LA GLOBALIZACIÓN Y LOS GERMANOS
En el verano de 357 d.C., un gran ejército de germanos,
capitaneado por varios reyes alamanes, se reunió en la margen occidental del
Rin, la parte romana del río, cerca de la actual ciudad de Estrasburgo (narración de Amiano Marcelino).
El
relato de Amiano refleja elegantemente la falta de una MONARQUÍA UNIFICADA
entre el pueblo germánico de los alamanes, que dominan el sector meridional de la frontera romana
del Rin durante el Bajo Imperio. Eso nos demuestra que poco había cambiado con
respecto a lo que escribió tácito tres siglos antes. No obstante sería un error
pensar que no había cambiado nada en ese mundo.
LA TRANSFORMACION DE LA EUROPA GERMÁNICA.
Entre el
mapa de la Europa germánica que nos relata Tácito y el siglo IV hay
diferencias. El sudeste muestra un aspecto completamente distinto, con la
aparición de varios grupos de godos que dominan la zona de los Cárpatos y sus
alrededores. En el Oeste ya no existen tanta multiplicidad de pueblos que
relata Tácito, ahora hay cuatro granes poblaciones que dominan el paisaje en la
frontera romana del Rin y detrás de esa línea: alamanes y francos en el limes,
sajones y burgundios detrás de la línea fronteriza.
La transformación de la política.
De lo
que extraemos de lo narrado por Amiano Marcelino,
es que en los años 354-378 la CONFEDERACION ALAMÁNICA era el sistema político que regía la Identidad colectiva de este grupo
germánico. Si comparamos esto con las
manifestaciones de Tácito en el siglo
I (Germania, Historia, Anales) y la
situación actual vemos una evolución política. En la narración del siglo IV se
ve una organización más sólida de la del siglo I, en la cual se destaca que
había varios pueblos germánicos que no tenía rey ni príncipe y que eran
gobernados cuando las circunstancias los exigían por una oligarquía de
caudillos reunidos en consejo.
La vida
política de los alamanes en el siglo IV estaba llena de reyes y príncipes. En
esta época ALAMANIA estaba dividida en un serie de cantones o subregiones llamados
“gau”, cada una de las cuales era gobernada por
un rex o regalis. Este poder real
era al menos en parte hereditario, sino entre padres a hijos, dentro de un
clan. Había una serie de personajes importantes llamados optimates. No
obstante, entre los alamanes del siglo IV, la presencia de los reyes es más
importante de lo que fue a comienzos de la época imperial.
En segundo
lugar:
La
confederación del siglo IV, actuaba como un ente político mucho más sólido que
la del siglo I. Tanto en una época como en otra los alamanes nunca funcionaron
como una entidad centralizada con un un líder indiscutible. No hubo
en ningún momento un solo rey delos alamanes. Las confederaciones del siglo I
eran más endebles y duraban cuando estaban unidas por vínculos religiosos las
del siglo IV más grandes y más unidas por vínculos políticos, estas últimas
funcionaron cuando estuvieron dirigidas por un líder militar y político, pero
se hundieron cuando el caudillo fracasaba.
La gran
confederación que luchó contra los romanos en Estrasburgo continuó después de
la derrota, lo cual demuestra que tenía más asentamiento político que las del
siglo I. Para aquellos hombres la IDENTIDAD COLECTIVA podía a veces ser
un determinante de la conducta política
más poderoso que la lealtad al rey y de su cantón.
Como
muchas entidades confederales de la Antigüedad
tardía y de comienzos de la Edad Media, los alamanes poseían un
repertorio establecido de convenciones políticas y diplomáticas que definían a
los distintos reyes y los unía entre sí en jerarquías. La política de Roma en la
frontera del Rin se dedicaba en gran
manera a eliminar la sucesión de todos los personajes, caudillos, que surgieran
en el período para evitar la gran coalición.
No
sabemos, por las narraciones históricas, si entre otras entidades de la
frontera del Rin, como francos, sajones y burgundios, existía también el modelo
político con identidad para actuar como base de una acción colectiva
incluso tras un golpe sufrido tras una derrota. Solo hay información de que los
TERVINGOS, una confederación controlada
por los godos y que vivía en la frontera de los Cárpatos.
Tanto
en un caso y el otro, como en los supuestos de los nombres citados de francos,
sajones y burgundios, en el siglo IV nos
encontramos con que hay una formación política de grandes identidades
colectivas, unidas de una forma u otra que permiten continuar como tales incluso tras la derrota.
