tirabamos el día con él y se dedica a nosotros especialmente para preparnos, todo a cambio de pago en especies o monetaria, que le proporcionaban un plus de ingresos por encima de su seguro paga mensual, enseñara o no. Ni que decir tiene que era hombre fácil de mano para motivar al alumno con lo con sangre entra. No recuerdo que me tocara, pero si recuerdo que le temblaba y estabamos todos en tensión con él, para evitar sentir su mano sobre nosotros.
Cuando llegué a Cambados, y andaba muy perdido mirando y centrandome en el ambiene, el detectó mi inquietud y se acercó y recuerdo que se interesó por mi, y con ánimo de introducirme en el grupo de clase me dijo.
Cuando llegué a Cambados, y andaba muy perdido mirando y centrandome en el ambiene, el detectó mi inquietud y se acercó y recuerdo que se interesó por mi, y con ánimo de introducirme en el grupo de clase me dijo.
.- Hola , como te
llamas.
.-Mi nombre es CARLO ANDAI AMODO.
Repondí, con
timidez y dando nombres y apellidos como si
me estuviera preguntado para rellenar una ficha. Los nervios traicionan a uno.
.- Vale, yo soy
Cosme, todos me llaman Chin.
.- Oye ¿ De que equipos de futbol eres? me pregutó.
.- ¿Equipos?.
Bueno yo soy del Real Madrid.
.- Muy bien.
Tienes que ser de uno primero, pero aquí también la gente suele poner otros dos
más. Aquí se juega y se habla mucho de futbol. Y el lunes nos leen los
resultados en el comedor y en la cartelera nos ponen recortes del As. Y hay
gente que tiene muy buenos albunes de cromos. Y la gente tiene curiosidad por saber los equipos de futbol de cada uno.
Para quién como yo que venía
tenso, quieto, anhelado,aquello fue un baño de aire caliente y relax. Nunca olvidaré
su ánimo e intención de acogerme. Y
aquella información que me daba, era oro molido para un recién llegado. Miraba
su cara, su seguridad, su mirada, en ese momento y le adoré, realmente me sentí
seducido por el como amigo.
.-Bueno, yo, aparte
del Real Madrid, contesté con seguridad soy del Zaragoza porque juega Reija,
Pais y Marcelino que son gallegos y ese es mi segundo equio. Y también soy del
Pontevedra, (que estaba en primera división
en aquella época). Y me sé la alineación del Pontevedra que hay que
roelo. Le solté la alineación de los Cobo, Irulegui, Calleja Antonio, Martín
Esperanza, Neme y Yosu.
El se rió, y dijo
.- Ostras es
verdad te la sabes toda. Mira aquél que va allí dicen que es el mejor jugador
del colegio, es dos cursos más que nosotros, de los mayores. Es del Barcelona y
no creo que llegues a hablar con el, pero por si acaso. Se llama Saa y es
gallego.
Recuerdo que me
dijo que era gallego como para situarme en el contexto. Más adelante vi
que no había grupos ni mucho menos, pero
aunque parezca lo contrario, los gallegos eramos minoría. Allí eramos una
pequeña ONU del Norte occidental de España. Mucho Bierzo,grupo interesante de
asturianos pero todos de la cuenca minera, gente del León castellano , Bañeza,
Astorga; también de ciertas comarcas de
Zamora interior.Y algún que otro verso suelto en lo que respecta a origen. Los
profesores más o menos lo mismo. Los gallegos la mayoría eramos de la provincia
de Ourense. Cosme era una excepción.
Seguimos
conversando de generalidades y llegado el momento le dije de donde venía. Se lo
dije al modo gallego de acercamiento, porque
siempre pensamos que nadie conoce nuestro poblado, y es verdad.Vamos
dando pistas desde la villa grande, poco a poco hasta llegar a la aldea, si el
interlocutor interroga, de lo contrario nos quedamos en el partido judicial y
nos damos un pequeño plus de urbanitas que en la época no venía nada mal para
romper sobre todo prejuicios que eran muchos
y muy dañinos.
.- Soy de cerca de Bande. Bueno más bien de cerca de Entrimo. No sé si conoces.
El me miraba
diciendo que no conocía nada, pero me interrogaba con la mirada para que
continuase y le dijese al final que era de una aldea, lo cual a él le
daría la imagen que intuía y que estaba
buscando. No es lo mismo tratarse con uno de aldea que con una de villa de
padre comerciante o con uno de ciudad. Las cautelas son diferentes.
.- De Entrimo
mismo no soy, mi aldea está , rayando con Portugal y se llama Chaguazoso.
Y yo pensaba para
mi, menos mal que aún soy de un pueblo grande, porque haber como explica uno de Canle, o de
Regueiro de Abaixo, o peor uno de Gomariz de donde es. Como si el tamaño
importara para el caso en cuestión.
Para tratar de
darle algo de empaque a la zona de donde
venía le añadí algo de información geográfica, sabiendo que era algo que
probablemente no sabía.
.-La zona toda que
te dije en Ourense le llaman la Baixa Limia, porque por allí pasa el rio Limia,
que sigue hasta Portugal.
Lo de ser de la
frontera del país y estar al lado de otra nación, que aunque fuera Portugal, en aquella época
sonaba como Finlandia en cuanto posibiliades de ir y conocerlo, le llamó mucho
la atención a Cosme. Yo tenía un poco el complejo de que debía tratar de tapar
ese punto, que daba una cierta imagen de atraso, lejanía y lo de portugués no
era precisamente un carnet de moderno, y rico, sino todo lo contrario. Así era
la época y así pensaba el personal. A Cosme paradójicamente le atrajo que yo fuera “raioto” o arraiano”,
lo cual me dejó fascinado. No era lo normal ni lo que esperaba y eso me
descolocó. El tipo era curioso, investigador, empático, te ganaba para su
equipo. Y a mi me ganó.
La conversación continuó un rato y llegado el
momento procesal oportuno me explicó de donde venía y como había llegado desde
tan lejos a este bonito lugar. Ya se desparramaba confianza y de forma tácita
habíamos firmado un contrato de amistad.
Al día siguiente
volvimos a tratar de encontrarnos y paseando otra vez de charleta le conté como
había llegado yo allí y de donde venía y mi rara vida infantil. Lo cual me consta, que le impresionó mucho, y es
normal.
.- Estoy aquí,
aunque he llegado ya un poco tarde, porque
tengo un familiar lejano, que es muy importante entre los
salesianos y está en Madrid y a veces en Roma . El se interesó por mi, por mi vida, mis estudios
etc. Y convenció a mi abuelo,
con quien vivo, para que ingresara,
para ser salesiano y formarme en los estudios saliera fuera de la aldea.
.- No tengo
padres. Vivo con José mi abuelo, que es viudo,
en la aldea de Chaguazoso, como te dije.
Así le expliqué
que nací, entre mi familia que eran mis abuelos y mi madre que no recuerdo y
que según me dicen poco tiempo conocí. Me parió
cuando ella tenía 18 años , nunca dijo quien
era el padre del niño. A los seis meses de nacer yo, mi madre se escapó de casa, se esfumó quedé a cargo de
mis abuelos. Mi abuela no pudo soportar
la pérdida de su hija y murió al poco tiempo. Así fue como quedamos mi
abuelo y yo en este mundo. Pero te
diré que la cosa no acaba aquí. Y continué.
.-Por la aldea Chaguazoso
venía todos los veranos, a visitar la casa de sus origenes una muchacha vasca
de madre gallega emigrante . La chica había nacido en el pueblo aunque de padre
vasco. Se llamaba Arantxa Andai Rua.
Arantxa se había casado recientemente con el italiano Carlo Amodo Sortini. Eran
una feliz pareja que vivían al cabo
entre Bilbao y Roma, pero la naturaleza había decretado que no podrían tener
hijos y la ciencia en aquellos años aún andaba dando vueltas entre Ogino y el vaticano y no tenía nada que
ofrecerles.
Supongo que en esa
época utilizaría un lenguaje menos elaborado para explicar todo esto a Cosme.