Monarquía Militar.
En esta
evolución política de los germanos nos encontramos que en el siglo IV el mando supremo está en
manos de una monarquía militar. Tácito en su narración de los germanos del
siglo I, nos cuenta que elegían a sus reyes por la nobleza y a sus capitanes
por el valor. En los estudios filológicos comparados se muestra como el acceso
al mando jerárquico superior, rey o lo que fuera, está basado en el historial
militar del guerrero que hacía que fuese una monarquía militar la que imperaba
en la altura que tratamos. Lo demuestran
los restos arqueológicos
encontrados en Ejsbol Mose, en
donde se encuentran tumbas con armas de todo tipo destruido e inutilizado de lo
que se deduce que la misma suerte tuvieron los hombres allí enterrados y que
habían sido caudillos guerreros vencidos por otros en la lucha por la
preminencia del mando monárquico. Está claro que para la aparición de una
monarquía militar fue necesario un período violento que resolviese lentamente las distintas
rivalidades entre los capitanes de
distintas partidas de guerreros y entre los líderes que pretendían
dominar.
Expansión y desarrollo.
El hecho
de que una parte de la población fuesen guerreros y estos, como demuestra el
cementerio militar de Ejsbol Mose, estuviesen bien equipados y se dedicasen en
exclusivo a la guerra, necesitaban que hubiese una gran producción de
alimentos y que la economía iba bien. El
equipamiento militar no era barato, y la alimentación de los guerreros de
grandes cantidades de carne asada y
alcohol exigía mucha producción. Se supone que había excedentes de alimentos y otras formas de
vida negociables producidos por la economía en la que vivían y los ryes tenían
que poder utilizar ese excedente o una parte significativa de ellos en su
propio provecho.
Esta
buena economía nos llama la atención ya que tenemos el concepto de escasez de
alimentos en el mundo bárbaro. El caso es que así era hasta el siglo I. La escasez de alimentos y
bienes negociables era la tónica de allá del Rin y del Danubio, la diferencia
con el mundo mediterráneo era enorme. No obstante el punto de partida para explicar este cambio
económico es la producción agrícola. Los restos arqueológicos aparecidos a
partir de la Segunda Guerra Mundial demuestran que el mundo germánico vivió su
propia revolución agrícola durante los
cuatrocientos años en que el Imperio Romano fue su vecino por el Oeste y por el Sur. Practicaban una
agricultura extensiva ya que se ocupaba una gran zona agrícola pues los
resultados eran escasos, pero eso les permitía suficiente alimento y lo más
importante era que trasladaban de una zona a otra la producción cuando veían
que la cosecha escaseaba, no teniendo que preocuparse por cuidar o intensificar
ni depender de zonas concretas. Se necesitaba una gran extensión de tierra para
mantener a una sola familia. Los restos muestran poblados de vida limitada en
los que no se invertía esfuerzo en su construcción, ya que la movilidad en
busca de fertilidad de otras tierras provocaba su uso temporal.
La revolución
agrícola en esta época consistió en
el descubrimiento del estiércol del
ganado para fertilizar, el incremento de zonas de agricultura intensiva et. Las
consecuencias de esta mayor producción de alimentos provocó que junto al
mantenimiento de una monarquía militar la población germánica creciese mucho.
Junto a
esto hubo un incremento en la producción de metal que sirvió para la expansión económica. Y los
vestigios arqueológicos muestran que había ya en el 300d.C. un centro de
producción de equipamiento militar
estandarizado a una escala razonable.
Hay una
elaboración de metales preciosos sorprendentes y la cerámica prolifero con el
uso de nueva tecnología como el uso del torno y el uso de hornos para cocer las
piezas. En algunas zonas del mundo de CERNJACHOV, dominado por los godos, al norte del mar negro, en el
siglo IV los platos fabricados al torno, prácticamente imposible de distinguir
de los producidos en las provincias romanas, se convirtieron en norma habitual.
En el
siglo IV ya aparece también producción de vidrio, que antes era de producción
exclusivamente romana.
Algunos
pueblos germánicos utilizan el peinado para expresar su filiación política y
también sus status. El ejemplo más famosos es el llamado moño SUEVO primitivo.
Así
pues desde el siglo I estamos ante una explosión de desarrollo y de generación
de riqueza. No obstante el hecho no tan agradable era la mala distribución de
la riqueza.
Todo esto nos lleva a estar
contemplando una revolución social y política.