.- Cuando nací yo,
hijo de una chica de dieciocho años, guapa, atlética y llena de vida, según me
cuentan, Arantxa y Carlo se
enamoraron de mi. Y me veían con ojos de
padres. Era el niño ideal a salvar y al que ellos con su posición podían
convertir el algo grande. Buscaron los
medios para que el niño, ya convencidos mis abuelos pasase a formar
parte de su nuevo hogar, y me adoptaron
como hijo. Desde entonces me llamo CARLO
y recibí los apellidos de mis nuevos padres.
A mis nuevos padres no tuve tiempo, de estrenarlos y de disfrutarlos. Muy poco tiempo después, no habían pasado ni tres meses, mis felices padres tomaron un vuelo de Roma a Atenas, por motivos laborales de mi padre que era ejecutivo de una editorial. El vuelo 800 de TWA , Boeing 707se estrelló durante el despegue en la pista 25 del aeropuerto Fiumicino de Roma las 13:05 GMT en un vuelo con destino al a Atenas 23 de noviembre de 1964. Mientras el Boeing 707 se desplazaba a 80 nudos, los instrumentos del motor número 4 indicaban empuje cero y se iluminaba la luz de indicación de despliegue del revertidor de empuje del motor Nº 2. La tripulación abortó el despegue a una velocidad inferior a la a los 800-900 metros de pista. ´La aeronave no frenó tan rápido como esperaba la tripulación y viró a la derecha, con lo que el motor Nº 4 golpeó un rodillo de pavimento. El avión se prendió de fuego y recorrió otros 260 metros antes de pararse. En el accidente fallecieron 50 personas.
Yo no iba en ese avión pero quedé
sin mis padres. Todo estaba pasando muy intensamente y yo sin enterarme.
Desde Italia la familia de mi padre y en España la de mi madre se ponen en
contacto con mi abuelo y entre todos deciden que el niño vuelva con su abuelo
biológico a Chaguazoso conservando la herencia y el nombre de mis padres fallecidos. El matrimonio
vasco-italiano Andai-Amodo.
Allí en chaguazoso
me crié,allí encontré la ventana desde donde iba ver el transcurrir de los
primeros años de mi vida,
allí donde el destino me colocó,
en aquella milenaria aldea gallega que me descubrirá algunos de los primeros secretos de la vida. Como el valor de las palabras y las miradas. Allí
supe llamar a las cosas con el nombre de la lengua gallega que al otro lado de la raya se llama
portuguesa. Allí aprendí el valor de las palabras milenarias que habían
trasladado oralmente las gentes que allí se habían criado y vivido y que ellos habían aprendido oralmente de
otros y estos de otros de otros. Aprendí
palabras que no volvería a oir en ninguna parte del mundo que eran las
que expresaban el ser y el sentir de allí de Chaguazoso. Estas palabras
aprendidas tienen un significado único. Ningún idioma contendrá para mi la plenitud expresiva que tenían estas
palabras con las que aprendí a jugar, a descubrir los nidos, los pájaros,
las costumbres, al tiempo que corría y
andaba por touzas, carrouchos, searas,
pradairos, lameiros y canellas. Aprendí
toda la cultura que las gentes de la galicia rural fueron creando en siglos y
siglos. Fui un receptor más de aquella
cultura y supe la que era vivirla y
valorarla y saber conjugarla con todas
las culturas e idiomas que aprendí en todo más tarde por el mundo adelante.
- Cuando me
dijeron que vendría para aquí, me puse muy contento. Fue ilusionante. Es lejos
de casa, lo sé, pero deseaba salir de la limitada vida de mi aldea y conocer , ver y sentir un mundo que siempre he imaginado fantasioso. No he sentido
miedo, sólo fascinación por lo que vendrá.
- Lo de menos era
donde y adonde iría. Todo siempre era
mejor, sin duda, que la vida y la
costumbre de la casa y la aldea. Siempre me contaron que lejos de allí iba a
encontrar gente, cultura, ambiente, todo diferente, y eso me hacía soñar todos
los días. Era feliz en la aldea pero deseaba ver otras cosas.
-Aquí
soy feliz. Todo me resulta interesante y agradable. El ambiente, el mobiliario, el calzado, la limpieza y la higiene. El trato, el olor de los actos de la Iglesia, la
cantidad de amigos que puedo hacer, la variedad de gente que veo, el trato tan
fino y educado, todo me gusta. Esto parece
el cielo . Me encuentro feliz.
-La verdad es que
me gusta, y aquí sólo vamos a estudiar y aprender y eso me fascina. Sé que
traigo retraso con respecto a vosotros pero sé que podré avanzar, tengo ganas e
ilusión. Quiero parecerme a vosotros. Creo que voy a estudiar como un loco y
aprovechar esta oportunidad. Veo los libros que me han dado y me fascina
tenerlos y tocarlos, son viejos pero sé que han pasado por muchas manos de
otros estudiantes que estuvieron aquí antes que yo y eso parece como unirme a una comunidad virtual, transportarme a un ugar donde hay gente diferente.
Ahora recuerdo
todo esto que le contaba a Cosme, lo recuerdo perfectamente. A mi mente viene
la ilusión de aquellos libros en blanco y negro,que parecían eternos. Aquellos
libros medios rotos algunos que habían conocido a tanto alumnos como yo en
aquel momento. En aquella época los libros longevos eran la expresión de una
vida más lenta y pausada donde el saber caminaba tranquilo por la aulas.
Mientras le
contaba todo esto, creo que Cosme quedó impresionado, o al menos yo percibía
eso. Tal vez no esperaba tanta sinceridad y profundidad o seriedad en mi forma
de expresarme. Sin duda a él le gustaba
tener un amigo así. Estábamos en la edad que nos tomamos a nosotros mismos
mucho más en serio de lo que nos toman los mayores. Es una edad en que se trata
de tener conversaciones serias para demostrar que hemos pasado de niño al
escalón superior. Son cosas propias de la evolución que nunca termina.
Eso fue creando
entre nosotros un vínculo de sinceridad y amistad. Estábamos condenados a ser
amigos. El estaba en mis clases, en el domitorio conjunto, estabamos en el mismo
equipo de clase para jugar al fútbol, baloncesto o lo que fuera en los recreos.
Poco a poco el tiempo fue cumpliendo su misión y nuestra amistad se hizo más
fuerte. Realmente cualquiera hubiese deseado la amistad de Cosme. A todo el
mundo le encantaba su dinamismo, su alegría y sinceridad . Chin tenía el cartel
muy alto y todos le apreciaban. Yo creo que a él le fascinaba o le atraía mi
experiencia del mundo, de la calle, de los hombres que andan por ahí en sus
quehaceres. Eran tres años más de experiencia en el mundo y eso sin tu quererlo
allí en aquella burbuja se notaba y daba cierto pedigrí. Hay que pensar que al
estar allí metido en un mundo tan bonito, pero tan particular, todos sienten el
anhelo o la curiosidad, o el complejo de vivir lo de fuera. Notan que algo les falta y les gustaría
sentirlo y verlo. Es más mito que realidad, pero los mitos los vive cada uno y
nadie más. Aquellos chicos habían entrado muy pronto en aquella campana
de cristal y dejaron de ver y sentir lo
que otros chicos veían y sentían en la vida real, en los asuntos, en las
colisiones que da la vida de todos los días. Yo, no es que tuviese mucha
experiencia o no viniese también de otra
campana de cristal, pero para ellos yo significaba algo especial, traía la
experiencia, el halo misterioso del que sabe otras cosas que ellos no vieron ni
sintieron. Era más imaginación de ellos que lo que yo sentía, pero yo dejaba
correr aquello y notaba que me daba cierta categoría que podía aprovechar. Por
ello, y supongo que por otras cosas también, me consideraban una compañía atractiva para cualquier alumno
de aquel seminario. Yo, creían ellos, podía contar cosas que allí nunca vieron y que si se imaginaban. Podían preguntarme cosas sobre su despertar sexual que creían que yo había vivido o sabía. Podía decir o
inventar lo que fuera sobre chicas, o aventuras, que mi palabra tenía mucho
peso.Tal vez el complejo que tenían
les hacía valorar todo lo que yo contaba. Creo que me veían más rudo,
más espontáneo.
En los momentos de
recreo, en los paseos de los miércoles, en las salidas de los fines de semana,
a diario, los dos hablábamos mucho, de
todo. Poco a poco nos conocimos más.
CHIN era más experto en manejarse dentro del seminario, sus contactos con
profesores y compañeros era grande, y
eso me ayudaba mucho, y me abría puertas.
Llegó un momento que me
había acostumbrado a apoyarme en él, se me hacía imprescindible. Era mi
amigo y protector . El sería el que me
enseñaría las claves que en todo
ambiente nuevo existen y no se perciben por el recién llegado. El siempre
miraba que hacia yo, donde estaba. La verdad es que estábamos pendientes el uno del otro. En aquella
generalidad de masa eramos capaces de convertirnos en dos islas, dos intimidades, el uno velaba
especialmente por el otro. Si uno triunfaba en el deporte o el otro lo hacia cantando o
alguno recibía una felicitación, rápidamente en algún lugar aparecía la mirada
del amigo al amigo. Era amor y dependencia y entrega del uno al otro.
Para quién lea
esto creerá que estoy obviando que detrás
de todo ello existía una pulsión sexual. Nada más lejos de la realidad,
nada de eso había. Sería porque nuestra vida se hacia entre muchos a la vez, no
teníamos lugares o momentos privados realmente o porque la influencia moral
religiosa y por supuesto el ambiente de la época, nunca sentí en absoluto todo
eso. Sé que hoy en día se habla mucho de que existían en los seminarios o colegios de religiosos un mundo oscuro
sexualizado. Tengo que decir que yo no he vivido nada de eso.
No lo he visto en ninguno de mis educadores, ni lo vi en ninguno de mis compañeros.
Si estábamos despertando a la sexualidad, pero eramos como una planta que tiene
que crecer en un ambiente hostil de frío
y sin cuidados.La naturaleza tiraba pero no teníamos incentivos. Lo nuestro era de desarrollo lento y estábamos
distraídos en miles facetas juveniles, sin momento para el descanso y muy
vigilados, lo que no nos daba mucha opción, para entrar en el modo adolescente
sexualizado. Lo llevabamos dentro escondido,seguro. Lo que desarrollamos
después, fuera en la calle al abandonar el barco, fue a marchas forzadas y a todo meter, muy probble que fuera fruto de
aquella represión o educación mal canalizada. Es probable, pero eso ya es otro
cantar, que no negaré. De todas formas con el paso del tiempo y dando marcha
atrás y después de saber ahora que su relación con el sexo era de carácter
homosexual,sin duda por su parte existía una forma de expresión en la que se
mezclaba el amor y la amistad y que yo si era para él un deseo sexual, sin que
el lo tuviese del todo claro,y yo no me enteraba. Vivíamos en un mundo etéreo, pintado a blanco y negro, y es difícil
para un adolescente tener clarificaciones,o ideas claras, cuando no las tenían ni nuestros
educadores, que años más tarde cuando se abrió el telón, con la apertura en España, desaparecieron a miles, dejando sótanas colgadas por doquier. Era un mundo falsario en que sin saber nos engañábamos unos a otros.
El caso es que, lo
del deseo sexual nunca nos preocupó ni se abordó entre nosotros. Era un tema tabú. Y pese a todo nuestros años juntos fueron muy felices. En nuestras cortas vacaciones de verano, quince pobres
días y una semana en navidades, nos escribíamos y a la vuelta contábamos nuestras experiencias. El mundo pasaba delante de nosotros
, y allí estábamos nosotros pasando
nuestros catorce, quince , dieciseis. Sin saberlo nos estábamos acercando
al océano que había que pasar. Si, la vida es un océano que hay que pasar, y que pasaremos, eso si , creo que no sabemos que barco llevaremos.Como dice a
Quadrilha en una de sus canciones : “O mar
nao é de ninguem, ninguem é dono do mar, é daqueles que nele sabem
navegar”.
Y´nosotros ya estabamos navegando, ahora
tocaba que tanto uno como el otro no nos planteábamos otra vida que la que nos habían propuesto. Ser, ser estudiosos,
hacer algún día los votos para convertirnos en Salesianos, seguir estudiando y
ser hombres de fe, virtuosos, cultos y entregados a Dios, y prepararnos para
ser educadores de jóvenes. No teníamos más que pensar, nos lo daban todo pensado,
y formaba parte de nuestra formación no dudar de los princípios que estaban
destinados para nosotros. Habíamos sido elegidos por Dios, habíamos recibido la
llamada, y no hay nada más ingrato que la deslealtad con Dios que se había
fijado en nosotros precisamente, dejando atrás a un montón de gente por el
mundo adelante que no eran dignos de la elección. Esta mentalidad un poco, bastante, arrogante en lo espiritual era la que teníamos
y nos enseñaban. Si no lo entiendes, recuerda que ante la duda siempre tienes el comodín de la fe, que es lo mismo
que decir, no tienes capacidad, porque eres humano y racional para entender lo que Dios
quiere para ti, olvídate de todo. Y el tema así ha funcionado y funciona per
secula seculorum. De todas formas dentro
de cada corazón hay mundos escondidos
que nunca sabes cuando saldrán fuera. Y al final salen, y nada más
satisfactorio que la liberación de uno
mismo. En los años venideros tan cambiantes en España, cuantos pantanos se
desbordaron.
Ya estoy llegando al final.
Ya estoy llegando al final.
En este corto recorrido por el andén muchas
cosas, han pasado por mi cabeza. El camino del andén es corto y Chin está ya
más cerca y al fin el abrazo reabre los
nuevos recuerdos.
- Chin, meu amigo.
Que alegría encontrarnos.
-Carliño, non
sabes o que sinto niste momento. Que alegria vernos xuntos, da gosto verte,
segues sendo o mesmo, és un artistiña, como diciamos daquela.
Hablaban en
gallego en su intimidad, era desde siempre su modo natural.
No podrían hacerlo de otra manera, para ellos era algo que formaba parte de su ser y que recibieron de nación.Era su lengua de origen y en la que
dijeron tanto uno como otro sus primeras
palabras. En gallego oyeron y aprendieron la vida. Havía palabras que son la
patria de la infancia y solo se pueden decir en ese idioma, no se puede expresar
lo mismo con otra palabra.En ningún
sitio del mundo encontraron una palabra para expresar lo que era para ellos “ a chanca, leira,pechincha, canella, boi, frouma, fentos, lareira, xeito,
cincento,mato,palerma, estrume, esterqueira, carallo,cona,lameiro,
peneirar, amarelo,pai, nai”….. No era nada complicado, era su idioma, como
hay tantos en el mundo y que no dejan de ser formas de expresión de la gente,
aquél era el idioma, su idioma. Cuando decimos que la patria es la infancia,
estamos diciendo eso,la leche materna que mamamos y sentimos en los primeros
albores y ahí estaba esa lengua que
oyeron de los hombres rudos de la aldea que fueron transmitiendo aquella forma
de decir secular. Pessoa decía mi patria
es la lengua portuguesa.
Pero aunque la patria nunca se deja, hay que salir a navegar y se navega por el
mundo, por los mares que nos toque navegar. Ellos en un momento salieron a
navegar por mares muy diferentes, y
ahora en un descanso de la navegación quieren volver a un poco de esa patria, a la aldea, al
colegio a Cambados , a la adolescencia y primera. Aquellos eran años, en que los
jóvenes pasaban muy rápidamente de la niñez a los asuntos. Tiempos en que
la adolescencia era breve.
Madrid nos recibe y ya nos vamos de camino. Chin
que conduce un Mercedes color negro,
último modelo, va se abriendo camino por esta selva de las calles de Madrid,
-Carlo como te
dije, ahora vamos a parar dos días en la casa de Organización , donde resido, en el Plantío. Cuando nos instalemos saldremos
a dar una vuelta por la ciudad. Después
iremos una semana a Lisboa, al centro salesiano de Cascais, allí pasaremos
una semana tranquila y veremos Lisboa despacio y con calma. Este es el plan
inmediato.
-Nada de trabajo.
Nos toca recordar y vivir.
-Lo que tu digas, como
siempre, tu mandas. Jaja. Lo importante es recordar viejos tiempos.
El Tráfico en
Madrid es asfixiante, en poco tiempo se
colocan en la M-30 y el Mercedes avanza en crucero ágil y seguro. Van en silencio contemplando el run, run que va y
viene, y las gentes y los grupos de edificios que van quedando allí en cualquier parte de Madrid.
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